DOS SEMANAS "FATÍDICAS"

Del Bernabéu al Cádiz, así se ha desmoronado el Barcelona

En un mes, el equipo de Xavi bajó de la nube del 0-4 al Madrid para sumergirse en un agujero negro

Xavi da instrucciones durante el Barça-Cádiz en el Camp Nou.

Xavi da instrucciones durante el Barça-Cádiz en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Marcos López

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¿Por qué se ha caído tan rápido de la cima del Bernabéu?

Hace un mes y un día de la noche en que el Barça de Xavi holló la cima del Bernabéu con aquel 0-4. Era el inicio de una nueva era. “El Barça ha vuelto”, tuiteó Piqué, mientras el presidente Joan Laporta, una vez acabado el partido, posaba orgulloso sobre el césped madridista junto al técnico como síntoma de que la reconstrucción estaba en la senda correcta.

Sucedió el pasado 20 de marzo, luego llegó el parón por las selecciones y a partir de aquí se emprendió un rápido e inexplicable descenso hacia la vulgaridad con cinco partidos en los que solo ha sumado dos victorias (1-0 al Sevilla y 2-3 al Levante), encajando dos derrotas dramáticas que le han costado un título (el 2-3 con el Eintracht y el 0-1 doloroso con el Cádiz) unido al empate en Alemania (1-1), que fue la señal de esa súbita descomposición, advertida por Xavi, pero no resuelta por un equipo que se ha derretido desde que se creyó el rey del mundo en el Bernabéu.

Dembélé, abatido, durante el Barça-Cádiz del Camp Nou.

Dembélé, abatido, durante el Barça-Cádiz del Camp Nou. / Jordi Cotrina

Desde entonces, el Madrid vuela (aumentó su ventaja en 15 puntos y en semifinales de Champions) y el Barça apenas gatea, por mucho que siga siendo segundo en la Liga, empatado, eso sí, con 60 puntos con Sevilla (tercero) y Atlético (cuarto), aunque con un partido menos los azulgranas.

¿Por qué se ha roto la racha?

Llevaba el Barça 15 partidos consecutivos sin perder, instalado en la fiabilidad que había construido Xavi con una apuesta intocable por el 4-3-3, siendo estable. Había recuperado el gol (cuatro al Atlético, cuatro al Valencia, cuatro al Athletic, cuatro a Osasuna y cuatro también al Madrid), pero lo más importante es que tenía firmeza defensiva porque era un equipo que concedía pocas ocasiones porque se construía bajo la solidaridad de la presión.

Ferran Torres pierde el balón ante Fali

Ferran Torres pierde el balón ante Fali / JORDI COTRINA

No solo eran las victorias sino la capacidad que tenía para arropar a Ter Stegen, con un trabajo colectivo. Dentro de esa racha de 15 encuentros hubo una mini de siete en la que el Barça mantuvo cinco partidos la portería a cero y solo encajó dos tantos en 630 minutos (uno del Elche y otro del Galatasaray). 

Ahora, el equipo se ha destensado. Es como si alcanzada la cima del Bernabéu, se hubiera dejado ir. En Fráncfort, y aunque solo recibió un gol, se apreció el gran cambio. Se transformó en un Barça largo, descohesionado, que sobrevivió solo por la falta de puntería del Eintracht. Pero ya era el primer y serio síntoma de descomposición.

El equipo se ha derretido defensivamente y está deshilachado. Es vulnerable y frágil

Perdió el aura en Alemania, transformado en un bloque defensivo (no es solo cuestión exclusiva de la zaga) débil y accesible para cualquiera. Con o sin Piqué. Con o sin Araujo. Sus dos centrales titulares. Hasta 16 remates concedió al Eintracht, cinco de ellos a puerta. Ante el Levante cometió tres penaltis en la segunda parte, además de soportar Ter Stegen 11 tiros.

Y llegó la invasión alemana, con otros 16 disparos, ya en el Camp Nou, del equipo de Glasner para certificar, con otro penalti cometido en el camino, que el Barça se estaba desplomando. Ni rastro de ese bloque que resistió firme ante Madrid y Sevilla encadenando 180 minutos sin recibir ni un solo tanto. Se ha deshilachado el equipo de Xavi, transparente como es atrás, al punto de que ha encajado siete goles en los cuatro últimos partidos, incapaz como ha sido de mantener su portería a cero.

