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Albiol gana y repetirá como alcalde de Badalona salvo un pacto entre enemigos

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concejales badalona gesop / periodico

Carles Cols

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Badalona, el cubo de Rubik de la demoscopia política, promete brindar el próximo 26-M otro resultado endiablado. Xavier García Albiol, tras esconder las siglas del PP, toca con la punta de los dedos su tercera victoria electoral, pero no la mayoría absoluta, todo un problemón en su caso, pues su afán por dinamitar puentes le ha condenado a la soledad municipal. Mantiene un amplísimo respaldo, una estimación de voto del 33,5%, pero a costa de engullir a los posibles afines de Ciudadanos y de Vox, que no obtendrán representación en el pleno. Los 10 o 11 concejales que le concede la encuesta de GESOP para EL PERIÓDICO obligan a que su regreso al despacho de la alcaldía dependa de que sus rivales no sumen fuerzas. De ahí lo endiablado de Badalona, Esquerra-Guanyem Badalona y el PSC pugnan por escasísimo margen por la segunda plaza, con un empate a seis o siete concejales. Un mar de reproches separa a sus cabezas de lista, Dolors Sabater y Álex Pastor, penúltima y último alcalde de la cudad, respectivamente.

García Albiol está a punto de repetir el resultado que le hizo alcalde en el 2011. Logró entonces, contra pronóstico, 11 ediles. Pero en aquella ocasión (hace solo ocho años, un eón en la escala temporal de la política catalana) CiU votó a su propio candidato para que el dirigente del PP fuera investido. ‘Quid pro quo’. Artur Mas mantenía entonces una alianza parlamentaria con Alicia Sánchez Camacho. Según la encuesta, García Albiol no tendrá en el pleno ninguna muleta en la que apoyarse. En tiempos de fragmentación consistorial, Badalona avanza hacia un pleno municipal de solo cuatro grupos políticos o, como mucho, cinco en el caso de que Junts per Catalunya, la marca de Carles Puigdemont, obtenga un concejal. Supera por un corto margen el 5% de voto necesario para obtener representación. Si no lo supera, como diría Pompeu Fabra, “aquest camí mor a Pomar”, la Badalona más tradicional habrá dado la espalda a los herederos del pujolismo.

La encuesta de Badalona no hay que mirarla solo como una foto fija. Los resultados hay que montarlos en un zootropo, aquel dispositivo antecesor del cine. PSC, CiU e Iniciativa estuvieron a punto de someter a García Albiol a una moción de censura en el 2014. Los ecosocialistas se descolgaron en el último minuto, por no salir en la foto con los convergentes. En el 2015, el PSC facilitó que Dolors Sabater, con solo cinco concejales, fuera la nueva alcaldesa. Pastor, del ala menos filocatalanista del socialismo, apretó los puños con rabia. Sabater se había presentado bajo una confusa marca, Badalona en Comú, que la hacía parecer un satélite de la órbita Colau, pero en realidad afín a las CUP. A medio mandato, García Albiol apoyó un relevó en la alcaldía. Pastor por Sabater, pero la exalcaldesa ahora se presenta como cabeza de lista de otra marca, Esquerra, en alianza con Guanyem Badalona. Sí, un galimatías. El resumen es un nudo, una sucesión de favores y despechos que dificultarán, y mucho, las negociaciones postelectorales. Ser segundo en votos, aunque sea por estrecho margen, puede ser un argumento para reclamar la alcaldía, si es que las siderales distancias ideológicas no impiden ya de entrada el diálogo.

Albiol suspende y gana

García Albiol, en caso de confirmarse la predicción de la encuesta, es un caso de estudio académico. En una ciudad en la que siete de cada 10 votantes se declara de izquierdas y en que el dirigente del PP es el único que suspende en valoración (su nota es un 4,7, frente al 5,5 de Sabater y Pastor), García Albiol casi calca en estimación de voto los resultados de las municipales del 2015, un 34% entonces, un 33,8% ahora. Es inmune al descalabro general del PP en la mayor parte de España, como si Badalona fuera una burbuja estanca, cuando en realidad no lo es. La prueba del nueve es que Pastor, un auténtico desconocido hace cuatro años, heredero de un PSC local en horas muy bajas, es el que más crece en intención de voto con el viento de Pedro Sánchez en las velas. Pasa del 14% de respaldo que obtuvo en el 2015 a, según la encuesta, un 22,5%. Empata con Sabater porque la exalcaldesa consigue el no siempre fácil éxito que sumar dos marcas distintas, ERC y Guanyem, cause inesperadas fugas de voto.