Pobreza energética

Un 30% de la población vulnerable del área metropolitana no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada

Una encuesta del Àrea Metropolitana de Barcelona y del Institut Metròpoli muestra que un 11,5% de las personas consultadas tiene retrasos en al pago de las facturas de servicios básicos

Alta densidad y pisos de los años 50: así vive el medio millón de vecinos de la Gran BCN que más sufre el calor

Aparatos de aire acondicionado en el balcón interior de un edificio

Aparatos de aire acondicionado en el balcón interior de un edificio / Jordi Cotrina

Gerardo Santos

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Prácticamente una de cada tres personas que viven en zonas con alta vulnerabilidad al calor del área metropolitana no puede costearse la instalación de un aparato de aire acondicionado que haga más llevaderas las altas temperaturas del verano. Esta es una de las conclusiones de la encuesta 'Percepciones y estrategias de adaptación al calor extremo de los hogares vulnerables metropolitanos', realizada por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Institut Metròpolis, que se ha hecho pública este viernes.

A pesar de que más de un 60% de las personas encuestadas que vive en estas zonas más vulnerables declara tener aparatos de aire acondicionado; un 30,7% afirma que no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el verano, y un 19,3% tampoco lo puede hacer durante los meses fríos. Además, un 11,5% de los encuestados tiene retrasos en el pago de las facturas de servicios básicos.

Los espacios cotidianos en que se percibe el calor con más intensidad son los centros urbanos de las ciudades o de los barrios, los recorridos diarios a pie o en bicicleta y en casa, durante el día y la noche. El transporte público y el trabajo son los espacios de más confort térmico.

El aumento de la temperatura ha provocado problemas comunes a cinco de cada diez personas encuestadas, como dificultad para conciliar el sueño, más cansancio, más ansiedad o malestar emocional. Un 10% de las personas reporta el empeoramiento de enfermedades previas, dolores de cabeza o migrañas. Se dan algunas diferencias según las características de grupos: las mujeres, las personas con una peor percepción de su estado de salud y las personas que tienen menos ingresos tienden a sufrir más todos los efectos del calor en la salud, así como las personas que sufren situaciones de vulnerabilidad o dependencia.

Más del 80% de los encuestados toma medidas de adaptación que implican cambios de comportamiento en el interior y el exterior, como por ejemplo usar ropas más frescas, beber agua, evitar la actividad física en el exterior, ducharse más, cambiar la dieta o variar el horario de salir al exterior.

Poner persianas (85,2%) y adquirir ventiladores (80,3%), son las dos medidas tecnológicas y de infraestructuras menos costosas y, consiguientemente, son también medidas que más aplica la población. No son las únicas: ir a la playa, al río, a la montaña o a espacios naturales más frescos (79,4%), ventilar el hogar (78,0%), trasladarse a zonas urbanas frescas (64,8%), instalar un aire acondicionado (57,7%) e ir a equipamientos privados climatizados (53,4%). También dormir en un aposento más fresco (41,3%), crear espacios de sombra exteriores (38,9%), ir a equipamientos públicos climatizados (38,4%), ir a piscinas municipales (37,6%), poner toldos (35,8%), ir a casa de amigos y familiares (29,7%), refrescarse en fuentes públicas (29,6%) o marcharse a la segunda residencia o al pueblo (28,2%) son, asimismo, medidas recurrentes.

La encuesta presentada por el AMB tiene una muestra de 1.200 personas, de las 520.000 que viven en los barrios más vulnerables al calor, identificados a partir del índice de vulnerabilidad al cambio climático (IVAC), que marca que un 16,1% de la población metropolitana vive en zonas con elevada vulnerabilidad.

Se trata de las áreas más densamente pobladas de L'Hospitalet, Cornellà, Esplugues de Llobregat y Sant Boi; y el eje Besòs (Badalona, Montcada i Reixac, Sant Adrià de Besòs, Santa Coloma de Gramenet; los barrios barceloneses de Sant Martí, Sant Andreu y Nou Barris) y zonas determinadas de los distritos de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y Horta-Guinardó.

El AMB subraya que "según las proyecciones de aumento de la temperatura estas condiciones pueden empeorar", asegura el AMB. El ente metropolitano advierte también que se prevé que en 2040 las temperaturas diurnas subirán en los ejes del Llobregat y el Besòs, mientras que se espera que por las noches el mercurio se dispare en el Raval de Barcelona, así como en el resto del litoral de la capital y de Badalona".