PRIMEROS PASOS DEL NUEVO TÉCNICO

'Invisible Flick', el Barça blinda el aterrizaje del alemán con un secretismo inédito

Así es Hansi Flick, el nuevo entrenador del Barça

El Barça ficha a Flick hasta 2026, pero no lo presenta

La intrahistoria del despido de Xavi

Hansi Flick, en la ciudad deportiva del Barça en Sant Joan Despí.

Hansi Flick, en la ciudad deportiva del Barça en Sant Joan Despí. / FCBARCELONA

Marcos López
Joan Domènech
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No hay precedentes en el Barça de un aterrizaje tan silencioso y discreto como el protagonizado por Hansi Flick. Apenas estuvo unas horas en la ciudad el nuevo entrenador azulgrana, oculto como lo tuvo el club, que lo ha protegido y arropado al máximo, alejándolo del foco antes y después de firmar su contrato hasta 2026, encadenado así al final del segundo mandato de Joan Laporta.

No solo lo hizo invisible en su exposición pública –las únicas fotos que hay de su fugaz paso fueron difundidas por la entidad- sino que lo dejó también sin la tradicional presentación oficial, algo inédito. Pero el Barça adoptó ese plan porque está todavía todo tan caliente en el despido de mala manera de Xavi que prefiere ganar tiempo.

Laporta y Flick, en el despacho del presidente tras la firma del nuevo entrenador azulgrana hasta 2026.

Laporta y Flick, en el despacho del presidente tras la firma del nuevo entrenador azulgrana hasta 2026. / FCBARCELONA

Tiempo y calma en un Barça que ha vivido convulsionado en unos días enloquecidos que han terminado con el técnico de Terrassa en la calle, apenas un mes después de ser ratificado. Con Flick no hay prisa, retrasando su puesta en escena hasta dentro de unas semanas, apaciguado el entorno y con mejor dominio del castellano, idioma que estudia desde hace tiempo. Y al presidente Joan Laporta también le viene de maravilla esquivar la comparecencia ante la prensa porque sigue sin dar argumentos para justificar el despido de Xavi.

Del ruido al silencio

Ese inusual silencio favorece a todos. Para empezar, al técnico alemán, que elude cuestiones delicadas como la marcha de su antecesor. Favorece, por supuesto, a Laporta, quien va escapándose del traumático relevo en el banquillo refugiado en una aséptica y fría nota de despedida del técnico de Terrassa.

Y al club también le va muy bien esa calma, por artificial que sea, para mitigar unas tempestuosas semanas que se han llevado por delante a Xavi, otra leyenda como sucedió previamente con Koeman y Messi.

Hansi Flick posa con la camiseta del Barça como nuevo entrenador azulgrana hasta 2026.

Hansi Flick posa con la camiseta del Barça como nuevo entrenador azulgrana hasta 2026. / @FCBARCELONA

De ahí la necesidad que tiene Laporta de que el paso de los días vaya ocultando el profundo hueco de esa herida abierta que tiene con Xavi. Es el entrenador a quien permitió, tanto en enero (dijo que se iba, pero se quedaba hasta junio) como en abril –el pacto del sushi- gobernar el relato sobre su futuro. Hasta que estalló el presidente y le comunicó el despido a Xavi.

Para sorpresa de éste, quien creía que ese día no iba a llegar nunca. Pues, llegó, aunque el ya exentrenador azulgrana haya reaccionado con elegancia, diplomacia y mucha serenidad, ocultando la profunda desazón que anida en su interior. Ni Laporta ni Deco le han acompañado en ninguna de sus últimas apariciones.

Secretismo al máximo

Tras ese ruido sin fin, el Barça se ha convertido, y de repente, en un club sin voz. Basta comprobar cómo ha gestionado el traumático relevo en el banquillo. Del fasto y la fiesta que provocó la llegada de Xavi –hasta se abrió el viejo Camp Nou, con casi 10.000 personas reunidas en noviembre de 2021- se ha pasado al secretismo más absoluto, protegiendo a Flick al punto de que hasta se colocó una furgoneta en la puerta de las oficinas del club para evitar cualquier fotografía que no saliera del club.

Yuste, vicepresidente deportivo, Laporta, Flick y Deco, director deportivo del Barça, en el despacho del presidente.

