EL REPASO DEL CLÁSICO

Radiografía al doctor Busquets

El mediocentro, que dio el 78% de los pases a uno o dos toques, imparte una cátedra en el Bernabéu, confirmando que es un futbolista insustituible para Xavi

Busquets se abraza a Militao al final del clásico del Bernabéu saldado con el 0-4.

Busquets se abraza a Militao al final del clásico del Bernabéu saldado con el 0-4. / Javier Barbancho

Joan Domènech

Joan Domènech

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Después de 670 partidos con el Barça y de 114 con la selección, a Sergio Busquets no se le ha agotado ni la sabiduría ni la fuerza física para impartir otra lección de fútbol en el aula magna que es el Santiago Bernabéu. El 5 azulgrana sigue honrando la camiseta que un día decidió legarle, expresa y exclusivamente, su no menos reputado e ilustre antecesor: Carles Puyol.

Ha venido otro viejo compadre de sus años mozos, Xavi Hernández, a rescatar a Busquets del deslizadero hacia el ocaso, empujado por las críticas y, también, por el diferente rol que iba ejerciendo en el campo, alejándose cada vez más del modelo de mediocentro para el que fue alumbrado y encumbrado hará 14 años.

Sigue siendo el mismo, para lo bueno y lo poco malo. Es austero hasta en el terreno de juego, lo cual es una virtud. Ahorra hasta en los pases. El 78% de los que dio el domingo ante el Real Madrid los dio a uno (36%) y dos toques (42%), y en los restantes 17 pases dio tres toques al balón (10) o más. Busquets no se entretuvo hasta el minuto 91, cuando dio seis toques seguidos al cuero. Por aquellos momentos, se le vio acudir a dos presiones a Courtois, algo tan insólito como innecesario.

Busquets agarra a Militao en la jugada en la que el capitán del Barça fue amonestado.

Busquets agarra a Militao en la jugada en la que el capitán del Barça fue amonestado. / Susana Vera / Reuters

El capitán del Barça intervino 84 veces en los 90 minutos. Falló tres pases, pero dio tres servicios verticales que dejaron a Alba, Pedri y Ferran por detrás de la defensa en franca ventaja. Perdió cuatro balones, recuperó 12, hizo dos faltas y recibió dos. Vio una tarjeta por agarrar a Milito, que iniciaba un contragolpe, y generó dos, a Kroos y Camavinga.

Busquets ha jugado 40 de los 41 partidos de la temporada, el 97%: solo se perdió el de Mallorca porque estaba sancionado.

Solo son números. Excelentes, sin ser los mejores, porque Jordi Alba dio más pases y Eric Garcia obtuvo mejor porcentaje de acierto en el pase. Las imágenes ayudan a describir el despliegue de Busquets en el coliseo blanco. Según el mapa de calor, se podría deducir que se trataba del Camp Nou.

El mediocentro del Barça, por tanto el centrocampista más retrasado y próximo a los centrales, estuvo más tiempo en la teórica posición de mediapunta que de mediocentro. Es decir, pisó más los aledaños del área de Courtois que la de Ter Stegen. La comparación con Casemiro, su homólogo en el Madrid, el líder de la Liga, ayuda valorar la propuesta de Xavi en contraste con la de Carlo Ancelotti en el duelo directo.

Este es el mapa de calor que mide las zonas que más tiempo ocuparon (en rojo) durante el partido Busquets y Casemiro, los dos mediocentros de ambos equipos. El azulgrana jugó mucho más avanzado pese a ser el visitante.

Este es el mapa de calor que mide las zonas que más tiempo ocuparon (en rojo) durante el partido Busquets y Casemiro, los dos mediocentros de ambos equipos. El azulgrana jugó mucho más avanzado pese a ser el visitante. / EP

Se exhibió el Barça en el Bernabéu, de nuevo, y apartado del fulgor de los flashes, algo que es frecuente desde que dejó de ser una novedad en el primer equipo, Busquets, en su invisibilidad, dejó el rastro del aroma de fútbol que esparció el once de Xavi. Aquel olor que permanece en la atmósfera por mucho tiempo que corra. Acabó el partido hablando a los micrófonos de Movistar. Esta vez con media sonrisa en la boca, después de haberse comido varios marrones de las derrotas anteriores. El equipo le aclamó al entrar al vestuario. 

Todos le vitorearon, por ser el capitán y por ser el tipo que siempre ayuda en el césped; a veces ofreciendo una línea de pase, a veces oscureciéndose arrastrando un rival, sabiendo cuáles son las necesidades del grupo, perdido ya el afán de protagonismo si es que alguna vez lo tuvo. Pero está en todas partes, siempre imprescindible, como pregonan los números. Luis Enrique se ha apiadado de él y le ha dado descanso en la selección.

Insustituibles vacas sagradas

El capitán ha jugado el 91% de los minutos posibles. Solo le supera Ter Stegen; por detrás aparecen Alba y Piqué.

Xavi no lo hace porque el Barça no juega amistosos, así que Busquets es el jugador de la plantilla que más partidos ha disputado (40 de 41, el 97% del total) y el primero de campo en minutos (3.429 de 3.750 posibles, el 91%), después de Ter Stegen. Siguen a Busi las otras vacas sagradas de la plantilla.

Se sabe que Alba no tiene sustituto, en ausencia de otro lateral izquierdo. Gerard Piqué compite con cinco centrales más (Araujo, Mingueza, Eric y Lenglet, más Umtiti, lesionado) y es propietario de una de las dos plazas. Busquets, que cumplirá 34 años el próximo 16 de julio, solo se ha perdido el primer partido del año: la visita a Mallorca. Estaba sancionado.

Ferran y Busquets celebran un tanto

Ferran y Busquets celebran un tanto / FC Barcelona

"Busi es un jugador imprescindible". Xavi mencionó esa frase al regreso de la derrota ante el Madrid en Arabia Saudí (2-3), y antes de que el Barça cayera también en la Copa en San Mamés. Era mediados de enero.

Sigue siendo "esencial", "insustituible", "espectacular" y "primordial", dijo el entrenador el sábado, regándole de elogios, agradecido a un pupilo que es también un amigo. “Ha dado un rendimiento escandalosamente bueno, y aun así ha sido criticado como el que más. Imagínate la que les caerá a los que vienen por atrás", vaticinaba Xavi, que ya pasó por esa fase cuando era jugador. Pobres.

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