Barça, de verdad, ¿hay alguien al mando?

Sé que no me van a creer. ¡Este abuelo! Pero la otra noche, cuando Joan Laporta y su amigo del alma Xavier Sala-i-Martín, encantados de conocerse, se dieron un fiestón de felicidad en TV-3, en el debut de otro programa de la factoría Mediapro, titulado ‘El factor clau’ donde, dicen, van a explicar por qué del éxito de cuatro empresas catalanas, empezando, vaya tú, por el FCBarcelona, creí adivinar un montón de gestos, algunos casi lacrimógenos, de Laporta que eran reproducción exacta al más emocionado de los Josep Lluis Núñez.

Mientras el ‘chaquetas’ ofrecía la mejor de las versiones del Barça, es decir, una compañía (casi) idílica, a la sección de baloncesto de la ‘Bomba’ Navarro le explosionaba uno de sus grandes fichajes, convertido en mentira o bulo, pues el Partizan conseguía renovar a un tal Kevin Punter (perdonen mi ignorancia), que iba a ser uno de los paños de lágrimas de la sección para olvidar al gran Nikola Mirotic, con quien la exitosa empresa azulgrana se tendrá que ver, dicen, en los tribunales.

¿Qué saben de fútbol?

Pero, de verdad, en serio, lo de Punter es un chiste comparado con lo que ha ocurrido con el gran, tremendo, magnífico e internacional portero Arnau Tenas, que hasta se había despedido en su twitter del Barça. Resulta que el portero que el Barça fichó cuando tenía 9 años, es decir, el portero que ha fabricado La Masia con enorme y tremendo esfuerzo, convirtiéndolo, según todos los que saben, que no son, desde luego, ni Mateu Alemany ni Deco, en el futuro Víctor Valdés del Barça, había quedado libre y, de pronto, se les ocurre que quieren renovarle.

El ridículo es tremendo porque, tal y como ha recordado esta misma mañana ‘Jijantes’, la opción para renovarle se acababa el 15 de junio. Alemany le lanzó un órdago a Tenas y a su representante, tratando de renovarle a la baja, y el portero, titular en la selección española, dijo que se iba. Y, ahora, intentan recoger velas pero…pero ya tienen que partir de cero y negociar con el muchacho como si viniese del Manchester City.

Lo de Tenas es para preguntarse, de verdad, si en esta nave azulgrana hay alguien al mando. Porque resulta que Jordi Cruyff se va, sin dar explicaciones. Bueno, como todos los que se han ido. Resulta que Alemany se había despedido de todos y vuelve. Resulta que Deco, amigo de Mendes y de Laporta, debe renunciar a su sociedad de representación para poder ser nadie sabe qué, porque aún no ha sido presentado.

¿Por qué no Nico?

En serio, la carita, casi de lágrima, de Laporta, casi de Núñez, en ‘El factor clau’, podría significar un rictus de drama. Y no hablo solo, no, de los casos más recientes de Punter y Tenas, sino, incluso, de algo tan escandaloso como que el Barça y Xavi Hernández, en tiempos de crisis, crisis, crisis y necesidad de avales millonarios para poder inscribir a los que llevan meses renovados, siga exigiendo un centrocampista más cuando tiene al fabuloso, al extraordinario, al culé, al chico preferido de La Masia, Nico González, para cubrir ese puesto. Y si Xavi no es capaz de convertir a Nico en el nuevo Busquets es que, tal vez, el que no sirva sea Xavi y no Nico.

Uno observa al Barça y tiene la sensación de que todo, todo, es improvisación. Que los que gobiernan ese club son de los últimos que les habla y convence. Que no hay una estrategia. Que se pasan el día persiguiendo ‘oportunidades de mercado’ y que, desde luego, creen muy poco en los suyos. Que Nico o Tenas no sirvan para el gran Barça es la demostración de que los que mandan en el Barça están más por el negocio que por aprovechar, insisto, dos de los mejores productos de La Masia de la última década.

Ese punto lacrimógeno de Laporta ante Sala-i-Martín me hace temer lo peor.