Entrevista a Alejandro Balde: "De mi generación solo quedo yo"

Alejandro Balde es uno de los 11 jugadores que más utilizó Xavi Hernández en la primera fase de la temporada y de los que más minutos sumó. Su gran inicio de temporada le ayudó a ser convocado para el Mundial tras la lesión del valencianista Gayà. Con 19 años cumplidos el pasado 18 de octubre, defiende su condición de lateral izquierdo titular, pero la competencia ha aumentado mucho: no hay ningún defensa de baja.

-Si tuviera que elegir un adjetivo para definir el año, ¿cuál sería?

-Inesperado. Por todo que he vivido. Todo bueno, pero inesperado.

-¿Y recuerda cómo comenzó 2022?

-Empecé entre el Barça B y el primer equipo y al final acabé la temporada en el primer equipo. Hice una buena pretemporada este verano y ya no he vuelto a bajar.

-Su principio de año fue encamado, enfermo de covid.

-¡Es verdad!

-¿Ha contado cuántos derbis habrá jugado en su vida?

-Muchos. Más de 15 seguro.

-¿Este será un derbi más o uno muy diferente?

-Cuando eres un crío, el derbi es el partido del año porque esperas que llegues ese día. Ahora siento la misma ilusión por el derbi y, además, la gente vendrá al estadio con muchas ganas después de dos meses sin futbol en el Camp Nou.

-¿Tienen la sensación de que empieza casi la Liga o que, en verdad, se reanuda?

-Es difícil responder viniendo de un Mundial, inmerso en otra dinámica y después de un mes y medio fuera. Al principio costó un poco, pero era cuestión de olvidarse y centrarse en lo que viene.

-¿Ha olvidado la experiencia de este Mundial?

-Lo he intentado olvidar, pero al final acabas hablando con alguien y le das vuelta sobre si podía haber sido de otra manera.

-¿Con qué sabor se quedó?

-Nos quedó la sensación de que pudimos haber llegado más lejos. La experiencia fue buena.

-¿Fallaron ustedes o faltó suerte?

-Marruecos hizo su partido, y lo hizo bien. Luego la suerte nos dio la espalda en los penaltis.

-¿Cuál es la experiencia que más le ha impactado?

Ir al Mundial, sin duda.

-Sucedió de repente.

-No me lo creía. Estaba para jugar contra Japón con la sub-21, me lo dijeron y volé a Barcelona para coger mis cosas y viajar al día siguiente a Qatar.

-¿Qué le pasó por la cabeza?

-Todo pasó muy rápido. Estaba en el avión pensando que iba al Mundial y no me lo creía.

-¿Lo veía imposible antes de que sucediera?

-Había rumores. Antes de que apareciera la lista sé que mi nombre sonaba. Pero nunca había ido convocado y entrar para ir directamente al Mundial.... Al lesionarse Gayà empecé a creérmelo un poco.

-Volviendo al derbi. ¿Quedan sentimientos de rivalidad con el Espanyol o ya no?

-Yo, que soy culé desde pequeño, el derbi ha sido un partido muy importante, como lo es un clásico. Siempre he vivido esa rivalidad y las ganas de ganar al Espanyol siempre permanecen.

-Pero perteneció al Espanyol.

-Estuve solo un año. Llevo 12 en el Barça. Y he sido culé desde pequeño.

-Y de pequeño jugaba de delantero. Ahora es lateral. ¿De qué le gusta jugar en verdad?

-Mi posición ideal es la de lateral izquierdo. Ahora sí. Fui delantero en fútbol 7 y al pasar a fútbol 11 jugaba de extremo izquierdo. En un partido se lesionó un compañero, me pusieron de lateral y ya me quedé.

-¿Y se siente cómodo?

-Sí, sí. Esta Liga jugué por primera vez de lateral derecho y también me sentí bien.

-¿Ninguna dificultad?

-El primer partido, en Mallorca, fue el más difícil por el posicionamiento y el perfil que tienes que adoptar, pero no había tiempo y tuve que acostumbrarme rápidamente.

-Su mayor defecto es la agresividad para defender. ¿Está de acuerdo? ¿Le cuesta?

-Sí. Tengo muchas cosas positivas ofensivamente, pero siempre me lo han dicho de las cuestiones defensivas. En las categorías inferiores vas más sobrado y no le das importancia. Desde que estoy aquí, hay que dársela, claro, y he mejorado bastante.

-Jugó siete partidos en toda la temporada pasada y en está ya jugó los siete en los primeros ocho encuentros. ¿Cuál es la explicación del cambio?

-El año pasado fue de aprendizaje. Estaba entre en Barça B y el primer equipo y no sabía bien cuál era mi lugar. Ahora estoy más asentado y he aprendido.

-Y tuvo una lesión de lumbalgia y otra de tobillo.

-La lumbalgia fue con el primer equipo y el tobillo por una entrada jugando con el B ante el Castilla.

-¿Qué aprendió?

-A intentar ser más fuerte mentalmente y a prepararme mejor. Son experiencias que has de pasar, las buenas y las malas, y hay que aprender de ellas. Me ayudó a sentirme más fuerte en los momentos difíciles cuando volví a jugar, sin ritmo, y entonces dejé de jugar y me dediqué a prepararme mejor físicamente.

-¿En quién se refugió? ¿Quién le ayudó?

-Mis padres, mis hermanos y mi grupo de amigos. Es importante tenerlos ahí en los malos momentos.

-¿Ahora su sitio es el de lateral izquierdo titular del Barça?

-Más que ser titular o suplente, lo prioritario es aprender a mi edad. Estar con Jordi [Alba], que es de los mejores del mundo en esta demarcación, me permite aprender mucho.

-¿Hay algún jugador del Espanyol al que se haya enfrentado?

-Diría que un chico, Omar, que es lateral derecho, y ya está. Es muy difícil llegar. Yo llevo 12 años en el Barça y de mi generación, del año en que yo entré, solo quedo yo.

-Es para sentirse afortunado.

-Sí, también. Hay que esforzarse mucho y hay que tener ese punto de suerte que te ayude.

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