Barcelona

Las líneas L9 y L10 del metro, cortadas por una fuga de agua

Incidencias menores han causado también retrasos en otras líneas, como la L4 y la L5, la misma mañana

La nueva estación de Provençana, en la L10 Sud

La nueva estación de Provençana, en la L10 Sud / ELISENDA PONS

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El metro de Barcelona ha empezado el día con varias incidencias, la más relevante de ellas en los ramales de la L9 y L10 Sud. Una fuga de agua ha afectado estas dos líneas un poco antes de las ocho de la mañana, según ha anunciado Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) en sus redes sociales.

El servicio en la L9 Sud se ha podido mantener, aunque con importantes alteraciones. Dos lanzadoras enlazan la estación de Fira con Zona Universitària por una vía y con Torrassa por la otra vía, por lo que los trayectos se alargan. A partir de Fira y hasta el Aeropuerto el metro funciona con normalidad. Dos horas más tarde del inicio de la incidencia, TMB tildaba el servicio de "degradado". Pasadas las tres de la tarde, el servicio seguía con doble circulación de lanzaderas, lo que obliga a cambiar de andén en Fira y en Torrassa para completar el trayecto.

En cuanto a la L10 Sud, funciona solo el tramo entre las estaciones ZAL | Riu Vell y Provençana. No hay servicio entre Can Tries | Gornal y Collblanc, lo que afecta a la movilidad interna en l'Hospitalet de Llobregat. Un bus especial enlaza Can Tries | Gornal y Provençana. El tramo que da servicio a los barrios de la Marina de Barcelona, concretamente entre las estaciones Foc y Provençana, cuenta con una lanzadora por vía única, la misma solución proporcionada a la L9. Pasadas las tres de la tarde se mantenía el corte entre Provençana y Can Tries | Gornal.

Por ahora no se conocen las causas de la fuga de agua que ha motivado esta doble afectación al anegar una de las vías.

El resto de la red de metro no ha estado exenta de sorpresas, aunque de menores consecuencias. Una incidencia técnica en un tren en la estación Selva de Mar ha alterado la frecuencia de paso de la L4 amarilla, alrededor de las diez de la mañana. El servicio se ha normalizado a los pocos minutos, pero durante un rato ha quedado alterado el tiempo de espera. Y en la L5 azul, otra incidencia en un tren a la altura de Can Boixeres ha modificado también la frecuencia de paso de los convoyes pese a resolverse en pocos minutos. Una mañana complicada, pues, que contrasta con la habitual puntualidad y fluidez del metro de Barcelona.

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