Yuste, vicepresidente deportivo, Laporta, Flick y Deco, director deportivo del Barça, en el despacho del presidente. / FCBARCELONA

Viene el alemán solo con dos ayudantes (Marcus Sorg y Toni Tapalovic) y, de momento, sin preparador físico, acatando todo lo que propone el club. Falta ver, por ejemplo, el encaje que tendría ahora Julio Tous, un reputado especialista en la parcela física que ya tenía fichado el Barça para la próxima temporada. Lo mismo ocurre con Raúl Martínez, uno de los mejores fisioterapeutas que se iba a unir a partir de julio al grupo de Xavi.

Mensaje súper controlado

El Barça, por ejemplo, ha agradecido la "generosidad" del extécnico para renunciar a su salario, aunque deba, eso sí, abonar el año de contrato que le restaba al numeroso cuerpo técnico que traía desde Doha: dos ayudantes (Òscar Hernández y Sergio Alegre), un preparador físico (Iván Torres), un fisioterapeuta (Carlos Nogueira), tres analistas (David Prats, Sergio García y Toni Lobo) y un asesor propio de comunicación personal (Edu Polo), incorporado a ese núcleo ya directamente desde Barcelona.

"La plantilla es extraordinaria. Hay en el equipo una buena mezcla de jugadores con experiencia y jóvenes de talento"

Flick

— Técnico del Barça

Flick, mientras, está dispuesto a trabajar con lo poco que trae de Alemania y lo mucho que le pueda proporcionar la dirección deportiva que lidera Deco, empeñado en colocar a un técnico de confianza en ese grupo. Hasta su mensaje, que ha sido muy breve (apenas dos minutos y 20 segundos duraba su entrevista con los medios oficiales del club), estaba extremadamente calculado.

Era corto su discurso, pero contenía todo lo que le vinculaba con el Barça. Para empezar, el uso del catalán en el anuncio oficial de su fichaje. Luego, recurrió al inglés para expresar su respeto a la filosofía ofensiva de la entidad –"encaja muy bien con la mía"-, poner en valor la calidad de "una extraordinaria plantilla".

Ni una queja tiene Flick de lo que se ha encontrado. "Hay en el equipo una buena mezcla de jugadores con experiencia y jóvenes de talento", indicó el nuevo entrenador, quien concluyó su corto discurso bajo el control absoluto del club con un respeto casi reverencial a La Masia, la cuna de la que acaban de salir Pau Cubarsí, Lamine Yamal, Fermín, Héctor Fort, Gavi… "El Barça tiene una de las mejores academias del mundo", exclamó el técnico alemán, cuidadoso en la elección de los ejes de su inédita exposición del futuro proyecto deportivo.

Flick saluda a Balde, que realiza la recuperación de su lesión, en uno de los campos de la ciudad deportiva del Barça en Sant Joan Despí.

Flick saluda a Balde, que realiza la recuperación de su lesión, en uno de los campos de la ciudad deportiva del Barça en Sant Joan Despí. / FCBARCELONA

Inédita porque se le vio cómo y cuándo quiso el Barça. Tuvo también palabras de comprensión hacia el club para visualizar que “todos están juntos” citando "al presidente Laporta y Deco", por lo que no hay signos de división –menos en estos primeros días- como sí se apreciaban en la relación con Xavi, que ha dejado, además, hasta traiciones que van más allá de lo deportivo.

Inédito resulta porque no hay otro entrenador del Barça, y menos siendo campeón de Europa como lo fue él con Bayern Múnich (2020), que haya llegado con menos visibilidad al club. Tanto que apenas se le ha visto, blindado como nunca antes lo había sido un entrenador recién llegado.

Aterrizó, quedó escondido en un lujoso hotel del Paseo de Gracia, comió con Deco, acudió a la ciudad deportiva donde se encontró a los lesionados Frenkie de Jong y Balde, cenó con Laporta y el director deportivo. En ese deseo de blindar al entrenador, el club usó como cebo hasta una furgoneta, con los vidrios tintados, que fue conducida a dos restaurantes habituales del presidente (Botafumeiro y Via Veneto) cuando, en realidad estaban citados en el Hotel Torre Melina Gran Meliá (antiguo Juan Carlos I), ubicado en la Diagonal barcelonesa.

Al alemán no se le vio entrar ni salir de ese agape donde se festejó el acuerdo. A Laporta, Deco, Yuste y el resto de la comisión deportiva del Barça, sí. Todo eso ocurría después de haber visitado la ciudad deportiva, teniendo al director deportivo como cicerone, luego las oficinas, donde firmó hasta 2026, y se marchó Flick de vacaciones, conectado al teléfono móvil, dejando abiertos muchos asuntos por resolver en la composición de su plantilla.