Plan 'Amunt persianes'

Barcelona reabre menos de la mitad de los locales que compró para crear nuevas tiendas

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Locales comprados con el plan 'Amunt persianes', en el distrito de Les Corts, en Barcelona.

Locales comprados con el plan 'Amunt persianes', en el distrito de Les Corts, en Barcelona. / JOAN MATEU PARRA

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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El Ayuntamiento de Barcelona prevé adjudicar en un mes algo menos de la mitad de los 35 bajos comerciales que adquirió en 2021 por 17,5 millones de euros. La compra se enmarcó en el plan ‘Amunt persianes’, parte del pacto que el gobierno que Barcelona en Comú y el PSC componían entonces cerró en 2020 con ERC para acordar los presupuestos. La pretensión era reocupar locales vacíos con nuevos negocios y comercios de barrio. No obstante, el proyecto ha tropezado con un obstáculo tras otro hasta el punto que la medida se ha demorado, sin que vaya aún a ser efectiva al completo.

A instancias de los republicanos, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls (PSC), ha respondido en la comisión de economía de este miércoles que se han aceptado 17 de las 48 propuestas presentadas para reocupar los establecimientos. No obstante, el recuento que el edil desglosó por distritos da una suma de 16 locales a reabrir en breve: se otorgan cinco de los 10 comprados en Ciutat Vella; tres de los cuatro en el Eixample; tres de los cinco en Sant Martí; dos de cinco en Sants-Montjuïc; uno de tres en Nou Barris y sendos bajos en Sant Andreu y Horta-Guinardó.  

Valls achacó el retraso en entregarlos a que se decidió no concederlos en período electoral -“nos llevó a que durante cinco o seis meses no se hiciera nada”- y a trabas en las inscripciones en el registro mercantil y la notaría. “Creo que ahora estamos en disposición de hacer las escrituras públicas”, señaló el socialista. Añadió que la sociedad municipal Foment de Ciutat “debe estudiar cómo se reenganchan” ahora los locales que siguen careciendo de un negocio que albergar. En todo caso, avanzó que se intentará “hacer repesca” de los proyectos que “no se aceptaron en principio”.

El concejal Jordi Castellana (ERC) se declaró decepcionado con los resultados del proyecto, que juzgó magros. “Tenemos trabajo para mejorarlo”, observó el edil. En todo caso, abogó por que el Ayuntamiento siga comprando locales, hasta el punto de convertirse en una política “recurrente” en Barcelona. “Siempre tenemos cosas a mejorar, pero también dependen del proyecto”, matizó Valls, quien compartió que “debe haber actitud de compra de locales, pero también exigencia social y solvencia empresarial”.