LA ELIMINACIÓN DE LA CHAMPIONS

Xavi también se frustra con el Barça

El desastre de Múnich legitima al técnico a tomar decisiones. Y le obliga a tomar decisiones urgentes. Mientras no lleguen refuerzos en enero, si llegan, Xavi debe reactivar al equipo pese a las limitaciones futbolísticas que sufre.

Xavi charla con Ansu Fati en el primer entrenamiento del Barça tras la eliminación en la Champions.

Xavi charla con Ansu Fati en el primer entrenamiento del Barça tras la eliminación en la Champions. / FCBARCELONA

Joan Domènech

Joan Domènech

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Diecisiete veces jugó Xavi la competición europea con el Barça y no siempre fue la Champions. Fue solo campeón en cinco. Conoció más sinsabores que alegrías. Su debut como entrenador empieza exactamente igual que como comenzaron sus experiencias como futbolista: eliminado de la Champions y caída de consuelo a la Europa League, antes la UEFA.

No solo eso. Xavi participó en los seis partidos con aquel Barça de Van Gaal, que sucumbió en la fase de grupos con dos victorias (al Brondby, ahora al Dinamo Kiev), dos empates (con el Manchester United, sendos 3-3) y dos derrotas con el Bayern de Múnich. Fueron más dignas aquellas (0-1, y 1-2) que las dos de esta temporada.

El técnico urgió a Laporta a fichar para reforzar al equipo por su pavorosa falta de gol.

De Jong, Lenglet, Piqué y Demir, desolados en Múnich.

De Jong, Lenglet, Piqué y Demir, desolados en Múnich. / Philipp Guelland / Efe

La primera se la comió Ronald Koeman; la segunda ha sido entera para Xavi, que no ha logrado cambiar la dinámica que seguía el equipo con el holandés. Otro 3-0 para dejarle claro que no obra milagros. Pero ya se ha hecho una composición de lugar.

Liberar fichas y salarios

Después de un mes en Barcelona –se presentó el 8 de noviembre– ha llegado a varias conclusiones que ha compartido con Joan Laporta: la plantilla necesita refuerzos con urgencia. No los recibirá si no se producen bajas antes para liberar fichas y obligaciones de pago (léase rebajar el límite salarial). Por ejemplo, que futbolistas como Philippe Coutinho, Samuel Umtiti o alguno más acepten un traspaso para jugar en otro equipo lo que no van a jugar nunca en el Barça. El presidente acudió al entrenamiento al regreso de Múnich, pero la charla con el entrenador ya se produjo en el avión.

Laporta, Jordi Cruyff, Yuste y Alemany, en el entrenamiento del Barça tras la eliminación en la Champions.

Laporta, Jordi Cruyff, Yuste y Alemany, en el entrenamiento del Barça tras la eliminación en la Champions. / FCBARCELONA

"Es un mazazo para mí como entrenador", reconocía Xavi minutos después de consumarse la catástrofe. Conmocionado estaba el entrenador por la derrota que enviaba al Barça a la humillación de disputar la Europa League, por su incapacidad para mejorar al equipo y para mejorar los resultados. Sin excusas se quedó al toparse de bruces con "la realidad, la dura realidad".

"Es un mazazo" dice Xavi tras ver la pérdida de talento que tanto lastra a la plantilla.

Marcador del Bayern - FC Barcelona

Marcador del Bayern - FC Barcelona. / Marcel Engelbrecht / Europa Press

Y esa realidad no es el descenso a la segunda competición europea, donde le esperan rivales similares a los que le han expulsado de la élite. La "dura realidad" es que se dio cuenta de que el Barça, su Barça, no compitió con el Bayern. Ni pudo activar a sus jugadores ni supo estimularles para que dieran el límite de sus facultades.

El titular 'quedabien'

La frustración se apoderó del técnico, impotente por no haber suscitado la rabia y el orgullo de sus pupilos. El "cuchillo entre los dientes" que iban a enseñar Gerard Piqué y los compañeros fue la repetición de un viejo tópico, el titular quedabien que caduca en horas. Xavi, en su fuero interno, se carcomía por no haber utilizado las herramientas adecuadas para revertir la situación. Ni las tiene. Ningún jugador azulgrana sería titular en el actual Bayern.

Habló el entrenador de las "muchas circunstancias" que han conducido al Barça a la decadencia, pero no eliminó la cuota de responsabilidad que le corresponde. En cinco partidos solo ha sumado dos triunfos: el 1-0 de penalti ante el Espanyol y la "afortunada" victoria sobre el Villarreal. Cuatro goles ha marcado el equipo. Cinco ha encajado. Tres del Bayern que sepultaron al Barça.

Pavard despeja pese al acoso de Dembélé.

Pavard despeja pese al acoso de Dembélé. / Christof Stache / AFP

Competir mejor

"Sinceramente, me esperaba competir mejor con el Bayern, pero han sido superiores y mejor equipo que nosotros", reflexionó, usando cuidadosamente el "han sido" en lugar del "son superiores" que supone el implícito reconocimiento de inferioridad. Asumido, sin embargo, por el barcelonismo. "Nos faltan muchas cosas, hay que cambiar cosas. Debemos ser honestos".

A los cinco lesionados se unieron Alba y Memphis, que tampoco jugarán en Pamplona el domingo.

Los cambios, sin embargo, no podrán ser tan radicales como demandan las necesidades del equipo, con el club ahogado por la deuda que dejó Josep Maria Bartomeu y asfixiado por el límite salarial que impide renovar la plantilla fichando y echando jugadores. Unido, además, a los cinco lesionados, tres de ellos delanteros (Ansu Fati, Sergio Agüero y Martin Braithwaite) que paliarían la pavorosa falta de gol, merma principal de este Barça, corroborada en Múnich (cuarto partido sin marcar), en la sexta jornada de la Champions en la que Antoine Griezmann anotó un gol y una asistencia y Lionel Messi, sumó dos tantos. 

Ninguno de los lesionados estará listo hasta enero. Descartado queda el concurso de Jordi Alba y Memphis Depay para enfrentarse el domingo a Osasuna. El punto de inflexión no empezará hasta 2022. Tras la visita a Pamplona, vendrá el Elche al Camp Nou (18 de diciembre) y se saldará el partido pendiente de Sevilla (día 21). 

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