DEBATE SOBRE EL MODELO DE CIUDAD

La oposición afea a Colau el "precipitado" anuncio del tranvía por la Diagonal

El tranvía de la Diagonal, que ahora muere antes de la plaza de Francesc Macià.

El tranvía de la Diagonal, que ahora muere antes de la plaza de Francesc Macià.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Nuevo mandato, nuevas formas. La alcaldesa Ada Colau informaba este jueves de que las obras para unir los dos tranvías por la Diagonal empezarán el año que viene. Hacía este anuncio sin que los estudios previos estén terminados, esto es, sin que, en teoría, los técnicos le hayan explicado a ella y al pleno del ayuntamiento si este trazado es viable o si bien hay alguna alternativa mejor.

La oposición ha valorado hoy la declaración de Colau desde el cómo, no tanto desde el qué. Y eso también es un hecho noticioso, porque el tranvía era hasta no hace mucho un tema tabú en el consistorio. Quedaba demasiado cerca la consulta que tan cara la salió a Jordí Hereu a mediados del 2010. A partir de aquel gafado referendo, ya nadie, a excepción de algunas entidades de defensa del transporte público, y de manera algo tímida, ICV-EUiA, se atrevió a citar el tranvía si no era como arma arrojadiza.

"PRECIPITADO Y CONTRADICTORIO"

Barcelona en Comú lo llevaba en el programa electoral y el debate ha vuelto a abrirse. Por parte de CiU, Joaquim Forn ha calificado de "sorprendente, precipitado y contradictorio" el anuncio del inicio de las obras, al mismo tiempo que ha cuestionado los estudios de viabilidad encargados cuando la decisión ya parece estar tomada. Forn, señalado por Xavier Trias como su sucesor esta misma semana, ha recordado que su propuesta es el bus eléctrico de gran capacidad y ha lamentado que una cuestión que debería estar en manos de los técnicos se haya convertido "en un debate político". Resulta curiosa esta última afirmación si se tiene en cuenta el papel que jugó la coalición nacionalista durante la consulta sobre la reforma de la avenida que planteó Hereu.

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El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha aclarado esta mañana que los estudios, a pesar de que la alcaldesa dijo que estarán listos a finales de febrero, dejan claro que unir el tranvía por la Diagonal es la opción "técnicamente más eficaz, económicamente más rentable y socialmente más provechosa". "La voluntad firme de sacar adelante el tranvía no significa que el tema no esté abierto al resto de grupos de la oposición", ha añadido. Pisarello ha avanzado que Colau presentará el proyecto al 'president' Carles Puigdemont en la reunión que ambos mantendrán el 5 de febrero. El consistorio ya recibió el espaldarazo del anterior Govern el pasado julio, cuando Artur Mas avaló la idea en contra del posicionamiento de Xavier Trias.

"DÉSPOTA Y FRÍVOLA"

La concejala de MovilidadMercedes Vidal, ha avanzado esta mañana en Catalunya Ràdio que las obras de conexión costarán unos 100 millones de euros, y que confía en la predisposición de todas las administraciones. No se ha mostrado tan encantado el líder del PP, Alberto Fernández Díaz, que ha tachado de "déspota y frívola" la actitud de Colau sobre el tranvía por la Diagonal. La alcaldesa, ha afirmado, "menosprecia la voluntad del 80% de barceloneses que votaron en contra de la unión de tranvías -en referencia a la consulta del 2010- y frívolo porque no tiene en cuenta los estudios ni especifica cómo se va a pagar".

Por parte del ERC, Alfred Bosch se ha posicionado a favor de la conexión, algo insólito hace cinco años, cuando su predecesor, Jordi Portabella, lo descartó. El líder d'Esquerra, sin embargo, ha instado a estudiar también la posibilidad de soterrar el tranvía. Jaume Collboni (PSC) ha considerado "precipitado" el anuncio, dado que el proyecto carece todavía del consenso político y del acuerdo presupuestario que permitiría sacarlo adelante. El concejal de la CUP Josep Garganté ha advertido al gobierno de que no aceptarán el "chantaje" de cualquier privatización del tranvía, lo que complica el concurso de la formación antisistema en el plan si se tiene en cuenta que el accionariado de la empresa Tram es privado, con una mínima participación pública.