Seguridad

Agentes de la Guardia Urbana denuncian malas condiciones en su nueva comisaría del Raval

La policía local se trasladó a estas nuevas dependencias de la calle Tàpies el pasado mes de diciembre

Nueva comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona situada en la calle Tàpies, en el Raval

Nueva comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona situada en la calle Tàpies, en el Raval / Ferran Nadeu

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La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado a través de un comunicado que los agentes destinados a la nueva comisaría de la Guardia Urbana de Ciutat Vella -inaugurada en diciembre-, sufren "continuos ataques vandálicos" desde que los agentes fueron destinados a esta nueva sede de la calle Tàpies de Barcelona.

"La zona de reserva para vehículos de la calle Drassanes y Sant Oleguer, donde se aparcan tanto vehículos policiales como vehículos particulares de los agentes, no hay vigilancia y, desde prácticamente su inauguración, vienen sufriendo actos vandálicos: rotura de retrovisores, rayadas... y en los asientos de las motocicletas han aparecido defecaciones, orines y jeringuillas clavadas en ruedas y asientos", sostiene el escrito del CSIF.

Asimismo, el sindicato añade que "los agentes también sufren el lanzamiento de objetos contra ellos, que les realizan los vecinos, cuando estos policías pretenden hacer uso de los vehículos logotipados que están estacionados en la vía pública" y que en una ocasión tuvo lugar el "incendio de contenedores" justo delante de la comisaría.

Desde CSIF declaran que “ya les advertimos de que la ubicación de esta comisaría era un error por diversos motivos, entre los que destacábamos los inherentes a la seguridad del edificio y la evidente carencia de protección en las reservas de vehículos” y solicitan una solución; no solo para el asunto de la seguridad, sino también para las instalaciones, que son "bastante deficientes", en su opinión.

Fuentes municipales han asegurado a EL PERIÓDICO que "no ha habido ninguna moto vandalizada" aunque sí reconoce otros incidentes: "Un día una persona tiró una piedra contra un coche, se le detuvo y se le derivó a un servicio de salud mental", cuentan. Esa misma noche, hubo una quema de contenedores "sin afectaciones". Al cabo de unos días, tres coches "aparecieron con salsa de tomate". Sobre las jeringuillas, desde el consistorio comentan que "no tienen constancia".

A pesar de estos incidentes, el Ayuntamiento de Barcelona asegura que "no hay un problema de seguridad" y que la comisaría está funcionando "con todas las garantías", y recuerda que cerca de la comisaría hay un aparcamiento público, con entrada por la avenida del Paral.lel, con una zona reservada para vehículos policiales que sí tiene acceso cercado con una reja y seguridad.

Sobre las presuntas deficiencias en las instalaciones, las mismas fuentes han explicado que existe un problema con el aire acondicionado y el agua caliente. No obstante, matizan que este "no es un problema del edificio, sino de las empresas contratadas, que lo tienen que arreglar", y que "desde el principio se está hablando con los proveedores y suministradores" para resolverlo.