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LA FINAL DE LA COPA DEL REY
Iniesta se va dando la última lección
El Barça destroza al Sevilla con un vendaval de juego y una goleada que inicia Cillessen con un zapatazo desde su portería
Joan Domènech
Periodista
Periodista. Título de Entrenador de fútbol nivel A. Deportista vocacional. Tras retirarme como futbolista, empecé a trabajar en Mundo Deportivo (12 años, 1988-2000). He asistido a cuatro Mundiales y cuatro Eurocopas. Coautor de varios libros. Miembro del colectivo ‘Periodistes Solidaris’ y 'Amics de Johan'.
Joan Domènech
Como si quisiera grabar a fuego el recuerdo de una época, Andrés Iniesta quiso marcharse impartiendo la última lección de fútbol de un equipo inolvidable. Tal vez queden rescoldos en un Barça que ha ido perdiendo sus señas de identidad –aunque todavía tiene un portero que da asistencias de gol de 70 metros-, pero la inminente despedida del capitán simboliza la clausura de una época.
Para que no sea triste esa despedida, o con la dosis de tristeza adicional que habría generado la derrota, Iniesta decidió obsequiar al Barça y al fútbol español con otra exhibición en un partido crucial en el que muchos se arrugan.
El gol de los días emblemáticos
Él se va a la otra punta del mundo, pero deja un legado inolvidable. Para que el 'pack' fuera completo, aportó un gol, igual que en los partidos más emblemáticos de su carrera: el de Stamford Bridge y el de Johannesburgo. Tan simbólico como aquellos. El 0-5, un resultado de tantas connotaciones, fue histórico porque no se daba en la final de Copa desde 1915.
El pobre Sevilla, que ya viajaba al Wanda alicaído y cuyos jugadores debieron disculparse ante la hinchada más enfadada, quedó conmocionado con una primera mitad primorosa del Barça, de esas que merecen grabarse en un DVD y paladear con calma más tarde. Sobre decir que la bestial actuación representa la tácica conquista del doblete que caerá en los próximos días.
La final de toda la vida
Las posibles dudas de la respuesta del Barça se disiparon muy pronto. Tan familiarizado está con la final de Copa después de cuatro años disputándola y ganándola, jugó con la facilidad del que se siente como en casa y apabulló a un Sevilla que ni siquiera tuvo tiempo de tantear la noche que se llevó la primera sorpresa de manera inopinada. De alguien inesperado. Debió tener en cuenta que si el portero es holandés o el Barça los busca con pies, es por algo.
Por si no tuviera suficiente faena el cuadro hispalense, solo faltaba que Cillessen diera una asistencia desde su portería a Coutinho, que se escapó sabiendo que por delante le caería un balón precioso. Ni él ni Suárez estropearon esa excepcional acción que fueron repitiendo uno tras otro. Luego Alba dio de tacón un balón de oro a Messi, y Messi se lo dio a Suárez y luego a Iniesta repartiendo caramelos con esa dulzura imbatible. Sin un mal gesto ni una mala cara, como Andresito, don Andrés, que se enfadó con Gil Manzano reclamando una clarísima falta (fue amonestado) y luego se acercó a pedirle disculpas.
Un Barça renacido y con rabia
Tres goles le metió sin toser el Barça de entrada a un Sevilla, aniquilado, desbordado, un pelele que dio pena, una conmovedora pena porque en la Liga había demostrado que podía tratar de tú a tú al tetracampeón copero. Le dejó con vida entonces y se le reencontró renacido. No solo eso, sino con la infinita rabia que siente desde Roma: le metió dos más y buscó y buscó goles, para castigarle por aquel disgusto por si tuviera alguna responsabilidad.
No, no la tenía, pero pagó por todo. Ese Sevilla atlético, fuere y poderoso, fue un gigante de barro golpeado por los pequeños azulgranas, esa seña de identidad de un estilo característico y muy vigente. Sí, vigente. No está Xavi, no estará Iniesta, pero al grupo se ha sumado Coutinho y por ahí anda Denis, uniéndose al único Messi, siempre presente, a Busquets, a un Piqué que buscó su golito, a Jordi Alba, otro enano juguetón. A todos los que quedan, que deberán honrar y continuar lo que les ha dejado Iniesta.
Sevilla, 0 - Barcelona, 5
Sevilla: Soria (4); Navas (5), Mercado (3), Lenglet (4), Escudero (4); Banega (4), N’Zonzi (3); Sarabia (4), Vázquez (4), Correa (4); Muriel (3).
Así hemos narrado la final en directo:
Y hasta aquí 9 horas de narración de esta final con final feliz para el Barça y sobre todo para Andrés Iniesta, que merecía una despedida así. Hasta la próxima.
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Busquets: "Estamos con el míster, como hemos estado siempre". "Después de la derrota en Roma, Valverde no ha perdido credibilidad en el vestuario". "Iniesta está para jugar 10 años más a fútbol. Se ha ganado el derecho a decidir".
Iniesta: "Muchas emociones en el día de hoy y muy feliz. Tenía mucho deseo de que hoy fuese bien y desde el primer momento todo ha funcionado bien. Son muchas emociones, muchos sentimientos, muchos años... Feliz de poder dar esta imagen y sobre todo del título, que, aunque todos pensamos en el partido de Roma y en cómo estaba el equipo, hoy la afición merecía esto. Esta semana haré pública mi decisión. Más allá de eso, lo que nos hace felices son días como los de hoy. Tengo mucho cariño a la gente no solo por lo de hoy, sino por todo el respeto que me han demostrado".
Iniesta, en TVE-1: "Una gran noche en todos los sentidos: a nivel colectivo, a nivel personal... Un título que me hace mucha ilusión que intentaremos añadir a la Liga para quedarnos con un buen sabor de boca, nosotros y sobre todo nuestra gente".
Valverde: "La repercusión del fútbol actual no es la que tenía cuando yo era jugador. A todos nos gusta vivir esos dramas enormes y esas alegrías extradordinarias porque es lo que da emoción al juego y lo que mueve a la gente".
Valverde: "¿Si he disfrutado este año? Parece que siempre hay momentos difíciles que se lo llevan todo, pero ha habido partidos muy buenos. En el deporte de alto nivel se trata de ir superando dificultades, y lo hemos hecho, pero disfrutar los entrenadores... no sé cómo decírtelo".
Valverde: "La actuación de Cillessen en esta Copa ha sido más que excelente. Jasper, con el handicap de no jugar habitualmente, esta vez jugando después de tiempo sin participar, ha demostrado ser un gran portero. En el primer gol, sabemos que él tiene un gran golpeo y que los rivales que vienen con presión alta a veces dejan un espacio atrás y (su pase largo) es una opción que sabemos que tenemos".
Valverde: "¿Extrañado por los rumores de despido si perdía hoy? Al final no me entero de muchas cosas. Los entrenadores estamos en un espacio hermético porque sabes que puede haber una tempestad cuando pierdes y tratas de no meterte para no perder el norte. En los grandes siempre hay tempestades cuando pierdes, el cargo siempre está en entredicho".
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