El Monasterio de Pedralbes iniciará en septiembre nuevas obras de restauración en fachadas y vitrales

Las reparaciones de las paredes se harán con piedras de Montjuïc para conservar la autenticidad del monumento

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Rosetón del siglo XIV, de la fachada Norte del monasterio de Pedralbes

Rosetón del siglo XIV, de la fachada Norte del monasterio de Pedralbes / Manu Mitru

Margot Canavaggia

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El Real Monasterio de Pedralbes restaurará a partir de septiembre las fachadas norte y noroeste de la iglesia, contiguas al campanario, las cuales presentan diversas grietas en sentido vertical, visibles tanto en el interior como en el exterior. Las obras forman parte de un pacto centenario entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Comunidad religiosa del convento con tal de hacer del monumento una reliquia de la ciudad expuesta al público de forma permanente. 

Las restauraciones del monasterio se realizan bajo las directrices y seguimiento del arquitecto Josep M. Julià i Capdevila, responsable de la restauración del monasterio desde 1989. Conjuntamente con Pere López Íñigo, recibió en 1991 el Premio Ciutat de Barcelona por la restauración del Dormidor del convento. EL PERIÓDICO conversa con Julià i Capdevila, quien confirma que “las obras tendrán una duración de aproximadamente 8 meses, repartidos entre este año y el que viene”. El arquitecto espera que se puedan iniciar en septiembre. 

El proyecto para las fachadas norte y noroeste ha sido redactado por la empresa técnica de arquitectura Modest Mor París, por encargo del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), en julio de 2023. Fue aprobado el pasado mes de febrero por el Ayuntamiento y ahora está en exposición pública. Julià i Capdevila especifica que “el presupuesto previsto para esta licitación es de 789.000 euros”. 

Fuentes del ICUB también detallan al PERIÓDICO que las restauraciones van a cargo de la institución porque el monasterio “forma parte del patrimonio cultural de la ciudad”. No existe una agenda cerrada de intervenciones para los próximos años, sino que actúan “en función de las necesidades”. 

Obras de restauración con un origen centenario

“El plan de restauraciones de la iglesia tiene su origen en el contrato firmado el año 1972 entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Comunidad Religiosa de monjas clarisas, propietaria del conjunto monumental, por un período de 99 años” explica Julià i Capdevila. Este pacto se hizo bajo una condición primordial: la obligación por parte del Ayuntamiento a restaurar y conservar la totalidad del monasterio, a cambio de su utilización para usos museísticos. El Real Monasterio de Pedralbes ha estado ocupado por la comunidad religiosa desde su construcción en 1327, cuando lo fundó la reina Elisenda de Montcada. Desde 1357 está bajo la protección de la ciudad, a través de un pacto con el Consell de Cent de entonces. A las puertas de cumplir 700 años, ha procurado siempre mantener los valores y las prácticas de la vida monacal que lo definen.

Grietas en la fachada que da a la ronda

La principal actuación se realizará esta vez en la fachada norte, y una parte de la noroeste, adyacentes al campanario del monasterio, en las que se pretende recuperar la geometría original de la construcción. Las grietas verticales que se perciben se hallan en dos áreas: en el encuentro de la fachada con los contrafuertes laterales y en el vertical del rosetón, y en algunos vitrales. 

Visión general de la fachada Norte, dónde se aprecian las grietas en sentido vertical

Visión general de la fachada Norte, dónde se aprecian las grietas en sentido vertical / Manu Mitru

Mantener la autenticidad con piedras de Montjuïc

Para frenar el deterioro sin generar contrastes estéticos se utilizará piedra de Montjuïc, que proviene de los almacenes del Ayuntamiento de Barcelona. La integración del material nuevo seguirá en todo momento la estructura original para garantizar una unión coherente entre el paramento antiguo y moderno. Mantener el aspecto tradicional es esencial para la comunidad religiosa, con lo que también se utilizarán los morteros de cal que se usaban antaño en este tipo de edificios. 

Reparación de la cubierta y los vitrales

También se añadirán piezas de vierteaguas correspondientes a las del alféizar de la cubierta de la iglesia, y en algunas partes del contrafuerte reparado con piedra de Montjuïc, siguiendo siempre la geometría de las ya existentes. Además, se efectuará el saneamiento y evacuación de las aguas de la misma cubierta mediante canalizaciones cerámicas y de acero inoxidable.  

Julià i Capdevila enfatiza la restauración de algunos vitrales de la zona afectada, que “no habían sido reparados por completo desde su colocación en el edificio, en el siglo XIX”, en la fachada noroeste. De la misma forma, se recompondrá “uno de los rosetones del convento situado en la misma fachada, que data del siglo XIV”, en la parte norte. Una vez restaurados los daños de las fachadas y los vitrales, se finalizarán las obras con la limpieza de la totalidad de los muros, tanto interiores como exteriores. 

Vista interior de los vitrales rotos de la fachada Noroeste del monasterio

Vista interior de los vitrales rotos de la fachada Noroeste del monasterio / Manu Mitru