Las mujeres regresan con ganas a otro 8-M multitudinario en Barcelona

Este miércoles las mujeres han vuelto a las calles para movilizarse con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con fuerza y ganas de recuperar la masividad de las protestas del 2018 y el 2019. En esta ocasión, han sido 40.000 según la Guardia Urbana, y 60.000 según las organizadoras, las asistentes que han teñido de morado el centro de Barcelona en la manifestación principal, convocada por la Assemblea 8M.

La marcha ha arrancado poco después de las 18.30 horas en la plaza Universitat. La marea morada la han conformado grupos de amigas, compañeras de trabajo, miembros asociaciones, vecinas y hasta familias, todas unidas para recordar que, aunque hemos avanzado, todavía queda mucho por hacer para conseguir una igualdad real. 

La protesta, como es costumbre, ha dejado ver carteles con lemas originales. "Las mujeres ya no lloran, las mujeres actúan", “No somos histéricas, somos históricas”, “Soy la artista, no la musa”, “Calladas no estamos más guapas", o “Ni una más”, son algunas de las frases que han levantado las mujeres durante la manifestación. También las más pequeñas se han sumado a las pancartas: “No quiero ser princesa, quiero ser alcaldesa”, reza la cartulina de una de las niñas presentes.

Gritar la rabia

“No es un día de fiesta, es de protesta”. Sandra, Cristina, Carolina y Marta lo tienen claro. Así lo muestran en su pancarta y con sus palabras: “Protestamos por nuestros derechos, para que se igualen los de las mujeres y los hombres. Y por las que no están. La gente piensa que hoy es un día de fiesta, que es para cogerse el día libre, y no. Es para protestar y reivindicar derechos. Este año volvemos con más ganas que nunca”, declaran.

"A mí también me gustan las mujeres y no las acoso" es la frase que puede leerse en el cartón que sujetan Laia, Julia y Pau, tres jóvenes que marchan juntos por la Gran Via. “Venimos aquí para reivindicar los derechos de las mujeres, por la igualdad, y para desahogarnos”, dicen las dos chicas.

“Aquí te quitas toda la rabia acumulada de todo el año contra los hombres que nos hacen cosas. Miradas, silbidos, comentarios… y otras cosas. Nos han perseguido, se han hecho pajas delante nuestro hombres desconocidos. Pero también salimos por todas las cosas que nosotras no sufrimos, pero que viven otras mujeres. Y para que no se pierda toda la lucha que hicieron nuestras antepasadas”, explican Laia y Julia. A todo esto, su amigo Pau añade: “yo también vengo porque he vivido con ellas los comentarios o pitidos de los coches que sufren cuando van por la calle, y vengo a pedir que se deje de hacer”. Las dos jóvenes también aseguran que les gustaría “no tener que hacer más 8-M”: “Me da rabia cuando alguien dice que ya hay igualdad. La situación ha mejorado, pero no podemos quedarnos con eso. Queda mucho por hacer. Si hay tanta gente aquí, es porque aún es necesario”, concluyen.

Miriam, Melanie y Emma son una abuela, madre e hija que también se han juntado este 8-M para clamar por sus derechos, y por los de las que vendrán. "Somos tres generaciones de mujeres que seguimos luchando por la conquista de derechos. La pequeña -de dos años- representa a la generación más joven, y seguramente disfrutará de más libertades e igualdad que nosotras, pero sobre todo hoy reclamamos justicia y que ella pueda disfrutar de una vida libre”, subrayan. Asimismo, ellas tampoco olvidan a las que ya no están: “También venimos representando a todas las que murieron, a las que la justicia no alcanzó”.

Entre antorchas prendidas y sonidos de tambores, palmadas, gritos y música, la manifestación ha avanzado pacíficamente por la Gran Via de les Corts Catalanes hasta la plaza de Tetuan, para luego continuar por el paseo de Sant Joan y culminar en el paseo de Lluís Companys. Allí, hacia las 20.45, se ha realizado la lectura del manifiesto de la protesta del 8-M y, con él, se ha puesto punto y final a otra jornada de huelga. Ya de noche, se han escuchado los últimos cánticos -por ahora-: "Viva, viva, viva, la lucha feminista", "La noche es nuestra, ninguna agresión sin respuesta".