Licitación

Barcelona agiliza un nuevo contrato para la captura y eliminación de jabalís

¿Qué gruñen los jabalís?

Los jabalís necesitan que los humanos de Barcelona dejen de alimentarlos

Unos jabalís en el barrio del Guinardó, en el 2018.

Unos jabalís en el barrio del Guinardó, en el 2018. / ARCHIVO / CEDIDA

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Barcelona tiene desde hace mucho problemas con los jabalís, que generan molestias a los vecinos de la ciudad, en gran parte porque algunos de ellos los alimentan, lo que da pie a que se conviertan en ‘yonquis’ de los residuos que los humanos dejan en papeleras y contenedores. También rebuscan en dispensadores de comida para animales domésticos y, en algunos casos, en las bolsas de los paseantes.

Por todo ello, el consistorio apostó hace tiempo por un sistema de captura y eliminación de los animales, que persigue que los que ya han aprendido a comer de los humanos, y que, subrayan los expertos, ya no volverán a hacerlo según sus hábitos originales, no puedan extender esa práctica. Mediante sedantes, primero, e inyecciones letales, después, los jabalís encuentran un final sin dolor.

Adjudicación

El sistema ha tenido un contratiempo administrativo, según ha avanzado ‘La Vanguardia’: un recurso paralizó la adjudicación del servicio que se encarga de la gran piara barcelonesa, y metropolitana, que no fue renovado por el anterior concesionario, un servicio vinculado a la Universitat Autònoma de Barcelona que renunció a prorrogar la relación por la dificultad para encontrar veterinarios de guardia.

El consistorio adjudicó en agosto el contrato a la empresa Astrovet Solutions, pero en septiembre un recurso paralizó el proceso, por lo que el ayuntamiento abrió una nueva licitación por valor de 100.000 euros para un contrato de cuatro meses, con el objetivo de que la tarea de controlar y matar a los jabalís no se paralice.

La caza, contraproducente

La solución para frenar la expansión de los jabalís en número y su constante acercamiento a zonas urbanas pasa, según argumentaban expertos del ayuntamiento en 2022, por que el humano corte de raíz la costumbre de facilitarle comida. Se da la paradoja, explicaba un agente rural años atrás, de que la caza no sirve para frenar a la especie, ya que en zonas cercanas a las ciudades en las que se incrementó la persecución de los jabalís escopeta en mano, estos se adaptaron a las bajas registradas y las hembras empezaron a parir antes, más a menudo y con más crías.