Los cines de Barcelona suspenden en accesibilidad según las entidades

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zentauroepp46503383 barcelona 11 01 2019 sociedad un grupo de personas en sil190226140636 / FERRAN NADEU

Elisenda Colell

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Desde 1995, la ley de accesibilidad de Catalunya obliga a los locales de entrada pública, como los cines o los teatros, a estar adaptados para las personas en silla de ruedas y movilidad reducida. Pero 24 años después, las barreras siguen presentes. "En la mayoría de salas de cines no podemos ni llegar", lamenta Montse García, responsable de accesibilidad de la federación ECOM, que representa unas 200 entidades de personas con discapacidad física.

Los guapos son los ricos, los que triunfan y tienen todos los privilegios mientras que el resto de la sociedad vive en la completa marginación. Es el mundo que en los años 90 retrató el cineasta Álex de la Iglesia, donde un grupo de seis 'tullidos', hartos de esta condena social, deciden crear una organización terrorista. Amputan piernas y brazos, y siembran el pánico en la ciudad. Esta película, 'Acción Mutante' se proyectó en el cine Phenomena de Barcelona el pasado 11 de enero. Un grupo de personas con discapacidad, que se mueven con sillas de ruedas, quisieron ir a verla. Pero no pudieron, se tuvieron que quedar en la puerta del cine. El motivo, que este cine, inaugurado hace ya 5 años, no está adaptado para ellos. “Hace tres años que tienen un hueco para el ascensor, pero sigue sin existir”, explican los usuarios a EL PERIÓDICO, que se niegan a ser llevados a pulso hasta sus asientos. 

Este es tan solo un ejemplo, pero hay muchos más. Es lo que afirma la Federación ECOM, que agrupa 140 entidades que atienden a personas con discapacidad física que se tienen que mover con silla de ruedas. No tienen datos oficiales pero, por experiencia, explican que ir a ver una película al cine en Barcelona es, prácticamente, misión imposible. Por un lado, están los cines que no tienen ninguna rampa ni están preparados. “Suelen ser establecimientos antiguos en medio de la ciudad”, explica García. Pero luego están los que sí tienen “alguna rampa”“Hay muchos cines que tienen salas adaptadas y salas que no lo están: tenemos que ir a ver otra película porque la sala donde dan la que quiero ver no está preparada”.

Asientos a primera fila

En principio, los cines que cumplen con la normativa son aquellos que, no solo disponen de rampas o elevadores para subir con la silla de ruedas, sino que también reservan asientos para las personas con movilidad reducida. “El problema es que todos los asientos reservados están a primera fila. Y claro, des de allí no vemos absolutamente nada”, lamenta García. En realidad, reservar las sillas de las personas con discapacidad a primera fila ante la pantalla no es ilegal, ya que la ley no concreta la ubicación de estos asientos. “Estos vacíos legales son los que debería definir el reglamento de la ley”, puntualiza García. Y es que cuatro años después de la nueva actualización de la ley  accesibilidad, la Generalitat aún no ha presentado, ni aprobado, este reglamento.

Sin multas ni sanciones

“El problema es que las personas con discapacidad vemos esto como normal, nos acostumbramos y no nos quejamos”, lamenta García, que pide que cualquier incumplimiento del código de accesibilidad debe de ser denunciado ante las autoridades de Consum. Y es que la ley catalana prevé sanciones de hasta 300.000 euros. O no se ponen multas, o salen muy baratas. Desde ECOM se decantan por la primera opción. De hecho, critican la “desidia” con la que dicen, trabajan todas las administraciones porque “no multan de oficio” estos incumplimientos.

En el caso del teatro, el panoramaha mejorado pero la discriminación sigue latente. “Podemos entrar a todos, el problema es el precio”, asegura García. “Nos obligan a comprar las entradas en platea, y los descuentos no superan el 10%”. García pone el ejemplo del Teatre del Liceu. "Obligan a mis acompañantes a pagar casi el doble por su entrada, o a sentarnos separados". 

El Instituto Municipal de Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona está haciendo una diagnosis de la accesibilidad de la ciudad por temáticas. Hace tres meses explicaron que el 15% de los centros de atención primaria (CAP) tenían deficiencias para el acceso de las personas con silla de ruedas. “El estudio de los cines aún no ha finalizado”, aseguran fuentes municipales. En cambio las entidades aseguran que ya tienen los resultados, y sospechan que son muy malos. “Queremos que los hagan públicos”, pide García.