Urbanismo y sostenibilidad
El bicibús estrena señalización propia en las líneas del Eixample
La movilidad escolar en bicicleta se consolida con paradas que se integran en la red de movilidad colectiva de Barcelona
Carlos Márquez Daniel
Periodista
Periodista especializado en Barcelona. En 'El Periódico' desde principios de siglo. Los últimos 15 años, dedicados a la información local: movilidad, urbanismo, infraestructuras, política municipal, barrios, área metropolitana y medio ambiente. Colaborador habitual en los programas de televisión 'Planta Baixa' (TV3) y 'Bàsics' (Betevé).
Carlos Márquez Daniel
Pintura no es infraestructura, pero un poste sí lo es, así que si el bicibús ya tiene parada de inicio propia en dos de sus líneas más consolidadas, eso significa que ya forma parte inequívoca de la ciudad y de su movilidad. Barcelona dispone ya de 13 rutas de autobús ciclista, y ahora dos de ellas podrán estrenar esta misma semana un indicador de origen de recorrido. Son las del Eixample y la señal está instalada en las plazas de Conxa Pérez (supermanzana de Sant Antoni) y Letamendi (junto a Hacienda).
Fue una petición de los impulsores del bicibús y el distrito del Eixample, liderado por el concejal de Barcelona en Comú Pau Gonzàlez, vio con buenos ojos la propuesta. La parada incluye un código QR con la información básica de las líneas: recorrido y horarios; del mismo modo que las paradas de bus incorporan todos los detalles referentes a las líneas que pasan por ese punto. Es muy probable que otras líneas con el recorrido ya consolidado acaben incorporando puntos de inicio similares una vez superada esta prueba piloto. La de Sarrià, por ejemplo, bien podría tener un poste en la plaza de Molina. Sería un buen homenaje para la que fue la primera línea de bicibús de Barcelona, inaugurada en el primer trimestre de 2021 y liderada por el colegio Santa Isabel.
Integración
Rosa Suriñach, una de las promotoras del bicibús del Eixample, celebra la instalación de la parada física, un elemento, sostiene, que deja claro que esto "no es una cosa efímera y que ya forma parte de la red de movilidad de Barcelona". "Tener visibilidad consolida todavía más el proyecto", resume. Su línea, la de Sant Antoni, empezó a funcionar de lunes a viernes el pasado 13 de octubre, no solo los viernes como había hecho hasta ahora desde el inicio del curso 2022-2023. De momento, de lunes a jueves se están apuntando medio centenar de personas, entre padres y niños, mientras que los viernes superan los 100 participantes. Siempre, con la Guardia Urbana cerrando el grupo y evitando encontronazos con coches y motos. Ampliar los días, comparte, ha animado a familias nuevas a participar del bicibús.
La semana pasada se celebró en el ayuntamiento la segunda reunión de la mesa de la movilidad escolar, cuya primera sesión, el 6 de septiembre, terminó con la alcaldesa Ada Colau prometiendo un protocolo para que todos los distritos faciliten la logística de los bicibús. El consistorio presentó un primer borrador normativo "en el que se delimita -señala Suriñach- qué se puede hacer y qué no en la calzada y el espacio público". "Echamos de menos -prosigue- que se concrete un poco más el apoyo a la expansión de bicibús por la ciudad". En cualquier caso, se seguirá trabajando para alcanzar cuanto antes un documento de consenso.
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