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FC BARCELONA 1 - 1 SEVILLA FC

Empate de hierro

El Barça se estrella ante un gran Sevilla que lo sometió a un partido lleno de estrés

Leo Messi lucha el balón ante dos jugadores del Sevilla

Leo Messi lucha el balón ante dos jugadores del Sevilla / periodico

Marcos López / Barcelona

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Topó el Barça con el Sevilla, un equipo como Dios manda. Topó Koeman con la obra de Lopetegui, que lo sometió a un noche llena de estrés, donde sufrió porque se quedó sin el balón, aunque terminó viviendo en el área de Bono generando peligro en los instantes finales, con derecho incluso a reclamar un penalti que no le pitó Gil Manzano a Messi en el tiempo añadido. Un empate de hierro  que frena a los azulgranas, que cierran su primera semana con siete puntos de nueve posibles.

Pero dejó, al mismo tiempo, la sensación de que se medían dos equipos en situaciones bien distintas. El Barça, un conjunto en construcción, casi con los planos iniciales aún sobre la mesa de Koeman. En el Sevilla, en cambio, todo está hecho y bien hecho porque Lopetegui, arropado por Monchi, ha firmado un equipo robusto,  ordenado, fiable y, sobre todo, solvente.

No tocó nada Koeman. Técnico de costumbres. Apenas un cambio, y obligado por la sanción de Lenglet, abriendo la puerta de la titularidad a Araujo. Todo, además, ante un señor equipo como el Sevilla de Lopetegui. Una obra bien hecha, construida con la astucia de Monchi y el trabajo del exseleccionador español, a quien renegaron en La Roja por firmar de blanco antes de tiempo. El partido tuvo un aire entretenido. El Sevilla le quitó la pelota al Barça. Y lo hizo sufrir. Incluso cuando la pelota estaba detenida porque se despistaron los azulgranas.

Desatenciones

En el primer córner, el equipo de Koeman estaba con la cabeza en otro sitio. No le costó un gol, pero casi. En el segundo saque de esquina, recibió una cara factura a esa desatención defensiva. El gol de Luuk de Jong, quien cazó una segunda jugada con un disparo que quebró las manos de Neto. Era el primer gol en contra que encajaba el Barça de Koeman. Estaba avisado, pero no corrigió el error inicial. Sí tuvo una respuesta inmediata con el empate de Coutinho, que nació en el tradicional y venenoso pase de Messi a Jordi Alba. Ese pase que levantaba al Camp Nou cuando venía la gente. Se interpuso Navas. Y sin quererlo regaló una asistencia de gol a Coutinho, que seguía la jugada desde atrás con espíritu de cazagoles. Tuvo premio el brasileño a esa fe que pocos habrían tenido en ese balón.

Noche sin tregua

No había espacio para el relax. Ni tampoco para los despistes. Además, tanto De Jong, el azulgrana, como Busquets, los dos medio centros, cometieron errores imperdonables en la construcción del juego. Nada lúcido el exjugador del Ajax, como si se hubiera enemistado con el balón. Algo intolerable en un futbolista de este nivel, que, además, dejaba desnuda a su defensa. El Barça, entretanto, no estaba fluido por muchas razones. ¿La principal? El Sevilla, un equipo que juega de memoria, sin importarle siquiera que Lopetegui, su entrenador, esté sancionado en la grada.

Tenía problemas el equipo de Koeman para encontrar a sus cuatro delanteros, mientras detrás Araujo, un central uruguayo, firmaba una puesta en escena imponente en su debut como titular. No se dejó intimidar por la corpulencia de Ocampos, a quien frenó con inteligencia. Soltó su derecha para dibujar una diagonal de más de 50 metros (de derecha a izquierda) hacia el territorio de Ansu Fati. Fuerte Araujo físicamente. Y fuerte, muy fuerte, en el plano mental. Sobresalió en su debut.

Ataque colapsado

Tenía el balón el Sevilla y el  Barça no se sintió dueño del partido en ningún momento. Además, atacaba solo por la izquierda y por el centro. En la banda derecha, ni rastro de peligro. Ni rastro alguno, otra vez,  de Griezmann. Ya tenía pinta el francés de ser un caso desde que llegó hace un año. Y con un año de retraso.

Pero ahora aún más porque estuvo invisible. Y a la hora de partido ya estaba camino de la ducha porque entró Trincao en su sitio. También apareció Pedri por un apagado y desconcertante Ansu Fati, enviando a Coutinho a la banda izquierda. Y el Sevilla, que no se descomponía, elevó su presión asustando al Barça, que no halló el atajo para sortearla, mientras Messi continuaba desconectado.

Demasiados problemas para Koeman, quien charló con Alfred Schreuder, su ayudante, para definir los siguientes pasos. Resuelto el cónclave, que coincidió, además, con la lesión de Jordi Alba, se ejecutaron las decisiones: Pjanic por Coutinho y Dest, que debutó como lateral izquierdo. Y esas alternativas agitaron al Barça en un partido en el que demostró también la solidaridad defensiva que no se le recordaba desde hace años.  Y un penalti a Messi claro que no lo pitó Gil Manzano, además de la certeza, ya sabida, de que todavía hay mucho por hacer. 

Ficha del partido

BARÇA 1 SEVILLA 1

Barça : Neto (5); S. Roberto  (4), Araujo (8), Piqué (6), Alba (5);  Busquets (5), De Jong (4), Griezmann (4), Coutinho (7); Ansu (4), Messi (5). Técnico: Koeman (5).