Ampliación en Poblenou

La escuela de hostelería ESHOB sube el listón en Barcelona al ganar una nave de Palo Alto

Barcelona busca socios privados para relanzar la industria en el 22@

La hostelería de Barcelona recluta jóvenes talentos

Imagen virtual de la sala polivalente del ESHOB donde se podrán desplegar 16 cocinas.

Imagen virtual de la sala polivalente del ESHOB donde se podrán desplegar 16 cocinas.

Patricia Castán

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En sintonía con lo que se cocerá de puertas adentro, podría decirse que la jugada para la ampliación de la Escola Superior d'Hostaleria de Barcelona (ESHOB) al incorporar una nave anexa del recinto de Palo Alto en Poblenou será un maridaje perfecto. El centro formativo dará un salto de nivel con las nuevas instalaciones, que le permitirán no solo crecer en espacio, sino en recursos para investigación, formación, diseño y difusión de nuevas técnicas gastronómicas. En la actualidad, los jóvenes que forman son fichados a toda velocidad por los establecimientos de la ciudad, faltos de profesionales cualificados en el ámbito de cocina, sala, pastelería y grado superior de restauración (como futuros directores).

Render de la nueva entrada a la escuela de hostelería ESHOB.

Render de la nueva entrada a la escuela de hostelería ESHOB. / EP

El nuevo uso que sumará Palo Alto --el histórico recinto fabril que Javier Mariscal y otros diseñadores y empresas resucitaron y propulsaron como espacio de creación durante años, que luego se articuló desde una fundación del mismo nombre, y que el ayuntamiento ha reformulado en el último año--, cuadra con la filosofía que respira la zona. Porque la alta gastronomía y la investigación sobre alimentación representan creatividad y tecnología, destaca Xavier Marcé, concejal de Industrias Creativas. La nueva vida de Palo Alto suma unos pocos actores privados e iniciativas de colaboración públicoprivada, como esta, que supondrá además dotar de un mejor acceso principal al ESHOB, mucho más espectacular que el que ofrecía por la calle de Taulat, 243-259. Será también la entrada a los restaurantes que ya albergaba la escuela (donde los alumnos hacen prácticas) y para una nueva propuesta gastronómica (un mes al año) en la zona que se incorporará.

Espacio municipal cedido hasta 2054

La comisión de Economía y Hacienda del plenario municipal, en su sesión del pasado 19 de abril, aprobó inicialmente otorgar una concesión de uso privativo a la escuela de hostelería de la Nave K del recinto industrial Palo Alto, de propiedad municipal en la calle de Pellaires, 30-38. El consistorio reajustó el reparto de los espacios a concurso público para poder encajar como un puzle de forma natural la ampliación del ESHOB, adyacente, detalla Marcé. La escuela, fundada en 1985 por el Gremi d'Hotels de Barcelona y el Gremi de Restauració, como gran cantera profesional de la ciudad, se mudó al Poblenou en 2007, y ahora completará su evolución.

El centro educativo pasa a tener derecho de uso de ambos espacios hasta el 24 de mayo de 2054, de modo que puede ampliar su actividad, aunque no pretende ganar número de alumnos. La idea es ganar "espacios específicos para cada formación y crecer en investigación y espacio pedagógico", añade su director, Iñaki Gorostiaga. Está previsto iniciar las obras el próximo septiembre, para que esté listo hacia febrero de 2024.

En la nave K se ubicaban los antiguos espacios destinados a cantina de Palo Alto, con una superficie útil aproximada de 270 metros cuadrados, de los que 192 están en planta baja y 78 en altillo, con acceso a las zonas comunes y a un huerto. Este último punto será uno de los más novedosos, ya que está previsto desarrollarlo (antes estuvo sin uso) para los cultivos de los espacios gastronómicos de ESHOB y para potenciar diversas variedades (de hierbas a hortalizas). Es uno de los objetivos a los que el centro de investigación Barcelona Food Lab (registrado por la escuela) aspira, de la mano del Basque Food Lab (la escuela de Bilbao).

Marcé destaca el perfecto encaje en Palo Alto de la escuela barcelonesa de hostelería, en tanto que profundizará en innovación gastronómica y también en sostenibilidad en un momento en que esta premisa se ha vuelto esencial en el sector. Así, el Centro de Investigación gastronómica, en el que podrán trabajar dos equipos, buscará soluciones a problemas que plantean las empresas de alimentación y los productores, profundizando en aspectos como el desperdicio y los excedentes alimentarios.

Entrada Palo Alto

Futuro acceso a la escuela por el recinto de Palo Alto. /

La ampliación incluirá un nuevo anfiteatro retráctil para unas 100 personas con una cocina de 'show cooking' de siete metros (equipada con audio, video, grabaciones y 'streaming') para albergar congresos y presentaciones de producto, entre otras actividades pedagógicas. Este espacio polivalente permitirá también --con el anfiteatro recogido-- contar con 16 cocinas pedagógicas para 'masterclases' y un aula semicircular en la primera planta para impartir formaciones de producto y nuevas técnicas.

Restaurante sorpresa en mayo

Incluso habrá un centro de atención y asesoramiento pedagógico y empresarial para cubrir las necesidades que demanda el sector, así como una sala digital para poner en marcha proyectos de futuro, como el formación en el metaverso para el ámbito de coctelería y el servicio de sala, destacan.

Otra imagen virtual de la sala polivalente que funcionará también como anfiteatro para demostraciones, tras la ampliación del ESHOB.

Otra imagen virtual de la sala polivalente que funcionará también como anfiteatro para demostraciones, tras la ampliación del ESHOB. / EP

Uno de los elementos más singulares será que el espacio del anfiteatro se podrá convertir un mes al año en un restaurante que montarán íntegramente los alumnos de grado medio y superior. En mayo, dos grupos (cada uno,15 días) desarrollarán la implantación y gestión de un proyecto de restauración (del interiorismo, a la oferta gastronómica, servicio y promoción) que activarán con una pequeña dotación económica. Los beneficios económicos que logren se destinarán a una fundación del sector.

El presidente del Gremi d'Hotels, Jordi Clos, remarca la importancia del proyecto, que eleva la "calidad formativa" del ESHOB, la comodidad de los alumnos y la "imagen del centro", gracias al nuevo acceso y su diseño. Destaca también el papel que ha tenido la escuela en el desarrollo del sector en la ciudad, donde la oferta de restaurantes y hoteles no ha dejado de crecer y con él la necesidad de profesionales cualificados. En la escuela hay unos 325 alumnos de cursos reglados, otros 220 de cursos específicos (de pago), y cada año pasan unos 1.800 'alumnos' temporales de los cursos sectoriales vinculados a ambos gremios, que han crecido un 400% en los últimos años.

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