Patrimonio histórico

Barcelona 'rescata' una excepcional pintura agrietada del siglo XVIII

El ayuntamiento y la Generalitat comprometen 650.000 euros para salvar el mural de la biblioteca del Ateneu Barcelonès y remodelar dos plantas de la sede

La grieta, protegida con una malla, de los murales de 'El Vigatà' que decoran la biblioteca del Ateneu Barcelonès

La grieta, protegida con una malla, de los murales de 'El Vigatà' que decoran la biblioteca del Ateneu Barcelonès / Ateneu Barcelonès

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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La amenaza de desprendimientos ha puesto en riesgo un tesoro pictórico excepcional en Barcelona. El mural del siglo XVIII que decora la cúpula de la biblioteca del Ateneu Barcelonès es una ‘rara avis’, la única pintura al temple de Francesc Pla, ‘El Vigatà’, que se halla en un edificio abierto al público y que se ha conservado en el mismo lugar desde que se compuso en 1796. La institución cultural se ha enfrascado en salvar uno de sus emblemas patrimoniales, aquejado por “unas grietas" en la bóveda que sostiene el mural y "que, en los últimos tiempos, han producido pequeñas caídas continuas de material”, tal como figura en el informe redactado por un equipo de arquitectos. 

El Ateneu ha elevado a “prioridad” recobrar la obra dieciochesca, ubicada en el antiguo gran salón de la planta noble del Palau Savassona, sede de la sociedad cultural desde 1906 y protegida con la máxima catalogación posible. "La actuación principal para reforzar la bóveda se hizo durante el verano y se repararon las grietas. Ahora queda pendiente repintar la pintura de 'El Vigatà'", precisa Elisabet Cirici, miembro de la junta de la sociedad cultural.

El coste de restaurar el mural se estimó en 102.437,47 euros. Al margen, el Ateneu ha empezado a reconfigurar la segunda y la tercera planta del inmueble de la calle Canuda, unas labores que la institución está acabando de presupuestar para ajustarlas a las ayudas públicas que se le han concedido en las últimas semanas. El Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a entregar 400.000 euros por las tareas de protección de la pintura y la remodelación del inmueble, mientras que la Generalitat destina 250.000 euros.

El Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) abonará el 80,01% de cada una de las facturas hasta que los trabajos se completen. El pago se repartirá en una transferencia de 200.000 euros como máximo en concepto de subvención este año y otro ayuda por la misma cifra en 2023, según el convenio que el organismo que depende del consistorio ha sellado con la sociedad cultural.

Además, el Ateneu hace saber que el Govern respalda las obras con dos pagos. Una de las cuantías asciende a 200.000 euros y otra sube a 50.000 en concepto de conservación y mantenimiento. "En esencia, la aportación del ayuntamiento costea la reparación de la bóveda de la biblioteca y también parte de las obras de la segunda y tercera plantas. Y con la de la Generalitat complementaremos los trabajos en las dos plantas, repararemos unos porticones de la sala Bohigas y restauraremos las pinturas de 'El Vigatà' en el techo de la biblioteca", enumera Cirici.    

Biblioteca del Ateneu Barcelonès.

Biblioteca del Ateneu Barcelonès. / JOAN CORTADELLAS

Espacios históricos

El convenio promovido por el ICUB justifica que “el Ateneu Barcelonès afronta una doble necesidad” en el “mantenimiento de algunos espacios emblemáticos del edificio”. El dossier del proyecto de obras alega que era preferente rehabilitar la bóveda deteriorada que sustenta las pinturas para “garantizar la estabilidad del edificio y la preservación del patrimonio pictórico”.

La operación para arreglar el techo ha sido "compleja", constata Cirici. Fue necesario desmontar las butacas y el pavimento de la sala Bohigas, situada justo encima de la biblioteca, para penetrar por arriba en la cubierta deformada, al fin de evitar que el mural se lastimara.   

Al margen, el Ateneu planea “recuperar el conjunto de los espacios históricos originales para los socios”, señalan los estudios que han llevado al consistorio a asumir parte de la inversión. La junta propone habilitar la segunda planta con una “nueva sala de usos polivalentes, donde poder llevar a cabo charlas, tertulias, conferencias o conciertos de cámara, y una sala de estudio para investigadores y socios”, especifica el informe del equipo de arquitectos. En paralelo, los servicios técnicos y administrativos de la entidad se trasladarán al tercer piso de la sede, “para poder disponer con libertad de la totalidad de la planta segunda para usos públicos”, justifica el dictamen.

El mismo documento señala que las obras “permitirán ejecutar un refuerzo estructural imprescindible de los forjados históricos” del suelo de la segunda planta del Palau Savassona. A su vez, el estudio diagnostica patologías en el techo de la biblioteca Jujol, ubicada también en el inmueble, que “daña el pavimento hidráulico superior y hace necesario su refuerzo”, indica.

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