Nueva ordenanza

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Patinetes en la avenida Diagonal de Barcelona

Patinetes en la avenida Diagonal de Barcelona / Jordi Otix

Meritxell M. Pauné

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El casco obligatorio en patinetes eléctricos tendrá que esperar, al menos, hasta otoño en Barcelona. El gobierno de Ada Colau ha pospuesto la aprobación definitiva de la ordenanza que regula la circulación de estos vehículos. Se esperaba para este viernes en el último pleno del mandato, que finalmente no incluirá este punto en el orden del día. Será el próximo consistorio, el que salga de las elecciones de mayo, quién valide o modifique la esperada regulación.

“Se están tramitando las alegaciones para darles una respuesta exhaustiva, se dejará el expediente listo para aprobarlo en los primeros plenos del próximo mandato”, confirman fuentes municipales a El Periódico. El día que reciba luz verde, se publicará en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona y entrará en vigor. Es decir, como muy pronto la normativa local del patinete y otros vehículos de movilidad personal (VMP) se estrenaría en septiembre de 2023, tras la pausa institucional de agosto.

Además del casco, el consistorio aspira a que los VMP tengan que llevar un sistema de iluminación delante y detrás, incluida una luz de freno en la parte posterior y un avisador acústico. También fija una velocidad máxima de 30 km/h, prohíbe llevar a un pasajero de paquete y obliga a circular por la calzada, para evitar los actuales conflictos con peatones en las aceras. Las sanciones previstas llegan a los 200 euros.

¿Trasposición a los dos años?

La regulación, de hecho, es una modificación de la ordenanza pionera que Barcelona aprobó en 2017, que quedó desactualizada al aprobarse una normativa estatal en otoño de 2021. Requiere lo que el argot jurídico llama una “trasposición”: trasladar a una norma lo establecido en otra de mayor rango. Con este retraso, las directrices estatales se estarían aplicando unos dos años después de su aprobación en el Congreso y el Senado.

Patinetes y bicis en el carril segregado de la avenida Diagonal de Barcelona

Patinetes y bicis en el carril segregado de la avenida Diagonal de Barcelona / Jordi Otix

El necesario remozo a la normativa se anunció para primavera, cuando recibió bendición preliminar en la comisión municipal de Urbanismo de febrero. Como relató entonces este diario, la ordenanza recibió el voto favorable de Barcelona en Comú y el PSC pero cosechó la abstención del resto de grupos municipales, un preaviso de las muchas alegaciones que ha recibido luego durante el periodo de exposición pública.

La misma modificación de la ordenanza prevé trasladar al municipio el veto estatal a las bicicletas en las aceras. Cuando se apruebe, el mandato que viene, ya no podrán circular por aceras más anchas de 5 metros. Solo podrán escapar de la obligatoriedad de la calzada los niños y adolescentes, también cuando vayan acompañados de adultos.

Lagunas y veto paralelo

Las alegaciones planean dudas por ejemplo sobre la exigencia o no de unos mínimos conocimientos de seguridad vial para los conductores de patinetes eléctricos, puesto que no pasan ningún examen ni se requiere de carnet para circular. Ello conlleva que tampoco puedan perder ‘puntos’ y arriesgarse a la retirada del permiso, un castigo complementario a las multas que sí que se aplica a los conductores de coches.

También queda en un terreno incierto la equiparación de un vehículo muy parecido en prestaciones, los monociclos elétricos. Pueden circular a una velocidad de hasta 25 kilómetros/hora, pero no está tan claro cómo deben incorporar luces y timbre. La regulación se solapa con una medida provisional e irresuelta, el veto de seis meses al patinete en el transporte público. Si la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) finalmente expulsa estos vehículos de metro, trenes, buses y tranvías, la ordenanza quedará un tanto desactualizada de nuevo.

El seguro obligatorio para patinetes, además, avanza por otros cauces. Como detalló este diario en noviembre, la Dirección General de Tráfico ha cambiado su opinión al respecto e incluso la Fiscalía General del Estado apuesta ahora por esta medida. Las instituciones mueven ficha en vista de la "epidemia" de accidentes de patinete eléctrico que denuncian los médicos, en especial en Barcelona.

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