El RACC plantea que la Via Augusta sea una calle 30 y eliminar así el carril bici

El RACC ha presentado este martes la quinta edición de su barómetro de la movilidad ciclista en Barcelona y era una buena ocasión para preguntarle a su presidente, Josep Mateu, sobre el carril bici de la Via Augusta, una infraestructura que se va abriendo por etapas y que tuvo un gran protagonismo en la campaña electoral de las municipales de finales de mayo. Este nuevo corredor conecta el Eixample con Sarrià y casi llega a Collserola, pero coincide con la boca sur del túnel de Vallvidrera. La arteria ha perdido un carril de circulación por sentido, lo que genera no pocos problemas de tráfico que "causan más congestión y más contaminación", ha advertido Mateu. Su punto de vista coincide plenamente con lo dicho por el alcalde Jaume Collboni cuando era candidato: "Dejemos que se inaugure y la lo evaluaremos". Pero va más alla, incluso con una alternativa, la de convertir la arteria en una vía 30, clo que evitaría la pérdida de un carril de circulación por sentido.

Lo de estudiar cómo funcionan los carriles ha sido uno de los puntos que se abordado en la presentación del barómetro. Porque tal y como reflejan los datos, hay viales que están congestionados en determinados momentos del día, lo que obligaría, receta el RACC, a ir adaptando la calle a la demanda. Es decir, que si hay zonas que no dan abasto, como el del lateral de la Diagonal entre Francesc Macià y paseo de Gràcia, quizás habría que plantear que todo el vial se destine a las bicis y los patinetes. O que si hay uno bidireccional con mucha circulación en un sentido, puede que lo mejor sea dedicar los dos pasillos a esa única dirección.

Ya veremos

Sobre el carril bici de la Via Augusta, el presidente del 'mobility club' ha sido este martes muy sutil: "Fue una decisión muy atrevida, se ha hecho de manera valiente, por decirlo con suavidad". Se refiere al hecho de que los vehículos privados hayan perdido un 33% de espacio en una calle con más de 30.000 vehículos diarios en algunos tramos, o a la coincidencia de las paradas de bus con el carril bici. "Es evidente que está afectando a la movilidad de la Via Augusta en determinados puntos. Tendremos que esperar y luego evaluar en función del uso que se haga. Se dice que havia mucha demanda, pero nunca sabes si se habla de 10 o de 10.000". Según Mateu, una manera de evitar la eliminación de un carril de circulación sería que la Via Augusta se convierta en una calle 30, de manera que la bici se integre de manera natural gracias a esa limitación de velocidad.