De privada a pública

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Familias y alumnos de la escuela Sant Felip Neri, en Barcelona, durante una concentración para pedir que el centro sea público.

Familias y alumnos de la escuela Sant Felip Neri, en Barcelona, durante una concentración para pedir que el centro sea público. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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El curso escolar empezará el próximo miércoles con dos colegios que se incorporan a la red de educación pública de Barcelona. Los dos dependían hasta ahora de hermandades católicas. Una es la escuela Segre -el antiguo centro de las salesianas en Sant Andreu- y la otra es la de Sant Felip Neri, en Ciutat Vella

El instituto escuela situado en la plaza homónima del Gòtic se desprende de la categoría de equipamiento privado concertado tras un largo pulso que llevó a profesores y familias a manifestarse a favor del cambio de titularidad. En paralelo, se empeñó en encallar una compleja negociación entre la Generalitat, el Ayuntamiento y la Congregación del Oratorio de Sant Felip Neri. Después de que el consistorio llegase a notificar a la orden religiosa que la expropiaría de los inmuebles para ampliar el instituto y gestionar el centro, las conversaciones se recondujeron para pactar un contrato de alquiler por 20 años, con opción de ser renovado por una década más. 

El Departament d’Educació y el gobierno del alcalde Jaume Collboni anunciaron que la entente con la hermandad de los Felipons había fructificado a finales de julio, a poco más de un mes del retorno a las aulas. Los religiosos se felicitaron también por haber resuelto el desencuentro. Lo que no se reveló al explicarse el pacto fue cuál es la cantidad que se pagará a la orden dependiente de la Iglesia. Las instituciones justificaron entonces que quedaban unos “flecos” por cerrar del contrato. El Consorci d’Educació de Barcelona -participado por la Generalitat y el Ayuntamiento- abonará 13.572,37 euros al mes, según ha respondido el ente a consultas de EL PERIÓDICO.

La cuantía da derecho a ocupar 3.486,30 metros cuadrados en propiedades de la congregación. Más de la mitad de la superficie corresponde a las estancias que la escuela ya ocupaba en la plaza Sant Felip Neri. Son 1.911,09 metros cuadrados, por los que el consorcio sufragará 7.929,95 euros. 

La adhesión del centro al sistema de educación pública conlleva que aumente el espacio destinado a los cursos de Secundaria, por ahora alojados en un inmueble deteriorado de la calle de la Palla. El Consorci d’Educació prevé el traslado de los estudiantes de ESO y reagrupar todo el centro en torno a la plaza, ocupando también la Casa del Gremi dels Sabaters y la planta baja del convento. El instituto escuela gana 1.572,21 metros cuadrados, que comportan un coste de 5.642,42 euros para la Generalitat y el Ayuntamiento.

“Precios de mercado”

Si se multiplica por 12 meses, el arrendamiento anual se tasa en 162.868,44 euros. El consorcio destaca que son importes que están “dentro de los precios del mercado”. 

El Ayuntamiento destacó que la expropiación hubiese sido mucho más costosa que la suma del alquiler y la reforma de los edificios. El ejecutivo municipal estima que despojar a los Felipons de sus bienes hubiese supuesto un desembolso de 11,1 millones de euros para la ciudad. El consistorio sí invertirá cuatro millones de euros para remodelar las instalaciones que la hermandad aporta.

No está previsto que los nuevos espacios alberguen a los alumnos en el curso que está a punto de arrancar. El contrato obliga a los religiosos a cederlos antes del 1 de junio de 2024. Una vez entregados, la administración tendrá que acondicionarlos. Se espera que los inmuebles vayan siendo ocupados de forma paulatina a partir de finales de 2024 y que estén plenamente operativos a partir del curso 2025-2026.

A su vez, la Congregación de Sant Felip Neri conserva la actividad cultural y religiosa en el convento. Tras zanjar divergencias con las instituciones, los Felipons subrayaron en julio que le inquietaba que se desfigurara el conjunto que posee, declarado bien cultural de interés local.

La Asociación de Familias de Alumnos (AFA) del instituto escuela no ha valorado por ahora el trato entre la Generalitat, el consistorio y la orden. El anuncio se conoció en mitad de las vacaciones, sin opción de que la comunidad educativa se haya reunido por ahora para examinar el acuerdo y pronunciarse al respecto.

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