Barça y Espanyol empatan en el show de Mateu Lahoz

En horario de Premier y temperatura veraniega, Mateu Lahoz volcanizó un partido que discurrió apacible hasta que reclamó los focos. Señaló un penalti a favor del Espanyol a falta de 20 minutos que supuso el empate y a partir de ahí entró en trance. Sacó la metralleta de tarjetas y encolerizó a todos. Igual que en el partido del Mundial entre Argentina y Países Bajos, su penúltima obra maestra. Un personaje peculiar que destacó por encima de todos en el intenso derbi barcelonés (1-1). El Barça se dejó igualar en el liderato por el Madrid por su inconsistencia y el Espanyol se llevó una cesta navideña llena de confianza del Camp Nou en la reanudación de LaLiga. 

El Barça retomó el campeonato con la suficiencia del líder. Ideas claras a ratos, personalidad solo aparente, juego de ataque a sarpullidos... El Espanyol, en cambio, reemprendió el hilo como lo dejó: tembloroso, mentalmente atascado, juego ramplón. Eso en la primera parte, cuando podría decirse que aportó más brega antes del partido, a cuenta de la sanción condonada a destiempo a Lewandowski, que sobre el terreno. 

Se rehizo tras el descanso. Se volvió competitivo y aguantó la última oleada de ataques azulgranas en su desesperada búsqueda de la victoria. Un empate frustrante para el Barça; feliz para el Espanyol. Un derbi al fin y al cabo que tuvo la intensidad y el fuego que se espera de estas citas, pero más gracias al árbitro que a los jugadores. 

Lewandowski, apagado

La indignación de los blanquiazules por la alineación de Lewandowski era tan justificada como innecesaria por lo que se vio en el Camp Nou. Al polaco se le vio poquito, como si se hiciera perdonar una participación con la que nadie contaba. Un cabezazo virulento en el minuto 54, una participación en el primer gol y, sobre todo, un remate solo ante Álvaro Fernández al que no supo superar a dos minutos del cierre. Era el 2-1 que necesitaba su equipo y no materializó.  

Lewandowski estuvo flojito y eso que enfrente tuvo una línea defensiva blandita como un panettone, sobre todo al principio. Cada balón colgado en el área blanquiazul era una amenaza de devastación, en particular a balón parado. César Montes, el nuevo central, se debió hacer una idea clara de por qué se le fichó. Se diría que ya se ve titular el mexicano.

El primer gol barcelonista fue paradigmático sobre la falta de cemento de la parte de atrás espanyolista. Toques y toques de cabeza dentro del área hasta que Marcos Alonso empujó el balón en la portería (m. 6). Su primer gol en la Liga, el segundo como barcelonista. Pudo marcar otro poco después en un remate solo desde el área pequeña, en otra gentileza de la defensa perica. 

El partido se desarrolló con pinta de merienda azulgrana. Las ocasiones fluyeron, pero casi no hubo ni lamentos entre los barcelonistas. Ya caerá el segundo de una manera u otra, parecía ser el mensaje gestual. Lo intentó Raphinha desde diferentes posiciones, también Gavi, o Ansu Fati, que regresó a la titularidad. Esa suficiencia la pagó en forma del liderato en solitario perdido, en forma de frustración.

Intrascendente Ansu

Ansu ha jugado poco esta temporada. A ratitos. Se le notó la falta de ritmo, la falta de confianza, la ausencia de audacia. Salvo que las estadísticas lo desmientan, así a ojo no pareció que intentara ni un regate en la hora que disputó antes de que Xavi ejecutara un cambio de extremos. Toca seguir apelando a la paciencia con este chico.

Fue pocos después de este doble cambio que el encuentro ardió. No le puso el mechero Dembélé con sus galopadas, que algunas tuvo. Lo hizo Lahoz, que parece dispuesto a ser más famoso que los futbolistas. Tormenta de faltas señalizadas, espasmos con las tarjetas, gesticulación de divo. Un show. Una calamidad. 

Pitó un penalti por un pisotón a Joselu que transformó el máximo realizador del Espanyol. Expulsó a Alba. Después a Vini. Tarjetas y más tarjetas y partido parado constantemente. Si en el Argentina-Holanda del Mundial sacó 18 amarillas y una roja, en el derbi mostró 15 más dos expulsiones. No es normal cómo arbitra este hombre. No benefició a ningún equipo. Encrespó a todos.

En medio de ese ardor ambiental, cuando el duelo se hizo de diez contra diez, el Barça se volcó para lograr una igualada que no llegó. El portero blanquiazul fue en parte responsable. Estuvo excelso en los remates de Christensen y el mencionado de Lewandowski. Por una vez, si se habla del cancerbero del Espanyol, tendrá que ser para el elogio.

Ficha técnica

BARÇA: Ter Stegen (6), Sergi Roberto (6), Christensen (6), Alonso (6), Alba (5); De Jong (7), Gavi (6), Pedri (6); Raphinha (7), Lewandowski (4), Ansu Fati (4).

Cambios: Busquets (5) por Gavi (m. 50); Dembélé (6) por Raphinha (m. 61); Ferran (4) por Ansu Fati (M. 61), Balde (6) por Sergi Roberto (M. 82), Koundé (5) por De Jong (m. 82)

ESPANYOL: Álvaro Fernández (9); Óscar Gil (6), Sergi Gómez (6), Cabrera (7), Brian Oliván (6); Calero (5), Vini Souza (5), Melamed (6), Darder (6), Braithwaite (4); Joselu (9).

Cambios: Expósito (7) por Calero (m. 56), Puado (6) por Melamed (m. 56), Simo (sc) por Braithwaite (m. 85), Rubén Sánchez (sc) por Gil (m. 89), Vidal (sc) por Oliván (m.89),

GOLES: 1-0, Alonso (m. 6); 1-1, Joselu (m. 72, de penalti)

ÁRBITRO: Mateu Lahoz (colegio valenciano)

TARJETAS: Ansu Fati (m. 25), Gavi (m. 30), Oliván (m. 30), Cabrera (m. 31), Calero (m. 54), Expósito (m. 74), Vini Souza (m. 74), Jordi Alba (m. 74), Ferran Torres (m. 75), Pedri (m. 76), Alba (m. 78), Vini de Souza (m. 81), Expósito (m. 81), Raphinha (90’+5), Puado (90’+6), Xavi (90’+6). Doble tarjeta y expulsión: Alba (m. 73 y 77) y Vini (81)

ESTADIO: Camp Nou (88.095 espectadores)

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