¿Qué cambiará en la zona de bajas emisiones a partir de enero de 2023?

¿Hay nuevas restricciones?

No. Más bien todo lo contrario. Se mantiene el horario (de lunes a viernes, días laborables, de 7 a 20 horas), el tipo de coches que se quedan fuera (los que no tienen etiqueta ambiental) y el ámbito geográfico (el interior de las rondas que rodean Barcelona, lo que incluye la capital catalana, con excepción de la Zona Franca y el barrio de Vallvidrera-Tibidabo-Les Planes; L'Hospitalet de Llobregat; Sant Adrià de Besòs, y un pedazo de Esplugues y de Cornellà). Pero se añaden exenciones y más permisos.

Se pasa de 10 a 24 la cifra de autorizaciones anuales para entrar en la ZBE con un automóvil sin etiqueta (previa reserva en la web del Área Metropolitana de Barcelona), los profesionales que usan furgoneta y que estén a cinco años de la jubilación podrán evitar la compra de un vehículo nuevo que no conseguirán amortizar y las familias con rentas bajas quedarán exentas de las restricciones (medida que ya aplicaba a trabajadores autónomos).

Hay también nuevas exenciones en casos más concretos. Los vehículos de personas con tratamientos médicos periódicos, por ejemplo, podrán entrar mientras duren dichas curas. También los que lleven a cabo tareas de mantenimiento en talleres (y mientras dure la reparación) o aquellos coches que estén en tránsito hacia la reposición pero el nuevo vehículo todavía no haya llegado. Por último, también podrán saltarse las restricciones los camiones cisterna, los blindados o los coches de autoescuela.

¿Cómo calculo la renta familiar para saber si mi coche queda exento de la ZBE?

El techo económico bajo el cual una familia con un vehículo sin etiqueta queda exenta de las restricciones de la ZBE lo marca el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM). El cálculo exige recurrir a la calculadora. Una persona sola debe multiplicar el indicador (579,02 euros al mes, 6.948,24 euros en 12 pagas o 8.106,28 euros en 14 abonos) por dos. Si son dos personas, se multiplica por 2,5; si en casa son tres personas, por 2,9, y si son cuatro o más miembros, por 3,3. Toda cifra de renta familiar que quede por debajo del resultante puede considerarse excusada de la zona de bajas emisiones, tenga el vehículo que tenga.

De los 50.000 coches que se han registrado para acceder en días sueltos en la web del AMB, el consistorio calcula que unos 20.000 entrarían en esta paleta de rentas bajas. Este mecanismo, sin embargo, puede abrir una puerta a cierta picaresca, puesto que bastará con encontrar un familiar en esa situación para poner el coche a su nombre y poder entrar en la ZBE con el vehículo contaminante. Algo similar sucede con las personas mayores a las que les falta un montón de puntos de un carnet de conducir que ya no usan. Muy fácil: hijos y nietos ponen como conductor de una infracción al abuelo y así ellos mantienen su permiso inmaculado.

¿Puedo recurrir una multa anterior si ahora estoy incluido en las exenciones?

Eloi Badia ha dejado claro que la modificación de la ordenanza no tiene efecto retroactivo, pero a más de uno le enojará saber que esa multa por entrar con el viejo Renault Clio del 98 quizás ahora no deberá pagarla porque su perfil se incluye en las nuevas exenciones. Así las cosas, no sería raro que más de uno (o una demanda grupal) abriera el melón judicial para tratar de recuperar lo abonado en la sanción, que sigue siendo de 200 euros, con un incremento del 30% si se incumple en casos de episodio de contaminación ambiental. Todos eso ingresos, señala el ayuntamiento, se destinan a la promoción de la movilidad sostenible en la ciudad.

Lo que no está tan claro es qué sucederá con todas las sanciones que se han impuesto y que se impondrán en el caso de que el consistorio agote todos los recursos y la sentencia que tumba la ZBE sea definitivamente firme. Ahí sí que podemos dar por hecho que muchos de los sancionados emprenderán acciones legales para recuperar su dinero. Y no se descartan otros movimientos, como el de los transportistas y particulares que en su momento compraron un auto nuevo para cumplir con los requisitos del paraguas ambiental.

¿Cuándo habrá alternativas reales de transporte público?

Esta pregunta no tiene respuesta ni la tendrá jamás. Porque hay tantas contestaciones como personas entrando y saliendo de Barcelona. Cada municipio tiene sus carencias y cada persona tiene sus horarios, sus necesidades, su presupuesto familiar o su predisposición a los cambios. En términos generales, sin embargo, sí podemos convenir que las alternativas en transporte público, en el ámbito metropolitano, dejan todavía mucho que desear.

Rodalies, por ejemplo, tiene entre manos un plan de mejoras con fecha límite 2030 y con un presupuesto que supera los <strong>6.000 millones de euros.</strong> Con obras faraónicas como la Sagrera pero también con cosas pequeñas pero imprescindibles como la ampliación del andén de la parada de Arc de Triomf que permitirá que los trenes del Maresme incrementen un 30% su capacidad de viajeros.

Faltan también carriles reservados al bus que entren a la ciudad, como el finalmente desbloqueado de la B-23 que accede a Barcelona por la Diagonal. Faltan más y mejores conexiones en autobús metropolitano y que se construyan las tres estaciones pendientes en la ciudad. Faltan park&rides en las estaciones de ferrocarril para que la gente no entre en coche hasta el Eixample. Faltan conexiones ciclistas. Falta más apuesta por el teletrabajo o que las empresas ayuden a esponjar la hora punta matinal. Falta