Golpe para el gran mercado de Barcelona

El traspaso del histórico Pinotxo de la Boqueria deja en el aire la continuidad de la marca

El popular Juanito, jubilado hace pocos meses, ha vendido la parada a otro empresario y el ayuntamiento ha aprobado la operación

Dídac, Jordi Asín, su mujer Maria José, y el resto de su equipo.

Dídac, Jordi Asín, su mujer Maria José, y el resto de su equipo. / JORDI COTRINA

Patricia Castán

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El bar continuará funcionando presumiblemente a toda máquina, pero la esencia del Pinotxo ya ha desaparecido oficialmente de la Boqueria. El traspaso de las paradas que ocupaba en el popular mercado es un hecho, y fue aprobado por el Instituto de Mercados de Barcelona, o sea, el ayuntamiento, hace solo unos días. Pero deja en el aire muchas incógnitas sobre la continuidad de la icónica marca local.

El nuevo titular, a través de una sociedad, es el mismo que hace unos pocos años adquirió el Bar Central de la Boqueria y que desde mucho antes cuenta con otros restaurantes y negocios en la Rambla. No han trascendido los detalles de la operación, pero sí se sabe que hace tres años el establecimiento ya recibió ofertas millonarias por su potencial traspaso, aunque tras la pandemia había bajado algo su cotización. Lo que sí es seguro es que su nuevo propietario no ha solicitado ningún permiso de obras para hacer cambios, de momento.

Joan Bayén, Juanito, 'Pinotxo'.

Imagen de archivo de Juanito en El Pinotxo. / EP

Con el mercado en obras por el cambio de pavimento y cierres forzosos organizados por fases, toda la zona donde se ubica el bar ha reabierto al público este lunes tras varias semanas de persianas bajadas. Pero el Pinotxo llevaba un par de años cerrando los lunes, así que habrá que esperar a este martes para saber si se inicia ya una nueva etapa o se preparan cambios. El rótulo sigue siendo el habitual.

Saga de hosteleros

Como informó este diario hace unas semanas, Juanito Bayén, conocido como 'Pinotxo', se jubiló recientemente con 89 años por motivos de salud, pese a su pasión por la Boqueria. Era el titular único desde hacía décadas de dicho espacio (en régimen de concesión municipal), aunque se había asociado hacía más de dos décadas con sus sobrinos en la gestión del negocio, con la marca Bar Pinotxo. Uno de ellos falleció, pero el otro, Jordi Asín Bayén (hijo de la hermana de Juanito, también siempre ligada al bar), su mujer y su hijo llevaban el día a día del negocio, desde las compras a la cocina y el servicio, junto con un pequeño equipo.

Hasta hace pocos meses, el carismático Juanito aún se dejaba ver por la barra, donde se había convertido en un símbolo local, siempre ataviado como un camarero clásico, con chaleco y pajarita, y centrado en el servicio de cafés. Pero cuando tuvo que dejar de hacerlo, su sobrino aseguró que el Bar Pinotxo seguiría latiendo y la familia no tenía intención de venderlo. El establecimiento, a unos metros de la Rambla, aparece en guías turísticas sobre Barcelona de todo el mundo.

Sin embargo, según fuentes próximas, los desacuerdos sobre la gestión, titularidad y explotación han derivado en desavenencias familiares que se han saldado con el repentino traspaso por parte de Bayén, que este lunes ha avanzado Betevé. Ha cogido por "sorpresa" a una parte de la familia, que están analizando la situación antes de pronunciarse al respecto y tomar decisiones.

En el mercado, la noticia ha dejado mal sabor de boca. Duele que una estirpe de comerciantes tan arraigada a la Boqueria (en el interior del recinto desde el año 40 aproximadamente, y antes en la plaza de la Gardunya) salga así de la escena. Apenas un puñado de establecimientos siguen en manos de sagas históricas de comerciantes, como informó este diario. Ni el recetario podrá ser el mismo, ni posiblemente la marca Pinotxo, salvo que toda la familia así lo autorizase finalmente con algún tipo de acuerdo.

En obras y cambios

Este nuevo movimiento en el seno del recinto llega en un momento en que otros puestos han sufrido traspasos durante la pandemia y la Boqueria ha recuperado el turismo, con una oferta muy enfocada a este público. Los operadores que continúan se debaten entre el comercio tradicional y los productos elaborados para el viajero, en un difícil equilibrio y dudas sobre su modelo.

El espacio prosigue la operación de cambio de pavimento, que durará un total de 10 semanas, siempre con parte de la oferta operativa. Desde ayer y hasta el 26 de marzo está cerrada al público la mitad sur (el lado izquierdo entrando por la Rambla), incluido una parte del pescado. La actuación está presupuesta en 1,4 millones de euros.

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