Messi, de falta en falta

Lo primero que vio Beto esta temporada fueron dos ovnis sobrevolar su cabeza. El portero del Sevilla manifestó que eran dos objetos volantes parecidos a una pelota de fútbol. Los siguió con la mirada. Planearon tan cerca suyo que se lanzó a por ellos, creyéndose que podría tocarlos, quizá atraparlos, y enseñaría al mundo que la vida extraplanetaria era un mito.

Beto confió sus sensaciones a Sergio Rico, el otro portero del Sevilla, al llegar al vestuario. Pero le aseguraron después, y pudo comprobarlo con imágenes que, efectivamente, eran de dos pelotas de fútbol redondas lo que vio por el aire. Rico se acordó de Beto. Sonrió al tener la misma impresión del portugués. Vio un ovni por encima. Pero él no se tiró a por él. Ni se extrañó tampoco, aunque se quedara paralizado. No era miedo sino asombro. En lugar de echar un vistazo al fondo de la red, miró al césped para confirmar que aquello que había pasado era un balón y que lo había lanzado ese tipo que hace cosas sobrenaturales.

UN TEMA DE CONVERSACIÓN

Como lanzar faltas, por ejemplo, Leo Messi acomplejó por igual a Beto y a Sergio Rico, para que no se sientan distintos uno de otro, para que tengan otro tema de conversación cuando se entrenan o charlan en el vestuario. Al primero le batió dos veces en la Supercopa de Europa, en la lejana Tiflis, al segundo anoche en el Camp Nou. Igual si se acercan a Monchi, el secretario técnico, les contará que en su época también volaban ovnis que disparaba un holandés llamado Ronald Koeman.

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Messi encarriló el primer título de la temporada y Messi encarriló el récord de partidos sin perder con tres goles de falta para derribar al Sevilla, el último equipo que, curiosamente, batió al Barça. Siempre anda el Sevilla por ahí y, por suerte para el Barça, suele andar Messi para evitar disgustos.

MÁS PUNTOS QUE DEDOS

Cuando no estuvo el 10, ganó el Sevilla. En el Pizjuán (2-1). El ya lejano 3 de octubre, fecha de la última derrota azulgrana –de la primera y única de Unai Emery en 22 partidos– y el comienzo de la racha que ayer se convirtió en histórica al igualar los 34 partidos que permaneció el Madrid de Leo Beenhakker (1988-89) sin perder. La comparación sonríe al Barça, que rompe la igualdad al contar más victorias (28 a 25).

Messi cuenta 17 goles en 15 partidos este año, 30 en 33 esta temporada. De ellos, seis de falta. La mitad al Sevilla. Las otras tres las ha repartido para el Deportivo, el Espanyol (en la Copa) y al Celta. En todos los casos, los aciertos del ayer capitán abrieron el marcador del Barça, lo que revaloriza su mérito.

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En Madrid, en cambio, han dejado de echar cuentas. Por el dolor que les produce. Perdido uno de los últimos récords que certificaban la gloria pasada, la jornada les dejó a doce puntos de distancia. Más puntos que dedos de una mano. Cuatro partidos de diferencia. Tal vez si se abrazaran un poco...