La 'app' pública Picmi Taxi ya está operativa en Barcelona

Casi 10 años después de que se empezara a hablar del tema, Barcelona y su entorno metropolitano estrenan por fin una aplicación pública vinculada al taxi con la que poder solicitar un servicio que substituya la demanda a mano alzada desde la acera. El invento se llama Picmi Taxi y se ofrece dentro del paraguas de la 'app' metropolitana vinculada a la movilidad. Supone un paso más en la lenta digitalización de un gremio que ha visto como el sector privado iba adelantándole por la izquierda, por la derecha, por encima y por debajo. Para los taxistas, "un día histórico". Para la Administración, un paso más para que los coches amarillos y negros no circulen sin pasaje, lo que genera una innecesaria contaminación y congestión en una de las ciudades más densas de Europa.

Más allá del hecho en sí, la noticia permitirá calibrar la unidad del sector y sus reflejos ante esta oportunidad colectiva. Está por ver cómo reaccionan los usuarios ante el hecho de que no sea una aplicación con marca propia (hay que entrar a partir de la nave nodriza AMB Mobilitat), pero sobre todo está por ver si los taxistas la hacen suya y realmente se convierte en una alternativa al resto de radioemisoras o 'apps'. Tiene, sin embargo, limitaciones importantes, como el hecho de no poder pagar a través de la misma o no permitir reservas anticipadas. Es, en resumidas cuentas, la aplicación del taxi para ahora mismo. "Es un día histórico para nosotros, pero también estamos muy preocupados porque me da miedo que no la sepamos aprovechar", ha argumentado Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi.

El 'Match'

El funcionamiento es muy simple. El usuario entra en AMB Mobilitat, acude a la pestaña del taxi y le aparece la opción de Picmi Taxi, con la que solicitar un servicio inmediato. Hay que detallar el destino y la 'app' ofrece un cálculo aproximado del precio. La geolocalización encuentra taxis cercanos y manda la solicitud a los conductores. De la lista de aspirantes, el algoritmo elige al más indicado (por cercanía, sobre todo) y entonces se produce el 'match' entre ciudadano y coche. Pasados unos minutos, el vehículo llega al lugar, recoge al pasajero y ahí termina la mediación de Picmi, que para nada interactúa en materia monetaria para evitar problemas con las autoridades de la Competencia.

Detalles importantes: el taxista no sabe el destino (podría tener la tentación de rechazar al cliente), no sabe el coste orientativo que sí conoce el viajero y tiene que llegar con el módulo en verde ya activar la tarifa una vez estemos dentro. En el caso de que no haya nadie en las cercanías, Picmi Taxi derivara la petición a las radioemisoras debidamente registradas y de las que forman parte cerca de 35% de las 10.521 licencias activas en el área metropolitana de Barcelona.

Laia Bonet, teniente de alcalde de Movilidad y presidenta del Instituto Metropolitano del Taxi (IMT), ha recordado que esta tecnología va de la mano de instalación de microparadas de taxi (de dos a cuatro plazas) por toda la ciudad. Ya se han pintado 51 y la idea es llegar a las 140 durante 2023, de manera que la ciudad dispondrá de 465 apeaderos de taxi al terminar el año que viene. Con todo, el consistorio no se plantea "ni a corto ni a medio plazo" prohibir que los chóferes circulen con el verde en el techo, esto es, a la caza de clientes. "Mucho tiene que cambiar las situación en cuanto a brecha digital para que nos lo planteemos", ha detallado la concejala socialista. Según cifras municipales, el 60% del tiempo de circulación lo pasan con el asiento de detrás vacío, lo que equivale, en global, a cerca de 300 millones de kilómetros anuales de polución y congestión, amén de la factura en combustible.

Álvarez ha insistido en la necesidad de apostar por la nueva 'app'. De hecho, según indica el IMT, será obligatoria para todos los taxistas. "Llevamos muchos años quejándonos de que la Administración no hace nada, ahora depende de nosotros que esto funcione y que podamos ser mejores". Desde Taxi Companys, Luis López ha aplaudido la iniciativa, aunque ha lamenta que el sector privado vinculado al taxi "siempre haya ido más deprisa que el público". Ha aprovechado para pedir una aplicación similar a nivel de toda Catalunya y ha reclamado, como ya hicieran en el pasado, que el taxi pueda incluirse en la T-Mobilitat, algo que el Govern no descarta pero que no contempla todavía.