Colau ficha al exsecretario de infraestructuras Ricard Font

El gobierno de Ada Colau ficha al exsecretario general de Infraestructuras y expresidente de FGC, Ricard Font. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, será el nuevo director general de BIMSA, la macroempresa municipal que ejecuta la obra pública de la capital. El veterano directivo de la Generalitat de Catalunya optó al cargo en un proceso de selección a finales de primavera y la incorporación se ha retardado unas semanas a la espera del desenlace de la crisis del Govern catalán. Su fichaje se aprobará este jueves en el consejo de administración de BIMSA y en el consejo de gobierno de Barcelona, para ratificarse finalmente en el plenario de finales de mes.

La entrada de Font es fruto del segundo proceso de selección para la máxima posición en BIMSA. Fuentes municipales han explicado a este diario que la vacante no pudo resolverse en un primer concurso, que duró alrededor de tres meses y dejó dos finalistas. "Quedó desierto porque un finalista retiró su candidatura y el otro no pasó las entrevistas", apuntan. Un segundo proceso selectivo de mayo a julio de este año atrajo nuevos aspirantes, que tras el cribaje inicial se convirtieron en 3 candidatos. Uno de ellos era Ricard Font, que rápidamente llamó la atención del gobierno Colau y finalmente ha sido el nombre elegido por el consistorio.

Font (La Seu d'Urgell, 1971) es jurista de formación y tiene un extenso currículum en cargos directivos relacionados con la obra pública y la movilidad en Catalunya. Actualmente era secretario general de Vicepresidencia, conselleria que ostentaba el cesado Jordi Puigneró (Junts per Catalunya) en el primer estallido de la crisis del Govern, que ha desembocado en la ruptura del bipartito. Anteriormente había presidido Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (2018-2021) y ejercido como secretario general de Infraestructuras y Movilidad (2013-2018) y director general de Transportes y Movilidad (2011-2013).

El gobierno de Ada Colau propuso a Font incorporarse a BIMSA a partir de septiembre, para que el alto cargo pudiera cerrar su etapa en la Generalitat en la recta final del verano. Al estallar la crisis entre ERC y Junts, según las fuentes consultadas, ambas partes acordaron esperar al desenlace para no generar mensajes equívocos por la salida de un peso pesado del aparato gestor.