La patronal de la movilidad eléctrica reprueba la decisión de Barcelona de no apostar por los patinetes compartidos

Tras un lustro de reflexión y estudios, Barcelona ha decidido que no impulsará un servicio de patinetes compartidos en la ciudad. Es decir, que a diferencia de lo que se hizo con las motos y las bicis eléctricas, no convocará un concurso público para ceder un determinado número de licencias a operadores privados. Así lo anunció la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, la semana pasada en una entrevista concedida a este diario. La noticia no ha sido del agrado de la patronal de la movilidad eléctrica, AEDIVE, que considera "preocupante" que la capital catalana no apueste por las compañías que gestionan flotas de vehículos de movilidad personal.

A través de una carta enviada a este diario, Arturo Pérez de Lucia, director general de la Asociación Empresariao para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en España y Portugal, recuerda que Barcelona ha sido "pionera desde hace años en la adopción de modelos de movilidad y tecnologías innovadoras que posteriormente acaban siendo un reflejo de buenas prácticas en miles de municipios más".

Esta entidad asegura que la micromovilidad compartida es una cosa muy distinta a la situación vivida en la urbe estos últimos años. Y concreta: "La demanda no fue atendida por el equipo de gobierno anterior, derivando en un uso incontrolado, no regulado y peligroso para la ciudadanía, de patinetes privados que circulan a grandes velocidades y sin control del usuario". Pérez de Lucia sostiene que estos patinetes compartidos están "asegurados y geolocalizados, su velocidad está adaptada a los requerimientos del lugar por el que circulan y sus usuarios están perfectamente identificados, siendo posible, incluso, controlar el estado del conductor antes de que pueda usar el vehículo".

Petición de reunión

"Por desgracia -prosigue el director general de AEDIVE-, la actuación, tiempo atrás, de empresas que no hicieron un despliegue de micromovilidad eléctrica compartida de acuerdo con los requerimientos del servicio ha generado una corriente de pensamiento negativa hacia el patinete eléctrico". Por todo ello, reclaman a Bonet poder mantener una reunión en la que se les permita aportar su punto de vista. Y sus datos, como que el 36% de los usuarios de otras ciudades europeas substituyeron el coche por el VMP.