¿Por qué ha perdido puntería y se frustra?

En los cuatro últimos duelos (Eintracht, Levante, Eintracht y Cádiz), el Barça siempre ha empezado por detrás en el marcador, prueba de su debilidad defensiva que, además, condiciona, y de forma notable, su rendimiento. Solo remontó, y agarrado a la salvadora cabeza de Luuk de Jong, en el Ciutat de Valencia.

Xavi da instrucciones a Aubameyang antes de salir en la segunda parte del Barça-Cádiz.

Xavi da instrucciones a Aubameyang antes de salir en la segunda parte del Barça-Cádiz. / Jordi Cotrina

Pero el equipo, por muchas ocasiones que genere, no tiene la contundencia ofensiva de antes, a pesar de que Xavi había encontrado en Dembélé-Aubameyang-Ferran Torres su tridente más preciso. Pero se ha atascado de manera inesperada. Dos goles (el de Ferran en Alemania y Auba al Levante) revelan esa súbita caída, quedándose el Barça seco en su choque con el Cádiz. Y eso que Xavi acumuló en la segunda mitad, tras el tanto de Lucas Pérez, todos los delanteros que tenía en la plantilla.

Hasta cuatro 'nueves' usó Xavi ante el Cádiz: Memphis, Ferran, Aubameyang y Luuk de Jong. Pero el equipo se quedó seco

Empezó con Dembélé-Memphis-Ferran y acabó con Aubameyang, Adama y Luuk de Jong en el campo, jugando con un arriesgadísimo 1-3-2-5 que no le sirvió ni para marcar un gol, retrato de su impotencia y frustración. Llevaba un mes (desde el 0-0 del Galatasaray) sin acabar un partido marcando un gol.

El 0-1 del Cádiz certifica, ahora sin excusas ni coartada, que no tiene puntería ni tampoco amenaza como antes. Hasta cuatro ‘nueves’ usó Xavi el pasado lunes: Memphis (45 minutos), Ferran, en un cambio de funciones que le obligó a estar 15 minutos como delantero centro tras ser extremo izquierdo y acabó de interior zurdo, Aubameyang (29 minutos) y Luuk (13 minutos).

Xavi pide atención a sus jugadores durante el Barça-Cádiz.

Xavi pide atención a sus jugadores durante el Barça-Cádiz. / Jordi Cotrina

¿Por qué el Barça se ha desplomado emocionalmente?

En cuatro partidos, dos lesionados. Ambos de carácter muscular. Pedri, ante el Eintracht, es una baja capital para Xavi porque hay un Barça luminoso con el canario y otro, sombrío y apocado, sin él. Dest regresaba a la enfermería ante el Cádiz, apenas una semana después de recibir el alta médica. Aunque el equipo no solo se ha caído en el plano futbolístico sino que se ha derrumbado emocionalmente.

Tras la derrota con el Cádiz, Xavi rogó "humildad" a sus jugadores, que viven en cuesta abajo caótica tras el 0-4 del Bernabéu

Hasta el técnico, extremadamente cuidadoso en su mensaje público como es, apostando siempre por el elogio, tuvo que alzar la voz al comprobar que el Barça se ha sumergido en dos semanas en un agujero negro. "Estoy enfadado, cabreado, decepcionado, contrariado… Debemos jugar con más fe, con más determinación, con más deseo, con más ganas… Esto es el Barça, debemos hacer más cosas en defensa y ataque", exclamó irritado Xavi, que enumeró una larga lista de detalles en los que falla su equipo, dolido también "porque lo hemos entrenado y estos jugadores ya lo han hecho".

Ansu Fati y Pedri, ambos lesionados, antes de empezar el Barça-Cádiz en el Camp Nou.

Ansu Fati y Pedri, ambos lesionados, antes de empezar el Barça-Cádiz en el Camp Nou. / FcBarcelona

Pero ahora no lo hacen inmersos como andan en un bajón también emocional. "Me preocupa todo, claro que sí. Debemos ser humildes, humildes… No se ha hecho nada. Se deben apretar los dientes porque nos jugamos mucho". Son los mismos del Bernabéu, pero han dejado de jugar igual, que deambulan deprimidos y sin liderazgo alguno en el campo, zarandeados por el desastre del Eintracht. 

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