Las medidas del 28M

Posiciones políticas sobre ocupaciones en Barcelona: Collboni, "prevención"; Colau, vivienda social

Collboni promete aplicar la ley para desahuciar pisos a partir del primer mes

La jueza ordena el desalojo de la casa okupada La Ruïna de la Bonanova

'El Kubo' y 'La Ruïna', dos inmuebles okupados desde hace años junto a la Bonanova de Barcelona

'El Kubo' y 'La Ruïna', dos inmuebles okupados desde hace años junto a la Bonanova de Barcelona / Jordi Cotrina

Gisela Macedo

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La ocupación de viviendas cobró protagonismo en la campaña electoral de las elecciones municipales del 28-M en Barcelona, especialmente en el caso de las fincas El Kubo y la Ruïna de la Bonanova.

El suflé barcelonés de la Bonanova, alimentado por Vox, Valents y Ciudadanos, fue in crescendo hasta llegar a manifestaciones multitudinarias de bandos opuestos. Pasadas las elecciones, la vorágine de las ocupaciones se ha diluido en consonancia con los datos que reflejan que los domicilios ocupados en la capital catalana suponen el 0,17% de las viviendas de la ciudad. En el año 2022, en Barcelona hubo 1.469 denuncias por ocupación, cifra que representa el 8,8% del total en España (16.726). 

De la oficina de prevención de la Guardia Urbana que prometió el ahora alcalde Jaume Collboni (PSC) a las políticas de vivienda pública defendidas por la exalcaldesa Ada Colau (Comuns), estas son las principales posiciones de las fuerzas políticas con representación en el nuevo Ayuntamiento de Barcelona.

Collboni prometió una oficina de Guardia Urbana especializada

Aunque no mostró una actitud incendiaria contra los 'okupas' durante la campaña, al querer centrarse en atraer el voto moderado, el actual alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC), sí centró parte de su discurso en el "orden" y la "seguridad".

En esta materia, su promesa fue la creación de una nueva oficina de prevención de la Guardia Urbana contra las “ocupaciones delictivas”. Según explicó en su momento, con esta oficina se podrá "acompañar" tanto a los vecinos como a los propietarios afectados y será también una especie de radar para, por un lado, activar la petición de desahucio desde el consistorio en caso de tratarse de un piso de un gran tenedor, y, por el otro, detectar a familias que están en situación vulnerable y derivarlas a los servicios sociales para garantizarles "protección social".

Trias, ganador en la Bonanova

Xavier Trias (Junts), ganador de las elecciones que finalmente se quedó a las puertas de la alcaldía, quedó primero en las zonas acomodadas de la ciudad (que también fue donde hubo más participación), la Bonanova entre ellas.

En campaña, el candidato de Junts no adquirió especial protagonismo en el asunto de las ocupaciones, aunque una de las medidas que propuso sí tenía que ver con la seguridad: aumentar hasta 4.000 el número de agentes de la Guardia Urbana.

Trias criticó la propuesta de Collboni de crear una nueva oficina de prevención de la Guardia Urbana contra las ocupaciones por el hecho de no haberla hecho antes, y es que el nuevo alcalde ya estuvo en el gobierno en el anterior mandato y el PSC gestionaba la concejalía de Seguridad (con Albert Batlle al mando, que mantiene la cartera).

Colau pone la vivienda pública como solución

La ya exalcaldesa de la ciudad, Ada Colau (BComú), ya conocida previamente por sus años de activismo por la vivienda en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), señaló en campaña que las ocupaciones “no son el problema que más preocupa” a la ciudadanía, y señaló que Barcelona es la ciudad de España donde ha bajado más la ocupaciones gracias "a las políticas de vivienda pública" llevadas a cabo por su gobierno. 

En sus ocho años de mandato, Colau aceleró la compra y construcción de vivienda pública. Se pasó de la herencia Trias con 7.500 viviendas en el 2015 hasta las 11.600 en abril del 2023, y está previsto que a finales de año se rocen los 15.000 pisos (2.000 están pendientes de obras de rehabilitación que deberían terminar este año).

Maragall evita “vivir del conflicto”

Ernest Maragall (ERC), por su parte, se mantuvo relativamente al margen del caso de la Bonanova y acusó a la extrema derecha de “querer vivir del conflicto”, así como instó a la Justicia y a las fuerzas policiales a actuar desde la “responsabilidad” para “garantizar un final adecuado” a la situación.

Sirera, contra la “pasividad municipal”

Al igual que Grau y Parera, Daniel Sirera (PP) cargó contra el gobierno de Colau por su “pasividad e inacción” frente a los 'okupas'. A pesar de que la decisión de desalojar los inmuebles recae en los jueces y es la policía quien ejecuta, sí consideró que el ayuntamiento podría haber reaccionado “ante la actitud violenta de algunos de 'okupas'”, y lamentó “la pasividad municipal ante el robo de vallas y su utilización como barricadas". 

El candidato del PP llegó a enviar una carta a la alcaldesa en la que le pedía "la mediación del Ayuntamiento de Barcelona para que, junto con los propietarios de ambas fincas y los dos Juzgados intervinientes en los procedimientos de desalojo, sean capaces de encontrar una fecha conjunta para dar cumplimiento a la orden legal de desahucio".

Vox, en la lucha para "acabar con la 'okupación'"

El candidato de Vox en Barcelona, Gonzalo de Oro-Pulido, presentó su formación como la que puede “acabar con la 'okupación'” en la ciudad y la que siempre estará “al lado de los vecinos que la sufren”.

Miembros del partido participaron en las protestas antiocupación de la Bonanova, en las que se escucharon cánticos nazis y saludos fascistas que el Ayuntamiento denunció ante la Fiscalía; y donde los Mossos d'Esquadra denunciaron al hijo del candidato de Vox por llevar una porra extensible. El padre, de Oro-Pulido, reconoció que “no está bien llevar eso", pero lo justificó asegurando que "es comprensible” y afirmó que Barcelona es “una ciudad del crimen”.