ANÁLISIS
La contracrónica del Barça-Betis: Debuta Lamine Yamal, un niño de 15 años y 290 días
Marcos López
Periodista
29 de abril. 22.47 h. Noche tranquila en el Camp Nou con 4-0 para el Barça y el Betis terminando con nueve jugadores por la lesión de Joaquín (segunda mitad) y la expulsión de Edgar (primera). Entonces, Xavi ordena un cambio que tiene un significado singular.
Abandona el césped Gavi y asoma la figura de un niño, que ni tan siquiera ha pisado el estadi Johan Cruyff para jugar con el filial. Justo un minuto antes Joaquín sufría una lesión en la rodilla derecha. Y se coló en el partido Lamine Yamal, un jugador que es, en realidad, un niño. Apenas 15 años. 15 años y 290 días. El más novel en debutar con el Barça. Y el quinto en la historia de la Liga.
Cuando pisaba la mojada hierba del estadio azulgrana Lamine Yamal abría una página de la historia. Era el jugador más joven en hacerlo. Rompía todos los registros cuando ni siquiera puede firmar el primer contrato profesional. Algo que sucederá cuando tenga 16 años.
Se recostó en el flanco izquierdo del ataque, con personalidad ya desde los primeros segundos. Pidiendo el balón, atrevido con el regate, topándose con el cuerpo de Rui Silva, el portero del Betis. Exhibiendo un inusual desparpajo, impropio de un adolescente como es, cuando se fue al eje del ataque para servir un maravilloso balón interior que estropeó Dembélé con un mal remate.
Fue Raphinha el mejor. Sin duda. Una asistencia, esa tradicional curvita desde fuera hacia dentro para que cabeceara Christensen el 1-0, y luego un gran gol, el 3-0, aprovechando un excelente pase en profundidad de Busquets, que debió ser chequeado, eso sí, por el VAR durante algunos minutos.
"Siempre creo que puedo hacer algo más, necesitábamos responder y contestar con esta victoria tan importante después de lo que pasó en Vallecas", admitió el brasileño. "Sabíamos lo que faltó en el último partido, era algo de actitud. Y por eso hemos jugado así", añadió el exdelantero del Leeds.
Raphinha se exhibió la noche en que volvía Dembélé, transformado, ahora sí, en el ídolo del barcelonismo. Hasta tres espectaculares ovaciones recibió el francés antes de pisar el césped. Abandonó el campo Raphinha, quien recibió el abrazo de Xavi, y el público, que aún seguía en el estadio a pesar de la lluvia, bendita lluvia, que cayó sobre Barcelona, enloqueció. "Es buenísimo tener a Ousmane y Crhistensen de vuelta", dijo el brasileño.
Y, curiosamente, la noche en que retornaba Dembélé quedó eclipsado por la aparición deslumbrante de Lamine Yamal. "Yo con 15 años jugaba en el equipo de mi barrio y él entrando en este estadio con tanta gente", dijo Raphinha.
El Barça ya trabaja desde hace meses en la remodelación de la plantilla. Una plantilla que le ha alcanzado para liderar con comodidad la Liga, pero que ha topado en Europa. Primero, en la Champions; luego, en la Europa League. Una plantilla imperfecta, que se aleja del ideal expresado por Xavi al inicio de esta temporada cuando llegó a calificarla de "plantillón".
Pero no tiene el técnico un lateral derecho natural (Koundé, Sergi Roberto, Araujo y hasta Balde han desfilado por esa posición sin ser especialistas) ni tampoco un nueve que cubra las ausencias, ya sea por lesión o sanción de Lewandowski. Pendiente, por ejemplo, del futuro de Messi, quien acaba contrato este 30 de junio con el Paris SG y no da pistas sobre su continuidad en el Parque de los Príncipes.
"El mercado se abre en verano, pero la obligación de la dirección deportiva es estar en no stop y trabajar todo el año", ha revelado Mateu Alemany, el director deportivo del Barça a Movistar. "Estamos preparados para empezar a actuar en la plantilla propia, va a ser un verano interesante, ya te lo digo", añadió después el ejecutivo que tiene el control sobre la reestructuración de la plantilla.
Necesita, además, el Barça rebajar la masa salarial en 200 millones para ajustarse al fair play, además de trabajar en la búsqueda de jugadores, sobre todo a coste cero. Ahí entrarían, por ejemplo, Íñigo Martínez, el central del Athletic, que acaba contrato a final de temporada. Al igual que Ilkay Gündogan, el centrocampista del Manchester City, que también queda libre. Pendiente, además, Xavi de reforzar la posición de lateral derecho y saber si Aubameyang, descontento como está en el Chelsea, halla salida de Londres, también sin impacto económico alguno, y retorna al Camp Nou.
Además, por supuesto, de Messi.
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