Proyecto urbanístico

Pisos más pequeños de lo previsto y sobre zona inundable en las Tres Xemeneies del Besòs

Les Tres Xemeneies por la parte de la calle Eduard Maristany.

Les Tres Xemeneies por la parte de la calle Eduard Maristany. / Ayuntamiento de Badalona

Jordi Ribalaygue

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La desmantelada central térmica de las Tres Xemeneies de Sant Adrià de Besòs encara su futuro 11 años después de dejar de producir electricidad. La Generalitat tiene listo el proyecto que se espera que se someta a votación este mes en los ayuntamientos de Sant Adrià y Badalona, donde se asienta el icono fabril de 200 metros de altura. La remodelación de las 32 hectáreas que rodean los vestigios de la planta del extrarradio de Barcelona incluye levantar un barrio donde ahora no vive nadie, frente a la línea de costa y pegado a la desembocadura del río Besòs. La geografía obliga a adoptar medidas de seguridad ante eventuales desbordamientos o temporales virulentos.

El diseño que aspira a convertirse en el paisaje de la última franja por edificar en la costa barcelonesa concibe una urbanización más densa de lo previsto: el documento pendiente de aval suma más viviendas de nueva construcción que las que se anunciaron en 2020, cuando el Plan Director Urbanístico (PDU) rebasó la primera criba. Tras recabar informes y resolver alegaciones, el Departament de Vicepresidència -titular de las competencias de Territori- prefigura 1.959 viviendas en las inmediaciones de la antigua planta. Son 115 más que los 1.844 pisos del proyecto ratificado hace dos años y 257 más que los 1.702 domicilios que constaban en el borrador que precedió a la aprobación inicial.

Pese al aumento, no varían los 191.750 metros cuadrados reservados a las promociones inmobiliarias en la franja deshabitada. Para encajar más pisos, Vicepresidència empequeñece los que se erigirán de protección oficial y que se ofertarán en alquiler. Se pasa de 738 viviendas a precio reducido a 853, y se mantienen los 1.106 domicilios de régimen libre ya planificados.

La versión que se antoja la definitiva del PDU recorta la envergadura media de los pisos asequibles, hasta una horquilla de 63 a 65 metros cuadrados. En un primer momento, la Generalitat trazó que las proporciones de la mayoría serían equiparables, entre 73 y 75 metros cuadrados útiles de media, sin distinciones.

Un barrio más poblado

El incremento de viviendas comporta que el barrio estará más poblado de lo augurado. Las proyecciones han escalado de 4.340 habitantes, según un esbozo de 2020, a 4.702 almas después de que el PDU superara la primera piedra de toque. La expectativa ahora es que se alojen casi 5.000 vecinos, según el estudio ambiental del proyecto.

Aparte, se destinan 36.673 metros cuadrados para equipamientos, sin concretar cuáles. En todo caso, el riesgo de inundabilidad que la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) detecta limita las opciones: la legislación desaconseja emplazar centros de salud, escuelas, residencias o centros comerciales en zonas inundables calificadas de urbanizables, si bien se tolera que se construyan si no queda otra opción y se toman precauciones. El PDU fija que deberán instalarse sistemas de megafonía para alertar a la población con antelación si se requiere evacuarla ante una riada, además de carteles sobre el posible riesgo de fenómenos extremos y otras adecuaciones en edificios y en el entorno, como unas zonas verdes adaptadas para que sirvan de drenaje y de dique en un caso extremo. Aun descartando inundaciones frecuentes, los cálculos de la ACA detectan que parte del barrio se expone a anegarse una vez cada 100 años y todo él cada 500 años.

La Generalitat ha aceptado estrechar las viviendas de menor coste del barrio en ciernes a raíz de una alegación de Front Marítim del Besòs. Se trata de la sociedad que une a los dos propietarios con más terreno por edificar, Endesa y Metrovacesa, una inmobiliaria de la que el Santander es accionista mayoritario. Frente a la petición de disminuir las dimensiones de los domicilios, Vicepresidència ha matizado su propósito de que el grueso de las viviendas fueran homogéneas. El departamento justifica que comprimir las medidas permitirá “ofrecer tipologías adaptadas a las demandas actuales” de vivienda.

Hotel más grande

A tenor de la documentación de la reforma urbanística, Front Marítim anhelaba contraer aún más las viviendas menos costosas, a una escala de 50 a 53 metros cuadrados. La Generalitat lo ha desechado, tachándolo de “incongruente” con el “espíritu” del PDU. Tampoco ha aceptado rebajar el tamaño de los pisos de renta libre a un tramo de 60 a 64 metros; el Govern lo juzga “desproporcionado”. El precio que se estima para los domicilios por levantar en la fachada marítima entre Sant Adrià y Badalona se ha revalorizado: de acuerdo al estudio económico del proyecto, el metro cuadrado de venta libre más cercano al mar se ha encarecido de 4.750 a 5.000 euros en un par de años y el de promoción pública, de 1.668 a 2.385 euros.

Vicepresidència ha descartado otras solicitudes de la empresa, como contar con más techo edificable o achicar la reserva del 30% a vivienda protegida. Front Marítim aduce que se enfrenta a una posible pérdida patrimonial con las condiciones que aderezan el plan urbanístico. La 'conselleria' lo desmiente.

El ejecutivo catalán sí que ha admitido la proposición de la sociedad vinculada a Endesa y Metrovacesa para ensanchar la superficie del hotel que se proyecta. Se elevará de 17.160 a 20.650 metros cuadrados y copará el 20% de la superficie para actividad económica. Aparte, al Govern se le antoja que el singular perfil de las Tres Xemeneies sea el estandarte de una suerte de Hollywood catalán: a la espera de ver si la idea llega a buen puerto, el pretendido polo empresarial aspira a mezclar la industria local del sector audiovisual y del videojuego con las grandes plataformas internacionales.

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