Collboni cambia de posición y aceptará negociar a la vez presupuestos y gobierno

Las derrotas que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni ha sufrido ya en dos frentes relevantes, el de los presupuestos, que tuvo que retirar del orden del día de la comisión de Economía, y el de las ordenanzas, rechazadas por la oposición en el pleno municipal de este viernes, le han decidido a cambiar de pantalla y enfocar de una forma distinta sus negociaciones con el resto de grupos.

Hasta ahora, Collboni había dejado claras sus condiciones: primero, hablar de presupuesto, y una vez aprobado este entrar en el debate de qué grupo y en qué condiciones se convierte en su socio para el resto del mandato. Los dos candidatos a serlo, Junts per Barcelona y Barcelona en Comú, advirtieron de que querían hablar a la vez de las cuentas y del pacto de gobierno. El alcalde lo rechazo varias veces. ERC se cuenta siempre en la hipótesis de un acuerdo de izquierdas, así lo hacen los Comuns y así lo hace el propio alcalde, que suele subrayar que prefiere esa fórmula que un acuerdo con Junts.

El debate presupuestario

Este viernes, Collboni ha cambiado de posición. En un punto en el que se ha abordado la negociación sobre los presupuestos para el año próximo, ha declarado: “Nosotros seguiremos hablando intensamente, especialmente con los grupos que han mostrado su predisposición a cerrar un acuerdo de gobierno o un acuerdo presupuestario o un acuerdo de gobierno y un acuerdo presupuestario, e intentaremos paliar el efecto negativo que producto de esta votación se infringe a familias y autónomos que están en la restauración”.

El alcalde se refería a la votación de la ordenanza de terrazas, perdida por el gobierno. Collboni ha dado por hecho que esa derrota no se ha debido a la naturaleza de las ordenanzas, “eran razonables”, ha dicho, sino a la coyuntura política y a que se mezclan el debate presupuestario y el de la gobernabilidad. También ha admitido que el presupuesto que se apruebe marcará el mandato.

Conversaciones distintas

En definitiva, el  gobierno del PSC constata que sus interlocutores no avanzarán en la negociación presupuestaria si no lo hacen también en la de gobierno, por lo que se entiende que en breve cambiará el tono de las conversaciones y se abordará a más corto plazo quién acaba convirtiéndose en el socio de gobierno: los de Xavier Trias o los de Ada Colau. Y luego, habrá que ver qué hacen los de Ernest Maragall, en plena resaca de la división exhibida en las elecciones de la federación republicana en la ciudad.