BARCELONEANDO

Abre en Barcelona el primer súper friki de España

En este supermercado venden un vino rosa de lágrimas de unicornio, licor de fuego valyrio y ramen de Pikachu. Es el Super Friki Market. Entiéndase por friki "lo más selecto a nivel del mundo fantástico", detalla su dueño

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Ana Sánchez

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Tardas en reaccionar lo mismo que en abrir un sobre de los Goya. Si Iker Jiménez viera lo que la gente lleva en estos carritos de súper, les abriría en el acto un expediente X. Aquí pides que te recomienden un vino y te señalan uno de lágrimas de unicornio: rosa, con purpurina. Si agitas la botella, reluce como una pócima. No es lo más raro que se ve por estas estanterías.

Al lado hay un vino azul, un cava con oro comestible de 24 quilates, cervezas de mantequilla -las que bebe Harry Potter- y barritas energéticas de insectos. Puedes comprar caramelos de Darth Vader, cereales de Super Mario, animales fantásticos de gominola. También galletas con relleno de purpurina, patatas con sabor a pizza, ¿eso es un ramen de Pikachu? Ahí está la tableta de chocolate de Willy Wonka con su famoso tíquet dorado dentro. Hasta hay una con un anillo con palabras grabadas en élfico. Justo debajo está el licor de fuego valyrio, igual de verde chillón que el que provoca masacres en Juego de tronos. Y el vodka Dracarys, que es lo que grita la madre de dragones cuando quiere freír a alguien. Empiezas a dudar si lo de súper viene de supermercado o de superhéroe.

Super Friki Market, se llama. Mañana se inaugura este “supermercado mágico”, informa su logo con carrito y capa. El primer súper friki del país, dice sacando pecho su ideólogo, Rubén Sánchez. Entiéndase por friki “lo más selecto a nivel del mundo fantástico”, detalla. Es la última apertura alternativa de las Galeries Maldà. En poco más de un año se han inaugurado 11 tiendas temáticas. En un mes abrirán otras cuatro o cinco, adelantan. Ya hay quien lo llama "el triángulo mágico". “El Camden friki”, lo comparan con el mercadillo alternativo de Londres. Aquí puedes encontrar varitas, alas, hasta bolsos con ouija.   

"De lo que se come se cría"

¿Que por qué comer comida friki? “De lo que se come se cría”, se ríe Rubén. “Y nosotros nos hemos criado como frikis”. Él cumple años el Día del Orgullo Friki y podría hablar encadenando frases de Disney. Tiene tatuada en el brazo a La Sirenita. Rubén Sánchez, 33 años, es el fundador de Reino de juguetes. Fue quien empezó a abrir locales temáticos en las Maldà. Ya va por cinco tiendas: dos de Harry Potter, una de Juego de tronos, otra de Dragon ball y la última, especializada en Funko pop, esos muñecos cabezones de ojos redondos. Que abriera un súper friki era cuestión de tiempo. Dos de los productos que más vendían eran de supermercado: el licor de fuego valiryo y la cerveza de mantequilla de Harry Potter. “Era una señal”, recuerda Rubén.

Los carritos son verdes y rosas. Las tres dependientas parecen sacadas de un manga. “Las Supernenas del Super Market”, las bautiza un compañero de la tienda de al lado. “Lo más kawaii posible”, se justifica Miriam. “Soy adorable”, se ríe. Ese es el concepto: si tecleas “kawaii” en Google, aparecen miles de dibujos achuchables de los mismos tonos pastel que el súper. Hasta los de Podemos creerían aquí que pueden arreglar sus diferencias.

“Hay que probar de todo”, sonríe Miriam. Y te ofrece una cajita de grillos sabor barbacoa. También tienen lombrices con crema agriagusanos a las finas hierbas y tabletas energéticas hechas con harina de insectos. “Como dirían en El rey león: viscosos, pero sabrosos”, Rubén te anima a comer tirando de frases Disney. Pues sí, están sabrosos. “Se dice que es la comida del futuro –añade-. Tiene muchas proteínas”.

También te enseñan a beber Ramune. “Es una soda típica japonesa con una canica dentro –explica Soraya-. Tienes que golpearla para que caiga la canica, y según vas bebiendo, va sonando el clin clin”. Otro producto estrella por venir es la lata de caramelos de la que se alimentan los huérfanos protagonistas de La tumba de las luciérnagas, una película mítica de Studio Ghibli. Te puedes gastar desde 1,50 €, lo que cuestan unos caramelos temáticos, hasta los 50 € del cava de oro. 

En la nevera se enfrían Fantas de sandíaCoca-Colas de vainilla, botellines de hidromiel. Lo que más abunda esta semana es la cerveza de mantequilla. La primera que venden con alcohol, por cierto. “Se ha creado en España”, explican. Son provisiones para la Harry Potter Book Night. Hasta el domingo, habrá sesiones de microteatro en una antigua sala noble del palacio Maldà. 

Están por llegar los cavas de Hello Kitty, las palomitas de Mary Poppins y las  galletas que devora Shin Chan, resoplaba ayer Soraya con ojeras preinauguración. “Tenemos miedo de cómo acabaremos –se ríen ella y Miriam-. Hay tantas golosinas…”. Y te enseñan un osito de gominola “100 veces más grande”, garantiza la etiqueta. Cuelgan al lado de los cereales de unicornios y la crema de cacahuete de Peter Pan. “Aquí -asiente Miriam- se come con los ojos”. Desde luego nadie pondrá en duda que es una dieta fantástica.