El día en que Marc Bernal, a los 9 años, ganó, él solito, el torneo de Berga con las botas rotas

Todo ocurrió en febrero de 2017, es decir, hace escasamente siete años. Marc Bernal era benjamín de segundo año en el FCBarcelona y, a los 9 años, ¡ya tenía pinta de fenómeno! ¡más que un proyecto! Lo digo muy en serio, deben creerme. Del mismo modo que Gerard Fragoso, con un año menos, también destacaba en el benjamín del Barça. Uno tenía una pinta brutal ‘a lo Busquets’; el otro sigue siendo uno de los mejores proyectos de centrales técnico, exquisito, del fútbol español. Marc, por desgracia, se acaba de lesionar cuando estaba cumpliendo el sueño que ha perseguido toda su vida. Gerard acaba de estrenarse en uno de los juveniles del Atlético de Madrid.

Han pasado, en efecto, siete años, Bernal se ha roto, y mucho, por todos lados, ligamentos cruzado y menisco de la pierna izquierda, mientras Gerard vive, apasionado, ilusionado, casi asustado, su primer mes en la residencia, cantera, escuela y colegio del Atlético. Bernal volverá, fijo, y Gerard, como cuenta su tutor Aureli Altimira, el amigo y compañero de Jordi Roura, descubridores de la generación de Ansu Fati y Lamine Yamal, ha ido a parar “a la mejor escuela de centrales del mundo, la del ‘Cholo’ Simeone”.

Aquel año, el benjamín B del Barça, dirigido por Alexis Pintó, uno de los mejores y más jóvenes técnicos de La Masia de entonces, jugaba un torneo en Berga, pero tenía diversas bajas por motivos que no vienen al caso. Lo cierto es que, antes de partir hacia Berga, alguien le planteó a Marc Bernal, que es de Berga, si le apetecía reforzar al benjamín menor en ese torneo. “La verdad es que todo fue muy improvisado, pero a Marc, como siempre, le apetecía ayudar”, cuenta Pintó, ahora instalado en Lleida.

La llegada al equipo azulgrana de un benjamín de primer año revolucionó la actitud y el juego del conjunto de Pintó. “La presencia de Marc fue una inyección de moral, de carácter, de categoría, pues todos los chavales se sentían mejores al compartir equipo con Bernal”, sigue explicando Pintó.

"En benjamines, Marc Bernal ya era un portento. No solo por su físico, sino por lo bien que entendía el juego, por su despliegue, su capacidad de llegada y, sobre todo, porque jamás sentía la presión. Es más, su escenario ideal son las finales. Volveremos a ver a Marc en el Barça grande, ya verán"

Alexis Pintó

— Entrenador de Marc Bernal en el benjamín del FCBarcelona

Eso sí, algunos técnicos y padres de jugadores de otros equipos protestaron con la boca pequeña, pues todos ellos sabían que la incorporación de Bernal era perfectamente legal: era benjamín como los otros peques, pero de segundo año que, en efecto, a esa edad, se nota. Pero lo que más se notó en ese torneo fue la tremenda personalidad, ya con 9 años, de Bernal. Lo hizo todo bien. Marcó un montón de goles (dos de ellos en la final, ante el Manresa, 4-0) y su aportación en las otras victorias (4-0 Berga A, 5-0 Navas, 4-1 Vilaseca y 5-3, en semifinales, ante Berga A) fue más que decisiva, convirtiéndose, claro, en la estrella del torneo.

Mentalidad ganadora

“Marc es un ganador. Marc ya tenía entonces una fuerte personalidad, tremenda presencia, por su físico y actitud, sobre el césped. Lo hacía todo bien, interpretaba como nadie el juego, ayudaba, asistía, goleaba, tenía una gran llegada, barría todo lo que podía y más y, sobre todo, mentalmente era fuertísimo”, cuenta Pintó. “Ya entonces no sentía presión alguna; es más, las finales, los partidos comprometidos, serios, eran su escenario favorito. En conducción, a la hora de superar las líneas del rival, era único”.

Bernal, que casi tuvo que pedir perdón por haber tenido un protagonismo que él nunca buscó, insisto, solo quiso ayudar a los más ‘peques’ para completar la expedición azulgrana, llegó a jugar la final, en la que marcó dos goles, con las botas rotas. Gerard llamó ayer a Sergi, su padre, para pedirle que le contase cómo se encontraba Marc. Fragoso aún recuerda, sí, aquel torneo y de lo mucho que les impactó la presencia y el fútbol de Bernal.

Era ‘fútbol 7’ y, por tanto, la presencia de un futbolista ‘a lo Sergio Busquets’ tenía, sin duda, una influencia enorme en el juego. “Yo estoy absolutamente convencido de que Marc saldrá adelante”, continúa contando Pintó. “La cirugía y, muy especialmente, los procesos de recuperación, entrenamiento y rehabilitación han mejorado muchísimo en los últimos años. Y, además, el Barça tiene ahora a un grupo de especialistas y fisios que son de lo mejor. Conozco a Marc, me acuerdo de Marc, de su carácter e, insisto, de su perseverancia, sacrificio y resistencia. Esta lesión, por grave que sea, puede que sea un frenazo a su sueño, pero no acabará con él, volveremos a disfrutar de su fútbol y despliegue, ya verán”.

Papá Fragoso, que no es un loco del fútbol aunque le encanta y, sobre todo, se siente muy orgulloso de que su hijo, que saca unas notazas de cuidado en los estudios, recuerda perfectamente aquellos partidos de Berga. “No los recuerdo solo porque los ganamos todos cómodamente, bueno, creo que empatamos a cero con el Hospitalet, sino porque, en efecto, como cuenta Pintó, la incorporación de Bernal fue una inyección de ilusión para Gerard y sus compañeros”.

Ni que decir tiene que los Fragoso, como todos los culés, tienen el corazón encogido al confirmarse las graves lesiones que sufre Marc. “Es muy cruel, mucho”, explica Sergi Fragoso, “que un niño, un joven, que lleva años trabajando para poder dar el salto soñado al primer equipo, lo haga, triunfe o, como poco, destaque con la calidad y presencia que lo ha hecho Marc y, de pronto, sufra una lesión tan grave como estas. Es injusto, muy injusto”.

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