Daño patrimonial

Barcelona limpia al fin las polémicas pintadas de la basílica del Pi

Un año a la espera: las pintadas de las basílicas del Pi y del Mar

Barcelona aprueba una brigada rápida antigrafitis

Limpieza con arenado a muy baja presión de las pintadas en la basílica del Pi de Barcelona

Limpieza con arenado a muy baja presión de las pintadas en la basílica del Pi de Barcelona / Manu Mitru

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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El Ayuntamiento de Barcelona inicia este martes la limpieza de las polémicas pintadas en la basílica del Pi. Como denunció este diario este mismo abril, llevaban más de un año a la espera. El templo del barrio Gótico recibió una marca en la fachada y otra, mucho mayor y problemática, en una pared elevada de difícil acceso donde se conserva un escudo del siglo XIV. La aparición de estos grafitis y otros recientemente borrados de Santa Maria del Mar reavivó el debate sobre el impacto del grafiti vandálico en el patrimonio histórico.

Las labores de limpiado requerirán al menos 4 días de trabajo in situ, avanzan a El Periódico fuentes municipales. Los operarios de la brigada han vallado la zona y montado un elevador a primera hora, y hacia mediodía han empezado a las primeras intervenciones sobre la piedra. Al tratarse de un edificio catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional –la máxima categoría–, la Comisión de patrimonio de la Generalitat ha tenido que autorizar la metodología y productos usados para retirar la pintura sin dañar la fachada ni el escudo.

Un elevador permite alcanzar y limpiar uno de los grafiti en la fachada de la basílica del Pi

Un elevador permite alcanzar y limpiar uno de los grafiti en la fachada de la basílica del Pi / Manu Mitru

El sistema elegido es el arenado a muy baja presión, porque la iglesia del Pi está hecha de piedra de Montjuïc, un material característico de Barcelona pero muy poroso. La pintura penetra fácilmente en la piedra y cuesta mucho retirarla sin deteriorar capas valiosas bajo la superficie, como la policromía que se cree que esconde este escudo.

Por todo ello, técnicos de arqueología y restauración han visitado la basílica los últimos meses para valorar in situ las pintadas. Aunque se prevé cara, el consistorio todavía no sabe qué le costará exactamente limpiar estos grafiti. Dependerá de cuantos días tengan que trabajar en ello los especialistas y los productos usados, entre otros factores.

Los grafiti en la fachada de la basílica del Pi han esperado más de un año a la brigada municipal de limpieza

Los grafiti en la fachada de la basílica del Pi han esperado más de un año a la brigada municipal de limpieza / Manu Mitru

Un año de espera

Como explicó El Periódico, esta rehabilitación ha tardado más de un año en llegar pese a que los responsables de la parroquia denunciaron los daños rápidamente a los Mossos d’Esquadra. Fuentes municipales remiten al largo procedimiento de valoración y autorización, si bien alegan que consistorio y Generalitat establecieron “un protocolo de actuación para agilizar” estos trámites. “Lamentamos que todavía no se hayan eliminado los grafitis que daña un edificio patrimonial catalogado como bien cultural de interés nacional”, declaraba el arzobispado de Barcelona a este diario hace tres semanas.

Nuevo contrato

El gobierno de Barcelona confía en el futuro contrato especial para la limpieza de pintadas, que cubrirá los dos próximos años (2024-2026) y ampliará esta brigada con un 30% más de trabajadores. Incluirá edificios con valor patrimonial que hayan sido vandalizados, aunque no sean públicos, consolidando las excepciones que ya tiene que realizar hoy el consistorio por actos incívicos contra monumentos. La actual limpieza del Pi se sufraga con el Pla Cuidem Barcelona, un apéndice de la nueva contrata de limpieza pensado para afrontar puntos negros e imprevistos. 

Labores de limpieza de las pintadas en la basílica del Pi de Barcelona

Labores de limpieza de las pintadas en la basílica del Pi de Barcelona / Manu Mitru

En paralelo, Barcelona trata de disuadir a los grafiteros con más presión policial. Los denuncias contra autores de grafitis y pintadas han aumentado significativamente. Según los datos aportados por la Guardia Urbana a este diario, en el año 2021 hubo un total de 281 denuncias, mientras que el año pasado ascendieron hasta las 328, lo que implica un aumento de un 16,7%. No obstante, la mayoría de veces no se los coge in fraganti y, por tanto, no se les logra castigar. Las multas previstas oscilan entre los 300 y 500 euros.

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