Cambio de ciclo

Empieza la demolición del Aquarama del Zoo de Barcelona, antiguo hogar de la orca Ulisses

Colau subraya que la operación es un símbolo del cambio de modelo de la instalación “del siglo XIX al siglo XXI”

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zoo / Jordi Otix

Toni Sust

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La operación es tan relevante para el Ayuntamiento de Barcelona que cuando este martes se ha informado del inicio de la demolición del Aquarama del Zoo de Barcelona había en el acto casi más representantes del consistorio que delfines ha albergado la instalación en sus 47 años de historia.

Treinta un delfines después, el Aquarama ha empezado a resquebrajarse esta mañana, cuando una cizalla ha despedazado una pequeña parte de lo que fue el hogar de la orca Ulisses. La máquina ha iniciado su destrucción para las cámaras de los medios de comunicación, y lo ha hecho con cautela y cuidado, ya que se persigue evitar ruidos y vibraciones que importunen a los animales. De ahí que se haya elegido la cizalla. Los trabajos de demolición durarán cuatro meses y tienen un presupuesto de 365.000 euros. El Aquarama estuvo activo de 1968 al 2015. Los últimos delfines dejaron el Zoo en 2020.

De Ulisses al siglo XXI

“Cuando, en 1994 se fue la orca Ulisses, había cola para ver su último espectáculo. TV3 lo retransmitió en directo. Gracias a Dios, la sociedad ha cambiado”, ha proclamado el director del Zoo, Sito Alarcón, sobre el nuevo planteamiento que prima sobre cómo tratar a los animales, y que deja atrás el modelo anterior.

se habilitará una reserva de animales que acogerá a las especies que deban ser trasladadas por obras en el Zoo

Alarcón ha explicado que el desmontaje del Aquarama empezó hace un mes. “Nos preocupaban mucho el ruido, las vibraciones”. Para evitarlo, la destrucción será menos rápida de lo que podría ser, pero menos estruendosa.

Donde está el Aquarama se habilitará una reserva de animales que acogerá a las especies que deban ser trasladadas por obras en el Zoo. Estará en funcionamiento en verano de 2024. Será otro signo más del cambio de ciclo.

Recreación de cómo será la reserva de animales que se creará donde está ahora el Aquarama.

Recreación de cómo será la reserva de animales que se creará donde está ahora el Aquarama. / Ayuntamiento de Barcelona

Cambio de ciclo

Porque la demolición del Aquarama se ha convertido en un símbolo del cambio de ciclo que vive el Zoo desde hace años. Un cambio que se inició con la llegada de Ada Colau al gobierno de la ciudad. Así lo ha explicado la alcaldesa, que ha relatado como en 2015, a poco de llegar al consistorio, se encontró con una disyuntiva: “Janet Sanz me dijo que se tenía que tomar una decisión inmediata. Había que ampliar las instalaciones de los delfines, o no podían seguir allí. Yo dije que no las ampliábamos. Tenemos que acabar con la cultura del espectáculo con los animales”.

Fue el primer gesto de lo que Colau ha definido como el paso del “del Zoo del siglo XIX al del siglo XXI. Una transformación que lleva tiempo”. La demolición del Aquarama “es mucho más que una demolición”, ha subrayado la alcaldesa: “Los animales no son cosas, son seres vivos con sentimientos. Empezamos una transformación; el Zoo tiene futuro pero tenía que evolucionar”. "Los niños tienen clarísima la nueva conciencia. Somos los adultos los que tenemos que hacer el cambio", ha agregado.

El Aquarama fue inaugurado el día de la Mercè de 1968, inspirado en el Seaquarium de Miami. Fue uno de los primeros equipamientos de este tipo en Europa y el principal reto que presentó fue mantener en buenas condiciones el agua salada, que se tenía que renovar periódicamente. El emblema del Aquarama fue la orca Ulisses, llegada al parque zoológico en 1983. Lo abandonó en 1994, cuando fue trasladada al Sea World de San Diego, en EEUU.

El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, se ha pronunciado en términos similares a los de Colau: “Un Zoo no es un lugar para dar espectáculo”. Y ha destacado que pese al cambio de visión, la instalación no peligra: “El Zoo continúa y este demolición es un símbolo de ello”.

Collboni ha explicado que cuando todavía estaban allí fue a ver a los delfines y comprendió que tenían que salir de allí. “Se tomó la decisión que había que tomar. Barcelona dijo que quería un nuevo modelo de Zoo”, ha afirmado Laia Bonet, tercera teniente de alcalde y presidenta del parque.

El delfinario

Alarcón ha informado de que el delfinario “seguirá los mismos pasos” que el Aquarama, es decir, que conocerá la piqueta. Y ha subrayado que la voluntad del Zoo es “mantener el bienestar animal”.

El nuevo modelo de Zoo camina hacia una transformación que convierta el equipamiento en un centro de preservación de la biodiversidad para que contribuya a la conservación, la investigación y la divulgación sobre la fauna salvaje y sus hábitats naturales. Es esta lógica la que lleva a crear la reserva de animales, que se empezará a construir en otoño de 2023 y para la cual se cuenta con un presupuesto de 800.000 euros.

Del nuevo rumbo que se reclama a los parques da cuenta el cortometraje 'Ulisses', nominado a los premios Goya de este año, obra de Joan Bover, que narra la trayectoria de la orca y su relación con Albert López, que fue su cuidador en Barcelona y que con los años dejó de trabajar en zoológicos y denunció su funcionamiento.

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