Últimas decisiones del mandato
Barcelona amnistía 'in extremis' la Nau Bostik de la Sagrera con el gobierno dividido
Barcelona salva la Nau Bostik de la Sagrera con tres incrementos de altura
El gobierno Colau aprueba dos 'superilles' y una "pacificación" horas antes de la campaña electoral
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La Nau Bostik de la Sagrera se alza sobre un solar destinado a vivienda privada y zona verde / Elisenda Pons
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Meritxell M. Pauné
Periodista y jefa de 'Gran Barcelona'
Periodista especializada en información local de Barcelona y Catalunya. Responsable de la sección 'Gran Barcelona' desde septiembre de 2022. Antes, en los diarios TOT Barcelona y La Vanguardia, entre otros. Profesora de Periodismo digital en la UIC tres cursos y puntualmente del máster del Observatori de la Cobertura de Conflictes. Colaboradora en prensa vecinal ('Carrer', 'Cap a peus') tertulias de televisión y radio (betevé, Catalunya Ràdio, Ràdio Estel...), libros de historia local ('Retrats per la memòria', 'Objetivo Venus', 'Josep Maria Huertas Claveria i els barris de Barcelona') e investigaciones académicas (Observatori de la Cobertura de Conflictes, Periodismo UAB).
La última comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona de este mandato, celebrada este viernes, ha vuelto a enfrentar a los dos socios del ejecutivo, Comuns y PSC. Si la semana pasada protagonizaron un rifirrafe por dos pacificaciones tildadas de "superilla", ahora el motivo de discrepancia es un plan urbanístico para amnistiar la Nau Bostik y convertir este centro cultural comunitario en en equipamiento público. Como adelantó El Periódico en marzo, los Comuns han ideado un traslado de edificabilidades para liberar los terrenos en los que se alza esta antigua fábrica.
El partido de Ada Colau ha aprobado inicialmente este jueves, con los votos en contra del PSC, este plan para evitar el derribo previsto de la Bostik. Según ha informado el Ayuntamiento en una nota de prensa, el objetivo es mantener este motor cultural y de creación artística de referencia del distrito de Sant Andreu y preservar el valor histórico de una de las últimas naves industriales en pie de la Sagrera. El gobierno Colau ha resaltado que el documento es fruto de un proceso participativo con el vecindario y entidades del entorno.
Con este acuerdo inicial el plan pasa a exposición pública para la fase de alegaciones y quedará listo para que el siguiente gobierno municipal pueda finalizar su tramitación si lo considera oportuno. De ser así, el complejo industrial pasará a ser de titularidad pública, conservará la práctica totalidad de las edificaciones actuales y tendrá usos culturales, educativos y administrativos. Asimismo, el consistorio ahora liderado por los Comuns se compromete a consensuar con el vecindario y las asociaciones del barrio tanto los usos provisionales como los usos y equipamientos definitivos de la nave, así como su modelo de gestión.
El PSC, favorable al derribo previsto
La concejal Rosa Alarcón, que ha ejercido de portavoz de los socialistas en esta comisión de gobierno, señala a El Periódico que el PSC "es partidario de mantener el planeamiento actual", que prevé "el derribo de todo el complejo excepto la nave que da al Pont del Treball Digne, que es la que tiene más valor histórico". Así, a juicio del PSC, el solar debería "retornar a la propiedad" -la inmobiliaria La Llave de Oro- "para cumplir con la función prevista", que es la construcción de pisos junto a la futura estación de alta velocidad.
Según Alarcón, son cuatro los motivos por los que su partido se opone al plan. "Consolida un edificio con mucho amianto en el tejado, sin que el acuerdo prevea su retirada, solo hacer estudios", critica. Añade que la escuela 30 Passes, que está justo al lado y está en barracones, "necesita espacio para crecer mientras no le construyen el edificio definitivo", lo que a su juicio impide el plan de Bcomú.
Además, advierte que "el acuerdo firmado con el presidente de la asociación de vecinos de la Sagrera no es vinculante y esto ha provocado una fuerte discusión vecinal". "No es un centro cultural, es un espacio que genera problemas de convivencia en el entorno", sostiene, recordando que algunos balcones cercanos lucen pancartas en contra. Finalmente lamenta que en plena campaña, una semana antes de las elecciones, "no es un buen momento para aprobar un acuerdo que no es pacífico" y considera que "sería más lógico que tomara la decisión el siguiente gobierno municipal".
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