El ayuntamiento tendrá que autorizar la construcción de una polémica residencia de investigadores en Les Corts

CORTS GALILEU

CORTS GALILEU / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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La suerte está echada pero los vecinos afectados, en el barrio de Les Corts, no enterrarán el hacha de guerra. El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que tendrá que otorgar la correspondiente licencia a los promotores de una residencia de investigadores y docentes que se levantará en terrenos de la fundación religiosa Sant Josep Oriol en la calle de Remei con Galileu. Cumple con los requisitos exigidos por la normativa y en consecuencia el controvertido proyecto seguirá adelante, ha explicado hoy el concejal del distrito, Agustí Colom.

Los afectados de diversas fincas del entorno llevan meses de batalla legal contra la iniciativa y han sacado la protesta a sus balcones, como avanzó este diario el pasado marzo. Rechazan la construcción de la residencia, que tendrá 115 habitaciones y será promovidad por la empresa Resa. La fundación (de cuyo patronato forma parte el Obispado de Barcelona) cede la explotación por 50 años para generar ingresos para mantener el bloque contiguo en el que residen sacerdotes.

La oposición vecinal afectaba desde la volumetría hasta los usos, ya que sospechan que se trate de un uso hotelero encubierto. Otras residencias gestionadas por el mismo operador y vinculadas a universidades sí que alquilan habitaciones a cualquiera durante fechas puntuales en que no están llenas, pero fuentes de la empresa aseguran que este no será el caso, ya que será solo para investigadores. En este sentido, el concejal Colom ha insistido en que se hará seguimiento detallado para garantizar que el uso sea estrictamente el pactado. Y ha enfatizado que al no ser una residencia de estudiantes, no está afectada por el plan PEUAT que pone coto al nuevo alojamiento en la ciudad.

JARDÍN AFECTADO

El proyecto estaba en marcha ya desde el mandato de Trias y por medio de un plan especial urbanístico y de mejora de hace año y medio. La mediación del actual gobierno municipal ha servido para pactar algunos reajustes de altura (planta baja más cuatro) y para esclarecer el nivel de protección de los jardines. Colom detalla que, según el área de Patrimonio, solo está protegido el tramo que envuelve al edificio blindado a su vez, y no el resto, donde habrá una nueva edificación que se sumará a la rehabilitación del viejo bloque.

"El ayuntamiento no puede hacer otra cosa que dar la licencia", mantiene el concejal. Los vecinos se reunieron el lunes con representantes municipales y un técnico del proyecto, en la última reunión informativa, a la que no acudió nadie del Obispado. Siguen oponiéndose a la obra por su impacto en la zona y se quejan de la falta de diálogo con la fundación religiosa. Aseguran que van a seguir "en lucha", tratando de frenar el proyecto.