El ocio nocturno del Port Olímpic de Barcelona pide una prórroga como la de los restaurantes

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zentauroepp52631558 bcn200304203627 / ÁLVARO MONGE

Patricia Castán

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El anuncio, esta tarde de miércoles, del acuerdo definitivo entre el Ayuntamiento de Barcelona y los operadores del Moll de Gregal, donde se concentran los restaurantes del Port Olímpic, garantiza su continuidad temporal durante un máximo de dos años y mientras dure la primera fase de obras del puerto. Pero esa prórroga es considerada un «agravio comparativo» por los empresarios del ocio nocturno que se ubican en el Moll de Mestral y que ya han recibido la notificación de que deben hacer las maletas en abril. Este colectivo asegura que batallará por las mismas condiciones que la restauración, y amenaza con un recurso contencioso administrativo por lo que considera un «agravio comparativo». De momento, reclaman continuar activos todo este verano, porque mantienen que su concesión oficialmente es vigente hasta septiembre. 

El consistorio y el Gremi de Restauració de Barcelona han hecho público el pacto que abre  una fase transitoria en la actividad de estos negocios hasta que las obras del Port afecten a su propio muelle. Es decir, los restaurantes podrán seguir operando durante ese tiempo –hasta dos años– pese a que oficialmente la concesión de 30 años de los negocios finaliza el próximo mes. 

Esta voluntad ya se expresó hace casi un año, aunque en las últimas semanas el colectivo de restauradores estaba preocupado porque las condiciones económicas planteadas recientemente por el ayuntamiento les parecían inviables. Por ese motivo, decenas de trabajadoress se presentaron en la reunión de la comisión de seguimiento del Port Olímpic de la semana pasada e hicieron público un manifiesto exigiendo un contrato que permitiese la supervivencia de los negocios durante las obras.

La empresa municipal BSM (nuevo gestor de facto) y el área de Comercio han negociado en el último mes con los empresarios hasta el compromiso suscrito hoy. La patronal de la restauración celebró la medida, que garantiza la actividad actual durante la primera fase de los trabajos (centrados en el dique de abrigo) y hasta que se vuelva a abrir el proceso de adjudicación de las nuevas concesiones, enfocado a una oferta de calidad de gastronomía mediterránea.  

En las próximas semanas se prorrogarán también amarres y locales vinculados a la llamada economía azul.  

Resistir hasta otoño

Este éxito para los restauradores ha dado artillería a los operadores del ocio nocturno, una docena de empresas que ocupan 33 módulos del Moll de Mestral, condenados por el fin de sus contratos. Su abogado y director jurídico de la patronal FECALON, Fernado Martínez, apunta que la fecha comunicada es el 3 de abril, pero capitanía les ha autorizado hasta el 30. Sin embargo, enfatiza que el documento no tiene validez como acto administrativo y  que la publicación oficial de la concesión no se hizo hasta septiembre de 1990, lo que hace que la actividad pueda prolongarse hasta el mismo mes. Y así tienen intención de proceder. 

El siguiente objetivo de este colectivo, vistos el caso de Gregal, es lograr un acuerdo «en las mismas condiciones que la restauración». Si no se logra dicha continuidad temporal, emprenderán en breve la vía judicial, afirma. 

Distinto final para restaurantes o discotecas

La nueva fase por la que el ayuntamiento será gestor desde abril del Port Olímpic (por la delegación de competencias otorgada por el Govern) ha cambiado las reglas del juego en la zona. El consistorio tiene prevista una inversión de 39 millones (sufragados por los operadores en explotación) durante los próximos años para reforzar el dique de abrigo y renovar por completo este recinto hijo de la etapa olímpica. Como anunció la semana pasada, las obras se iniciarán formalmente en otoño.