El Guinardó se resiste a perder el lago por la carpa del Mercado de la Estrella: "Es un contrasentido"

El malestar de parte del Baix Guinardó, en Barcelona, por el traslado provisional del Mercado de la Estrella al parque del barrio ha vuelto a plasmarse esta viernes. Varias decenas de vecinos se ha concentrado esta tarde en los Jardines del Baix Guinardó, como muestra de rechazo a la decisión del ayuntamiento de secar el lago del recinto y plantar sobre él la carpa con los puestos de venta. La organización convocante de la protesta festiva, la plataforma Salvem el Parc, se propone presentar un recurso contencioso en el juzgado para impedir que el entoldado llegue siquiera a montarse. Se prevé que las obras para instalar la carpa empiecen el próximo enero. De cumplirse el pronóstico, el mercado provisional abriría puertas en julio de 2024.

No es la primera vez que los vecinos se movilizan contra las intenciones del consistorio. Ya lo hicieron el otoño pasado, cuando el consistorio pretendía alzar el mercado provisional dentro de los jardines, en la explanada colindante al lago. Los manifestantes consiguieron entonces que la alcaldesa Ada Colau desautorizase el proyecto del que dijo no saber nada, ideado por el Institut de Mercats (en manos del PSC), y paralizase el traslado para reconsiderar la decisión.

El viraje provocó un choque con los paradistas, agotados por el retraso en la mudanza mientras siguen en un edificio envejecido. También ha causado una brecha más en la coalición de Barcelona en Comú con el PSC, partidario de la idea inicial. Ahora, tras cuatro meses dirimiendo dónde desplazar a los vendedores mientras se remodela el mercado, el sector de los comunes del bipartito municipal ha acabado tolerando que los Jardines del Baix Guinardó alberguen la carpa, si bien moviéndola tan solo unos metros sobre el plan primigenio y a condición de vaciar el estanque.

"El psiquiatra del barrio"

“Estamos perplejos. Hacer un mercado sobre el lago que es el emblema del barrio es un contrasentido”, opone Patrícia Moya, miembro de la plataforma Salvem el Parc, que planea solicitar medidas cautelares en el juzgado para tratar de frenar que el edificio provisional se erija. La entidad asegura que acumula unas 4.000 adhesiones contra el propósito del ayuntamiento. "Con la crisis climática que tenemos encima, el lago va bien para bajar la temperatura en la zona, nos da paz y hace dos años que vienen patos, lo que es increíble en Barcelona. Aquí la gente viene a pasarlo bien. Que busquen otros sitios, porque los hay, como en medio de la calle en Alfons X o Pi i Margall, que es donde debe estar un mercado y no en un parque", aduce Moya.

"Este parque es el psiquiatra del barrio", define Soledad Arisó, una de las vecinas que se han congregado en los jardines. "Aquí la gente viene a desconectar, a disfrutar, a que le dé el aire, a que los niños jueguen... Si meten la carpa, lo partirán por la mitad. En la calle Sardenya tienen una cantidad enorme de terreno. ¿Por qué no lo llevan ahí? Además esto es el Baix Guinardó y el mercado es de Gràcia, no tenemos por qué cargar con el problema de otro barrio", rebate Arisó.

"Es una locura querer plantar una carpa en este parque, que los vecinos hemos recuperado después de muchos años siendo un cuartel", destaca Joseph Maas. Augusto le secunda. "Sería mejor que los pusieran en la Travessera. Poniéndolo aquí, habrá gente mayor que no bajará para venir a comprar y volver a subir luego con el carro cargado", predice.

Asun ha acudido a la protesta con su hijo, de siete años. "Me pregunta por qué quieren poner el mercado en el parque si hay súpers aquí al lado. Le preocupa que no podamos seguir viniendo a jugar. No hay muchos parques más en el barrio donde podamos ir", resalta. A Javier García le inquieta que las molestias que acarree el mercado, como los olores y la carga y descarga de mercancías, provoquen una desbandada en el parque. "Sería idóneo que lo llevaran a la ronda Guinardó, al lado del parque de les Aigües. Aquí no tiene sentido, es una barbaridad y una tomadura de pelo. Con el mercado habrá ruido, cuando ahora los jardines son nuestro oasis y un espacio de tranquilidad", remacha.