GENERACIÓN DE ÉXITO

30 de junio 2019: el día en que Bernal ayudó a Cubarsí y Yamal a meterle 6 al Madrid

Lamine Yamal y Marc Bernal, que anoche debutó con el Barça grande, el Barça profesional, el Barça de verdad, en Mestalla, llevan toda la vida juntos, desde que tenían siete años. Ya, con 12, en la final de LaLiga Promises de 2019 le metieron un 6-1 al Real Madrid.

Marc Bernal celebra su golazo, en la final de LaLiga Promises de 2019, en New Jersey.

Marc Bernal celebra su golazo, en la final de LaLiga Promises de 2019, en New Jersey. / LALIGA PROMISES

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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El alemán Hansi Flick no piensa asustarse frente a las muchas adversidades que, de momento, está teniendo en su bautismo al frente del FCBarcelona. Desde luego, ninguna de ellas dependen de él o son culpa suya. El campeonísimo del Bayern de Munich ha llegado a un club donde todo, todo, está manga por hombro, pero ha decidido no asustarse ni, mucho menos, buscar excusas.

Su debut, anoche en Mestalla, un campo donde el Barça casi siempre ha ganado en las últimas dos décadas, se cerró con una remontada, con más coraje, disciplina, fuerza y eficacia, sobre todo por parte de un resucitado Robert Lewandowski, que buen fútbol. Flick aún tiene que recuperar a un montón de futbolistas de vacaciones o lesionados y, desde el primer día, apostó, como ya hizo su predecesor Xavi Hernández, por la magnífica y competitiva cantera de La Masia.

Benditos niños

En el campo del Valencia, un equipo cada vez más reducido en cuanto a su calidad y número de buenos futbolistas, Flick volvió a juntar a tres auténticos fenómenos: Pau Cubarsí, Lamine Yamal y el no menos portentoso Marc Bernal. Ese trío divertido y tremendamente futbolero fue el que, el 30 de junio de 2019, en New Jersey (EEUU), goleó (6-1) al Real Madrid, en la final de LaLiga Promises de la categoría alevín.

Los tres prodigios culés tenían, en aquellos días, tan solo 12 años y, junto a ellos, también estaba Shane Kluivert, el gigante Landry y Xavi Castellanos. En la finalísima de fútbol 7, se enfrentaron a un Real Madrid, que había sufrido para eliminar al RCD Espanyol, después de golear sin problemas al Atlético de Madrid.

Fue precisamente Landry quien, con un toque sutil, sutura a Álvaro, el portero merengue, que pasó una tarde esperpéntica, para el 1-0. El 2-0 fue obra de Xavi Castellanos. El 3-0 fue un gol histórico, espectacular, pues fue una falta desde fuera del área, desde muy fuera del área, que Bernal, con su zurda prodigiosa, metió por la escuadra izquierda de Álvaro. El cuarto fue obra de Sylla y la goleada se cerró con un doblete, de oportunista, de goleador puro, de cazagoles, uno de los hijos de Patrick Kluivert. No deja de ser curioso que, en aquella final, Lamine Yamal no metiera ningún gol, cuando siempre había marcado.

Juntos desde los 7 años

El Barça, de la mano de este estupendo trío que, anoche, volvió a vestirse de azulgrana para liderar otra victoria importante, conquistaba así su cuarta Liga Promises de las cinco que se habían celebrado hasta aquella fecha. Aquel conjunto lo dirigía Marc Serra, uno de los técnicos más prestigiosos de La Masía y coordinador de fútbol-7 azulgrana. Fue Serra quien pidió a Bernal que se sometiese a una prueba con el Barça.

"Marc y Lamine juegan con los ojos cerrados, solo necesitan mirarse para entenderse ¿por qué?, porque llevan conviviendo y jugando juntos desde prebenjamines, es decir, desde que tenían siete años", comenta uno de los técnicos de La Masía que más conoce a este prodigiosa generación. "Entonces, los dos tenía 12 años y fue cuando se añadió Pau (Cubarsí), que venía de Girona. Son, sí, muy buenos y, sobre todo, son tremendamente culés todos. Y tienen otra cosa buenísima los tres: juegan cómo, dónde y de la manera que le dice el entrenador. No tienen manías, sirven para todos. Sí, son muy, muy, buenos".

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