EMBLEMÀTICA TABERNA DE LA RAMBLA EN APUROS

El Pastís, en jaque

El rincón de los mil papeles 8 El barman del Pastís, tras la barra.

El rincón de los mil papeles 8 El barman del Pastís, tras la barra.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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El papel colgado en la puerta, escrito a mano, con rotulador, no deja lugar a dudas:«El Pastís ni se cierra, ni lo cierran. La música es cultura. Lo siento». Mensaje diametralmente opuesto al recogido en la notificación recibida este jueves por José Ángel de la Villa, propietario de la antigua taberna en el cuatro de Santa Mònica, último reducto de la Rambla canalla. En ella el distrito de Ciutat Vella advertía de que se procedería al cierre del local en un plazo máximo de 48 horas desde la recepción del documento, es decir, hoy, si no corregía una serie de«deficiencias».El problema, como (casi) siempre en estos casos, es el ruido, o lo que el ayuntamiento -y quienes han presentado denuncias en el mismo por el asunto- consideran ruido, y que De la Villa considera música. Cultura.

El actual proceso contra El Pastís -en el 2008 pasó por un trago similar- se inició en enero, cuando durante un concierto en el diminuto local (es de los pocos en la ciudad que aún ofrece música en directo, casi todos los días) un vecino llamó a la policía, que se presentó en el bar y abrió un expediente, en el que constataba que no tenía limitador de sonido -obligatorio- y que tenía la puerta abierta, algo que está prohibido.

El propietario de este veterano bar de la Rambla, prácticamente el único superviviente de la rica vida noctámbula del finiquitado barrio chino, insiste en que su taberna no molesta a nadie y se niega a instalar ningún limitador hasta que le demuestren que su local es ruidoso (la policía local jamás ha realizado una prueba sonométrica en el local).«Van contra el único bar de todo el Raval que no hace ruido», apunta el hombre, a quien le parece cuanto menos sorprendente que con todos los problemas que arrastra la Rambla -«tirones, trileros, prostitución, turistas borrachos...», enumera- se ensañen con El Pastís.

Muestras de apoyo

«Mientras se ha permitido que Ciutat Vella se convierta en un parque temático, en un hotel ambulante, ahora se preocupan de que yo haga conciertos, que no molestan a nadie y que además acaban antes de las doce de la noche. ¿Eso quién lo entiende?», se pregunta De la Villa. Y eso no es la única cuestión que se plantea. El dueño de El Pastís también se interroga sobra qué vecino es el que denuncia el ruido del local.«Tanto en mi bloque como en los dos bloques de los lados todo son pisos turísticos. En la calle quedan poquísimos vecinos y nos conocemos», indica el hombre, quien explica que, desde que el jueves anunció la nueva cruzada contra el local, ha recibido numerosos apoyos de conocidos y clientes.«El actor Pep Cruz me ha mandado un mensaje que resume muy bien la situación. Dice: 'Suerte, porque pedir justicia es imposible'», prosigue el barman, quien confía en que la concejala del distrito cumplirá su palabra de no actuar.

Fuentes municipales aseguran que no tienen«ninguna intención»de cerrar locales emblemáticos, pero que las normativas están para cumplirlas. La semana que viene hablarán.