Hoja de ruta metropolitana

Las ciudades del Besòs buscan 500 millones para salir del atolladero

El AMB cuantifica el coste de proyectos pendientes para sofocar necesidades en Badalona, Santa Coloma, Sant Adrià, Montcada y barrios de Barcelona pegados al río

La margen del río Besòs a su paso por Santa Coloma de Gramenet.

La margen del río Besòs a su paso por Santa Coloma de Gramenet. / FERRAN NADEU

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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Los ayuntamientos de las ciudades de la desembocadura del Besòs se desgañitan desde hace años por dejar de ser tratados como el patio trasero de la gran Barcelona. Badalona, Santa Coloma de Gramenet, Montcada i Reixac y Sant Adrià de Besòs han clamado más de una vez juntos para urgir a la Generalitat y otras grandes administraciones que alivien la pobreza, las necesidades y los proyectos encallados que se acumulan desde hace décadas arrinconados en una multitud de barrios ribereños al río, también en los que pertenecen a la capital. 

La lista de planes y compromisos con buenos propósitos para redimir a la corona norte de la urbe empieza a ser amplia, aunque acreditan unos resultados aún insuficientes por falta de inversión, según se quejaron cuatro alcaldesas y un alcalde (incluida Ada Colau) en la enésima llamada de socorro que lanzaron semanas atrás. A la colección de documentos bienintencionados para el Besòs se añade ahora una nueva hoja de ruta, elaborada por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB). A diferencia de otras ocasiones, se estima el desembolso que las instituciones públicas deben sufragar para paliar carencias y apuros en la zona: unos 500 millones de euros.

La llamada ‘Estrategia metropolitana en el Besòs’ cuantifica cuánto costarían ciertos proyectos enquistados en la periferia barcelonesa y que resultan apremiantes desde hace años, algunos de sobras conocidos. Se extienden por las cuatro localidades que lindan con Barcelona por el flanco del Besòs y cuatro barrios de la capital: Vallbona, Trinitat Vella, Baró de Viver y Bon Pastor. Albergan 445.000 habitantes en 60 kilómetros cuadrados. 

Por ejemplo, la mejora de los pasos subterráneos y el aislamiento acústico de la brecha que la C-31 abre en Badalona se tasa en unos 25 millones de euros; la descontaminación de la franja de playa de 1,5 kilómetros entre Sant Adrià y Badalona sube a otros 25 millones; el conjunto de obras para desviar el colector de aguas residuales que circunda la orilla del mar suman un montante de 15 a 18 millones de euros. Por cierto, el AMB debe ejecutar esos trabajos con fondos de la Agència Catalana de l'Aigua y resultan claves para el plan urbanístico que se concibe alrededor de las Tres Xemeneies. En todo caso, no se espera que la retirada de la cañería y la limpieza del terreno empiecen antes de dos o tres años.  

La alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete; el primer teniente de alcalde de Montcada i Reixac, Jordi Sànchez; el vicepresidente ejecutivo del AMB, Antonio Balmón; la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, y el alcalde de Badalona, Rubén Guijarro.

La alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete; el primer teniente de alcalde de Montcada i Reixac, Jordi Sànchez; el vicepresidente ejecutivo del AMB, Antonio Balmón; la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, y el alcalde de Badalona, Rubén Guijarro. / AMB

El memorando calcula que se requieren 30 millones de euros para rehabilitar 618 edificios, 185 millones para levantar 1.039 domicilios promovidos por el AMB y 58 millones más para 454 pisos a cargo del Incasòl, dependiente de la Generalitat. A grandes rasgos, el documento calcula que se necesitan 64 millones de euros para políticas de integración urbana y conectividad; 13 millones para la recuperación de las márgenes del río Besòs; 67 millones para adecentar la costa, y 100 millones en medidas de rehabilitación y mejora urbana, entre otras.   

Sin calendario

Cantidades al margen, el documento no implica una obligación de que cada una de las propuestas que cita deban llevarse a cabo, más allá de que la Generalitat o el AMB ya tienen programadas algunas, como la construcción de vivienda pública. Tampoco se precisa un calendario de ejecución -si bien el organismo sugiere que es un plan a desarrollar en una década- ni se concreta cómo deberían repartirse los costes entre las diferentes instituciones públicas. El AMB evita decir por ahora qué importe está dispuesto a sufragar en el Besòs

Los responsables del ente metropolitano explican que el documento es un punto de partida, uno más para una zona que reclama hechos tangibles. En este caso, ofrece asesoría técnica y arropa a los ayuntamientos de las inmediaciones de Barcelona para procurar que se propicien las negociaciones que hagan fluir las inversiones, una tarea en la que los municipios han sentido a menudo que les faltaba capacidad de incidencia. Se han producido contactos, pero queda mucho por recorrer. 

“Se trata de ver cómo empezamos a coordinarnos hablando de cosas concretas”, postula el gerente del AMB, Ramon Torra. Sostiene que resulta “imprescindible” sincronizar al Gobierno central, la Generalitat y los entes locales para distribuirse el gasto con el que “revertir situaciones de desigualdad” a la orilla del Besòs. El AMB aspira a concitar una entente que, si cristaliza, tardará en dar frutos, advierte Torra. “Este territorio no se transforma en dos días”, zanja.  

Dañados por la crisis

“Es necesaria la concertación, pero buscamos cambios que puedan mejorar la calidad de vida con inmediatez”, enfatiza el director de proyectos singulares del AMB, Jaume Vendrell. El directivo recuerda que hay barrios del entorno el río “con problemas sociales y urbanísticos que se han convertido en endémicos”. 

“Sufren una mayor incidencia de efectos negativos inducidos por la crisis, a causa de unos bajos niveles de formación y un mayor índice de paro. La vulnerabilidad urbana y habitacional es mayor que en el conjunto metropolitano”, diagnostica Vendrell. Puntualiza que el territorio también guarda potencial: “Hay un sistema de transporte público eficaz, con cinco líneas de metro con 30 estaciones, algo que no pasa en la banda del Llobregat. El sistema universitario es solvente, con tres campus de tres universidades”. 

Dos pescadores en el tramo donde se unen Sant Adrià de Besòs y Badalona.

Dos pescadores en el tramo donde se unen Sant Adrià de Besòs y Badalona. / RICARD CUGAT

El dirigente se refiere a los polígonos industriales como el paradigma de lo que cabe rescatar de la degradación para brindar oportunidades que mejoren la vida de los vecinos. Cree que los industriales y los propietarios de las naves también deberían arrimar el hombro. “Están a un cuarto de hora de la plaza Catalunya, con una infraestructura de comunicaciones fantástica, pero sus características los hace poco competitivos. Tienen actividades económicas muy bien cualificadas, pero se plantean marcharse. No puede ser que haya una empresa que construye alas y componentes de aviones en el polígono de Badalona Sud que tenga problemas porque hay boquetes junto a la puerta”, tercia Vendrell.

Al igual que la Generalitat, el AMB se incorpora este año al Consorci del Besòs, un organismo hasta ahora más bien falto de fondos y de atribuciones, que agrupa a cinco ciudades del entorno del río. El organismo metropolitano inyectará 300.000 euros al ente cada año y la Generalitat, 862.070 euros. El AMB niega que su estrategia para el Besòs hurte protagonismo al consorcio. “Es un instrumento de ejecución. Puede ser la administración actuante en algunos de esos proyectos”, sugieren sus responsables.