Acuerdo de Gobierno frustrado

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El documento acordado por Junts y ERC para gobernar BCN incluía la continuidad del tranvía, la regulación de alquileres y acabar con la dependencia del turismo

Collboni, elegido alcalde de Barcelona con el apoyo in extremis de los comunes y el PP

Collboni, elegido alcalde de Barcelona con el apoyo in extremis de los comunes y el PP / Quique García

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Cuando todo ya estaba hecho, a falta tan solo de un par de horas para que Xavier Trias fuese declarado por segunda vez alcalde de Barcelona y con la seguridad de tener, por una parte, un aliado -Ernest Maragall- con el que tenía ya pactada una ruta de trabajo avalada por las bases de ambos partidos el mismo día del trascendental pleno municipal, y, por otra, la convicción de la imposibilidad de que Jaume Collboni recabase los suficientes apoyos para barrerle el paso, ese pacto de gobierno negociado durante días ha terminado convirtiéndose en papel mojado.

Y es que este acuerdo no podrá llevarse a cabo finalmente después de que en el último momento los Comuns hayan decidido investir al candidato del PSC y quedarse en la oposición, y que el PP también haya dado sus votos a Collboni, que ha sido investido alcalde con una mayoría de 23 concejales.

El acuerdo de Gobierno

Titulado 'Acuerdo por un gobierno de cambio, progreso y bienestar en Barcelona', a lo largo de un documento de 14 páginas de extensión, JuntsXTrias y ERC de Barcelona presentaban un decálogo que debía servir para articular la política de acción del nuevo gobierno.

El primero de los puntos pactados planteaba "liderar un nuevo gobierno de cambio y de progreso para la ciudad de Barcelona, que impregnará su acción de valores que nunca se tendrían que haber perdido: diálogo, colaboración, confianza, transparencia, participación, rigor y rendición de cuentas".

Otros compromisos del decálogo eran "hacer que Barcelona vuelva a funcionar, mejorando los servicios públicos", buscar "grandes acuerdos y consensos", convertir Barcelona en un "referente" sostenible, recuperar el "urbanismo transformador", transformar el modelo socioeconómico y reafirmar el liderazgo como "ciudad-país".

El acuerdo preveía también una "comisión de seguimiento" paritaria para controlar el cumplimiento de los compromisos del gobierno municipal.

Propuestas concretas

Pero más allá de la declaracíon de intenciones, el documento concretaba varias acciones y políticas a seguir durante el (frustrado) mandato de Trias liderando el Ayuntamiento de Barcelona.

Las más destacadas eran la apuesta por la continuidad del tranvia por la Diagonal, la creación de vivienda pública y la regulación de alquileres, la no privatización y el aumento de plazas de las guarderias, la pacificación del espacio público, aumentando el espacio para el peatón y los espacios verdes y la continuidad del PEUAT y la ordenanza de los pisos turísticos, gobernando para acabar con la dependencia del turismo que vive la capital catalana.