GREMIO EN LUCHA

Una protesta unitaria del taxi pone en jaque la circulación en Barcelona este jueves

Circularán desde plaza de Espanya hasta Sant Jaume para reclamar más control de las VTC y la implantación de la 'app' pública para taxistas

Marcha lenta de taxis en el centro de Barcelona

Marcha lenta de taxis en el centro de Barcelona. /

Carlos Márquez Daniel

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Ahora ya no será cosa unos cuantos, sino de todo el sector. Los más de 13.000 taxistas del área metropolitana de Barcelona (que gestionan las 10.523 licencias activas) están convocados este jueves a una gran movilización para poner de relieve "el malestar y la decepción acumulada del sector por las continuas demoras en los compromisos adquiridos por la Administración". Será, como suele ser habitual, en forma de marcha lenta. Saldrán a las 10 horas desde el paseo de la Reina Maria Cristina (plaza de Espanya) y dejarán los coches en Via Laietana, para seguir a pie hasta Sant Jaume, donde esperan ser recibidos por autoridades del gobierno municipal.

Curiosamente, en su manifiesto no aparece por ningún lado la palabra 'Uber'. Reivindican dos cosas. Por un lado, un control más eficaz, sanciones incluidas, de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) que, a su modo de ver, "desafían de forma reiterada a la policía incumpliendo descaradamente la normativa que los regula". Y por el otro, la implantación de la aplicación pública del taxi destinada a substituir la mano alzada para solicitar un servicio. La movilización la convocan Élite Taxi, el Sindicato del Taxi de Catalunya, Agrupación Taxi Companys, la Asociación Taxistas Latinos Unidos, la Asociación de Taxistas Pakistanís de Catalunya y Nueva Generación de Taxistas. No están, como es habitual, los empresarios del taxi, esas flotas que controlan el 10% del total de chóferes metropolitanos.

Incumplimientos

Sobre el primer punto, los taxistas denuncian que las VTC incumplen aspectos como la precontratación, la prohibición de circular sin pasaje, los descansos obligatorios o el estacionamiento en la vía pública a la espera de recibir una petición de viaje. También señalan que han evidenciado irregularidades con las ITV. Todo ello, señalan en un comunicado, son "normas que los vehículos de Cabify incumplen sistemáticamente desde hace años". Uber ya se apeó hace un par de años de las VTC con la aprobación del decreto del Govern, a principios de 2019, que ponía muy difícil su viabilidad económica. La compañía, en cambio, ya ha empezado a operar como 'app' de taxis después de recibir el permiso del Instituto Metropolitano del Taxi. Tiene los papeles, pero ahora le falta convencer a taxistas para que trabajen en su nombre

Sobre la aplicación, la concejala de Movilidad, Rosa Alarcón, la presentó hace un año y prometió que estaría lista antes de terminar el mandato, es decir, antes de mayo de 2023. Para el colectivo, es una "necesidad extremadamente urgente y acumula un gran retraso". "Los ciudadanos precisan de una herramienta pública de petición de taxi digital competitiva, que a diferencia de las 'apps' privadas disruptivas, ofrezca plenas garantías de gestión de sus datos personales y tarifas reguladas que no fluctúan según la demanda".

Los taxistas esperan ser recibidos por Ada Colau y por el teniente de alcalde de Seguridad, el concejal socialista Albert Batlle, responsable de la Guardia Urbana. "Exigimos soluciones inmediatas para que el sector del taxi no siga caminando hacia el abismo", concluye el comunicado.

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