El Plan de Barrios de Barcelona consigue mejorar la salud de los vecinos, según un estudio

Un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) constata que las actuaciones del Plan de Barrios del ayuntamiento, para combatir la segregación territorial, mejoran la salud del vecindario; especialmente la de las mujeres, y que su repercusión es mayor en la medida que aumentan las intervenciones.

"Podemos decir con contundencia que permite mejorar la salud de vecinos y vecinas, sobre todo mujeres que viven en estos barrios", ha asegurado la concejala de Salud, Envejecimiento y Cuidados, Gemma Tarafa, en la presentación del estudio Evaluación de los efectos en la salud del Plan de Barrios 2016-2020 de la ASPB, que analiza los efectos que tuvo el primero de estos planes municipales exclusivamente sobre la salud en los 16 barrios donde se aplicó.

La principal conclusión del estudio es que el Plan de Barrios de Barcelona ha tenido efectos positivos sobre la salud de la población que vive en las zonas afectadas desde el inicio de la intervención y con efectos más intensos en aquellas zonas con mayor nivel de inversión.

Más recursos, más calidad de vida

Entre los datos que aporta el informe, Tarafa ha destacado la mejora en un 15,5% en la salud mental, en un 21,7 % en la salud percibida y en un 13,7 % en la actividad física moderada intensa de las mujeres que viven en estos barrios donde se intervino en comparación con los barrios con indicadores socioeconómicos similares en los que no se aplicaba el Plan de Barrios.

"Los resultados son bastante espectaculares", ha señalado el teniente de alcalde de Plan de Barrios, Jordi Martí, ante los resultados de este primer estudio.

Para Martí, la idea esencial "es que hay una correlación positiva entre los recursos por habitante que se destinan y la calidad de vida de ese habitante", junto a la de que son "el conjunto de las actuaciones lo que mejora el aumento de la calidad de vida".

Los resultados del análisis realizado por la ASPB demuestran una serie de efectos favorables a corto plazo sobre la salud mental, la actividad física y en la salud percibida entre las mujeres de los barrios que experimentaron una alta intensidad en la intervención, es decir, específicamente en los nueve barrios que tuvieron una inversión por encima de los 727,6 euros por habitante fue superiores a los de los siete en que esta fue inferior.

Entre otras conclusiones del estudio, la gerenta de la Agencia Salud Pública de Barcelona (ASPB), Carme Borrell, ha destacado también que en los barrios del plan se ha observado un menor riesgo de contraer la COVID-19 durante la primera ola de la pandemia, entre febrero y julio de 2020.

Según el informe, el riesgo relativo de contraer la COVID-19 durante la primera ola de la pandemia, fue inferior en un 11% en mujeres y del 23% en hombres con respecto a los barrios que en parecidas condiciones socioeconomías no tenían en marcha en ese momento un Plan de Barrios.

La ASPB ha estudiado también otros indicadores del entorno, como podría ser la percepción del tráfico o del ruido como problema, así como el número de lesiones por accidentes de tráfico. En estos tres casos, el informe concluye que el Pla de Barris no ha tenido ningún efecto favorable