De Badalona a Mataró: la seguridad monopoliza las preocupaciones vecinales de las grandes ciudades del área de Barcelona

Los resultados de la segunda edición de la macroencuesta de la Diputación de Barcelona, el Dibaròmetre, evidencian que la inseguridad monopoliza las preocupaciones de los vecinos de las grandes ciudades del área de Barcelona. En las localidades de más de 50.000 habitantes, uno de cada cuatro encuestados considera la seguridad ciudadana el mayor problema de su ciudad.

Si se amplía la lupa a nivel municipal, la seguridad es la mayor preocupación en cuatro de las cinco ciudades más pobladas de la provincia: lo es para los vecinos de L'Hospitalet, de Badalona (ambas con porcentajes por encima del 40%) y de Terrassa (con un 23%).

También lo es en Barcelona (27%), aunque en este caso los datos se extraen del último barómetro municipal (la capital no entra en el Dibaròmetre). Asimismo, es la principal preocupación en Mataró y en Santa Coloma de Gramenet (la sexta y la séptima ciudada en habitantes de Catalunya, respectivamente).

Si bien no consta como la mayor preocupación, las cuatro localidades restantes que completan las diez más pobladas del país tampoco se libran. En Sabadell, los encuestados lo sitúan como el segundo problema (siete décimas por detrás de la limpieza); así como en Cornellà (a un 1,7% de distancia también de la limpieza); y en Sant Boi de Llobregat (un punto porcentual por debajo del transporte público). En Sant Cugat del Vallès, la seguridad es considerada por los vecinos como el tercer problema más importante del municipio.

Percepciones

Según los datos oficiales de delincuencia, ofrecidos por el Ministerio del Interior en su balance trimestral, la criminalidad convencial (es decir, la que cuenta todos los tipos delictivos salvo los relacionados con el ámbito digital) creció un 6% en la provincia de Barcelona entre 2022 y 2023. En el detalle, los diez municipios más grandes de Catalunya se movieron en un abanico que va del aumento del 5,2 en L'Hospitalet a una disminución del 4,4% en Sant Cugat. La tendencia es más o menos estable salvo en la capital, que presentó un aumento del 10% en la criminalidad.

Sin embargo, es sabido que la percepción de seguridad no tiene por qué responder a una férrea realidad delincuencial, sino que influyen otros factores como el civismo, la limpieza y el mantenimiento de las calles, así como casuísticas como la conflictividad en las relaciones de convivencia en las escaleras de vecinos, la presencia de pisos okupados en la escalera u otros problemas de acceso a la vivienda. "Factores como la ruptura del tejido urbano por una infraestructura como una autopista, o el deterioro del mobiliario viario, o la percepción de suciedad son también importantes para conformar la sensación de seguridad", declaraba a este medio la responsable de Seguridad y Convivencia del Institut Metròpoli, Marta Murrià.

En 20 de las 25 ciudades más pobladas de Catalunya (las que tienen más de 40.000 habitantes), el Dibaròmetre marca que al menos dos de los tres principales problemas responden a cuestiones que influyen directamente en la percepción de seguridad. En siete de ellas, estas materias ocupan las tres preocupaciones principales.

En las cinco ciudades restantes, solo una o ninguna de las tres principales preocupaciones están relacionadas con la casuística. Se trata de Esplugues, Granollers, Sant Cugat, Igualada y El Prat. En todas ellas, salvo en El Prat (que presenta unos índices de delincuencia marcados por la presencia del aeropuerto), los datos de criminalidad muestran un descenso de los hurtos entre 2022 y 2023, uno de los tipos delictivos que más influye en la percepción de seguridad de los vecinos.

Esplugues registró un descenso del 11,7% en la criminalidad (y otro 11% en los hurtos) entre 2022 y 2023. En Granollers, la criminalidad se estancó (0,0%) y los hurtos descendieron ligeramente (-0,7%). En Igualada, la criminalidad creció un 4,9% aunque los hurtos descendieron un 4,0%. En Sant Cugat, la criminalidad descendió un 4,4% (los hurtos, un 7,2%).

Reflejo en las urnas

De las 25 grandes ciudades de la provincia, en una decena la seguridad ciudadana es la máxima preocupación de los vecinos (L'Hospitalet, Badalona, Terrassa, Mataró, Santa Coloma, Rubí, Manresa y El Prat). La extrema derecha superó el 10% de los votos en la mitad de estas localidades en las elecciones municipales de 2023.

David Bote (PSC): "Hay que escuchar las preocupaciones de los vecinos que han votado a Vox en Mataró"

Por ejemplo, en Terrassa, donde las tres inquietudes principales son la seguridad (23%), la limpieza (11%) y los 'problemas asociados a la inmigración' (8,2%), Vox pasó del 2,33% de los votos en 2019 a un 10,4% en 2023. En Mataró, donde un 43% considera que la seguridad es el principal problema de la ciudad, Vox escaló del 4% de 2019 hasta el 12,5%. Destacan también Rubí, con un 11% de votos para la formación de ultraderecha, o L'Hospitalet (10,2%); en ambas localidades la mayor preocupación es también la seguridad. En Manresa, Vox alcanzó el 6,1% de los votos en 2023, pero junto al 6,4% obtenido por el Front Nacional de Catalunya (FNC), suman más del 12% del apoyo electoral.

Mención aparte merecen los casos de Badalona y Santa Coloma de Gramenet, ciudades limítrofes cuyos vecinos coinciden en señalar la inseguridad como principal preocupación pero que no han experimentado un gran ascenso de Vox. En Santa Coloma se quedaron en un 6.62% y en Badalona son aun más marginales (1,3%). Ahora bien, tanto el alcalde Albiol como la alcaldesa Parlon hicieron de la seguridad el principal caballo de batalla político para las elecciones municipales de 2023. No en vano, ambos cosecharon holgadas mayorías absolutas.

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